Seguridad alimentaria y nutrición: el reto frente a la crisis climática

Actualizado
  • 27/10/2021 00:00
Creado
  • 27/10/2021 00:00
El cambio climático está generando más dificultades en la producción de alimentos ligadas a condiciones meteorológicas extremas como sequías, inundaciones, dicen organismos internacionales. Panamá busca afianzar la seguridad alimentaria a través de sistemas agroalimentarios sostenibles
Los alimentos son vitales para el ser humano, por lo que es importante buscar estrategias para garantizar el abastecimiento y correcto acceso de las poblaciones.

Los alimentos son la fuerza vital para todas las personas del mundo, ya que conectan con todos los aspectos de la vida del ser humano, entre ellos, agua, tierra, energía, cultura, empleo, tecnología, economía, política y familia. Sin embargo, el modo en que se producen, elaboran, distribuyen, consumen y desperdician los alimentos, ha sufrido profundos cambios en las últimas décadas, lo que hace peligrar la sostenibilidad, equidad y seguridad de la alimentación en el futuro.

De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el cambio climático es uno de los principales factores que conlleva a la inseguridad alimentaria porque está generando más dificultades en la producción de alimentos ligadas a condiciones meteorológicas extremas, como sequías, inundaciones y grandes incendios en todo el mundo, y Panamá no escapa de esa realidad.

Rodrigo Luque Torres, ingeniero de la Unidad Agroambiental y Cambio climático del Ministerio de Desarrollo Agropecuario (Mida), afirmó a La Estrella de Panamá que ante los efectos del cambio climático hay que buscar la forma de realizar acciones de adaptación ante las vulnerabilidades que suponen y dejan ver las lluvias, pero también ver la forma de mitigar los gases de efecto invernadero sin afectar la producción de alimentos a fin de lograr una seguridad alimentaria en todo el país.

“El objetivo es fortalecer a los productores en materia de sostenibilidad en sus proyectos. Por ejemplo, la dirección de agricultura del Mida trata siempre que los diferentes cultivadores agrícolas realicen sus buenas prácticas reduciendo la cantidad de químicos en las siembras, para contrarrestar los efectos del cambio climático”, dijo Luque.

Expertos afirman que es importante buscar alternativas para mitigar los efectos del cambio climático.

A su vez explicó que la Empresa de Transmisión Eléctrica, S.A. (Etesa) y el Mida firmaron recientemente un convenio de asistencia y cooperación técnica. “Eso incluye brindar información hidrometeorológica a todos los actores clave del sector agropecuario, ya que las condiciones climáticas son fundamentales en la producción agrícola y pecuaria, pues el desarrollo de los cultivos, la incidencia de plagas, el crecimiento o no del pasto están íntimamente relacionados con las condiciones del clima como el régimen de lluvias, las horas de sol, los niveles de humedad y de la temperatura”.

En este marco, “disponer de información estadística, pronósticos científicos y datos históricos del estado del tiempo, resulta esencial en el planteamiento y gestión del sector agropecuario”, reconoció el ingeniero.

Según Luque, en Panamá se está trabajando fuertemente con los agricultores a fin de que el cambio climático u otros actores que incentivan la inseguridad alimentaria no logren causar esos efectos negativos en el país como sucede en otras latitudes (El Salvador, Guatemala, Haití, Honduras y Nicaragua) donde la crisis alimentaria se agravó con la pandemia.

Al respecto, la FAO reconoció que a nivel mundial, 155 millones de personas sufren inseguridad alimentaria aguda y necesitan asistencia urgente (fase 3 de la clasificación integrada de la seguridad alimentaria, IPC o superior). Además, en 55 países y territorios en 2020 hubo un nivel sin precedentes en comparación con las cinco ediciones anteriores del 'Informe mundial sobre la crisis alimentaria 2021', (GRFC, por sus siglas en inglés).

Una buena alimentación es garantía de una buena salud en el futuro.

Según la FAO, esto representa un aumento de 20 millones de personas en comparación con los 135 millones de 2019. En los 55 países y territorios cubiertos por la GRFC 2021, alrededor de 16 millones de niños menores de cinco años tenían retraso en el crecimiento.

Este año, el secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, convocó a una cumbre sobre los sistemas alimentarios como parte del decenio de acción para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de aquí a 2030.

La cumbre puso en marcha medidas nuevas y audaces para avanzar en el logro de los 17 ODS, cada uno de los cuales depende hasta cierto punto de sistemas alimentarios más saludables, sostenibles y equitativos.

“Gracias a la cumbre, el mundo cobrará conciencia de que debemos trabajar todos juntos para transformar la forma en que producimos, consumimos y concebimos los alimentos. Es una cumbre para todos, dondequiera que estemos, una cumbre de los pueblos. También es una cumbre de soluciones que requerirá que todos adoptemos medidas para transformar los sistemas alimentarios del mundo”, señaló Guterres en un comunicado.

La covid-19 provocó un aumento en la inseguridad alimentaria y la desigualdad, a nivel global.
Sostenibilidad alimentaria

Adoniram Sanches Peraci, coordinador subregional de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) para Mesoamérica, explicó a través del sitio oficial del organismo que es importante fomentar la sensibilización sobre la necesidad de apoyar la transformación hacia sistemas agroalimentarios más eficientes, inclusivos, resilientes y sostenibles.

“Debemos reafirmar el compromiso y el llamado a la acción para todos los sectores, de manera que garanticemos que nuestros sistemas agroalimentarios proporcionen suficientes alimentos asequibles, nutritivos e inocuos para todos, sin dejar a nadie atrás”, expresó Sanches, también representante de la FAO en Panamá y Costa Rica.

De acuerdo con Sanches, Panamá ha tenido grandes avances en cuanto a seguridad alimentaria.

La FAO ha establecido “las cuatro mejoras”, mediante las cuales se busca garantizar modalidades de consumo y producción sostenibles, a través de cadenas de suministro alimentarias y agrícolas eficientes e inclusivas (mejor producción); poner fin al hambre, lograr la seguridad alimentaria y la mejora de la nutrición en todas sus formas posibles (mejor nutrición); proteger, recuperar y promover el uso sostenible de los ecosistemas y luchar contra el cambio climático (mejor medio ambiente); e impulsar el crecimiento económico inclusivo reduciendo las desigualdades (una mejor vida).

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