El Festival de Debutantes se realizó el 5 de julio en el Club Unión de Panamá. Es organizado por las Damas Guadalupanas y se realiza cada año para recaudar...



- 19/07/2025 00:00
Para el día 2 de abril de 1917, Estados Unidos entra a formar parte del conflicto bélico que se desarrollaba en Europa, conocido como la Gran Guerra o Primera Guerra Mundial; tocó a Ramón Maximiliano Valdés, como presidente de Panamá, país aliado incondicional de la potencia norteña, declarar la guerra a Alemania el 7 de abril.
Una de las medidas que ejecutó fue arrestar a todos los ciudadanos alemanes que se encontraban en nuestro territorio, recluirlos en la isla de Taboga y, posteriormente, remitirlos en buque de la armada estadounidense a Estados Unidos.
Cuando Valdés murió, tenía el siguiente gabinete: Eusebio Antonio Morales en Gobierno y Justicia; Narciso Garay en Relaciones Exteriores; Aurelio Guardia en Hacienda y Tesoro; Guillermo Andreve en Instrucción Pública y Antonio Anguizola en Fomento y Obras Públicas.
Los últimos meses de su vida, Ramón Maximiliano Valdés trabajó afanosamente por la reforma constitucional que él favorecía, incluso en el cambio de los requisitos para ser presidente, de manera que Eusebio A. Morales pudiera serlo a pesar de haber nacido en Cartagena, pero teniendo en cuenta que participó en Panamá, en primera línea, en la Guerra de los Mil Días y en la Declaración de Independencia del 3 de noviembre de 1903.
La reforma constitucional le hubiera permitido a Eusebio A. Morales, aunque de origen colombiano, aspirar a la presidencia, ya que había tomado parte en el movimiento de separación y fue miembro del Gobierno provisional de la República.
Morales y Valdés eran liberales de ideas y doctrina, más que seguidores de un caudillo liberal y, por ello, habrían ofrecido una alternativa a Porras.
Ramón Maximiliano Valdés creía en el carácter coyuntural de las coaliciones entre liberales y conservadores y en la necesidad que los dos partidos reafirmaran cada uno su propia identidad de principios. Pero creía también en el derecho de representación de las minorías y que este derecho debía establecerse por ley.
La participación de miembros de un partido en un gobierno identificado con y presidido por otro partido le parecía normal. Para él no debía ser fruto de una concesión, sino incluso con garantía legal, siempre y cuando no se comprometiese la responsabilidad del otro partido por la gestión de gobierno.
Bajo el presidente Valdés se hubiera promovido un entendimiento que asegurase una minoría conservadora en la Asamblea, por acuerdo formal entre los partidos, ya que proponía que el partido de oposición tuviese un mínimo de curules en el Poder Legislativo y un mínimo de funcionarios en el Poder Ejecutivo.
Pensaba que de esta manera no solamente se reforzaba la oposición de gobierno, pues contarían con el aporte crítico de la oposición y, además, con una visión también critica del conjunto de la obra de Gobierno.
La muerte de Valdés, a la temprana edad de 50 años, cercenó el intento reformista.
La reforma constitucional no prosperó, ya que su directo beneficiario se encontró con la oposición de Porras y de Guillermo Andreve, quienes se oponían al cambio de la cláusula de elegibilidad para ser presidente. Pero, de haber resultado su intento de reformismo constitucional y partidario hubiera podido limitar el impacto caudillista de Porras.
Estas reformas hubieran, quién sabe, evitado la descomposición de los liberales y la ineficacia de los conservadores, que fue en aumento a medida que pasaba el tiempo.
Pero la muerte de Valdés cercenó el intento reformista. Porras volvió a imponerse en las elecciones legislativas de 1918 y los principales cambios constitucionales que aprobó dicha Asamblea fueron la elección presidencial y de diputados por voto directo, el mismo día y por el mismo periodo de cuatro años.
En cuanto a la reforma partidaria, nada quedó de ella. El porrismo prosiguió su curso inalterable.
Valdés, en el año 1898, escribió Geografía del Istmo de Panamá, obra que vino a llenar el vacío existente en la administración y en la educación geográfica del país. Además, es autor de La Independencia del Istmo de Panamá. Sus antecedentes, sus causas y su justificación, obra que también se editó en inglés y francés y Los Partidos Políticos en Panamá, del año 1911.
También se dedicó a cultivar la poesía y son suyos los versos de Rondel y Umbral.
Este hombre, que fue uno de los forjadores de nuestra patria, nos legó su ejemplo de excelencia y dedicación a servir y dar de sí lo mejor, por ello, fue admirado y respetado en su tiempo por sus cualidades, que redundaron en beneficio de las siguientes generaciones, a pesar de que el proceso electoral fue muy criticado por fraudulento, le llevó a la máxima magistratura del país. Desgraciadamente, ello no impactaba en la conciencia aún de los más civilizados y progresistas, como era el caso de Ramón Maximiliano Valdés. Todavía la costumbre contradecía y sustituía a la ética en este campo.
Datos del autor
Las situaciones que se produjeron a finales de la década de 1980 generaron honda preocupación en Ricardo Arias Calderón, quien era uno de los principales líderes de la oposición política del país. Fue un período tenso, donde el filósofo y político debió lidiar con una cúpula militar intransigente que lo persiguió e, incluso, atentó contra su vida y la de su familia.
Próxima entrega:
Ciro Luis Urriola: sucesor del finado Ramón Valdés.