Liberar la rabia como camino para ser feliz

Actualizado
  • 18/12/2021 00:00
Creado
  • 18/12/2021 00:00
Descubrí con el tiempo que muchas personas pasan la mayor parte de su vida enojadas; ellas son quienes se enojan fácilmente. Ante cualquier cosa, se activa alguna herida de la niñez que ha quedado abierta
El enojo suele ponernos en postura de víctimas.

Hace muchos años, durante el proceso de separación que tuve, sobre todo antes y poco después fue una época de mucho enojo, frustración, tristeza, rabia.

Cuando padecemos emociones negativas que no sabemos gestionar, ellas nos acompañan a todo lugar, llevamos ese enojo a la oficina, generando situaciones que nos traen esa emoción como respuesta, lo mismo en las relaciones de amistad y ni hablar en las de pareja.

Lo cierto es que una amiga me recomendó una sesión de bioenergética (en ese momento yo comenzaba con mis estudios de terapias alternativas), y fui a una.

Recuerdo que la persona me orientó a que recordara situaciones de la infancia que me generaban esa misma emoción, y me dio un espacio con almohadones y puf gigantes para desahogarme, golpearlos, llorar, sacar todo para afuera.

Luego de varios minutos de llorar y golpear almohadones, sentí liberación, como si me hubieran quitado de encima un gran peso. Esa experiencia me llevó a iniciar una época de estudios de terapias alternativas que permitieran a mi ser ir a lugares de paz, de perdón de mí misma, y cuando nos perdonamos, logramos la capacidad de perdonar a otras personas y situaciones con mayor facilidad.

Ya que se trata de revertir la percepción de esa emoción en nuestro cuerpo.

Generar espacios de diálogo, guiados, en donde las personas puedan expresar lo que sienten hacia su pareja, padres, colegas, y puedan desahogarse, es algo que conduce a liberar tensiones sin destruir relaciones.

Descubrí con el tiempo que muchas personas pasan la mayor parte de su vida enojadas; ellas son quienes se enojan fácilmente. Ante cualquier cosa, se activa alguna herida de la niñez que ha quedado abierta. Por esa razón es importante ir a ese lugar, a ese recuerdo y evocarlo, para sanarlo. Sanarlo es traer el recuerdo y cambiar la percepción en el hoy, para que ya no duela.

Al hacer procesos de este tipo, con la técnica que sea –a mí me encanta usar imágenes, meditación, diálogo, coaching y a veces flores de bach para esto–, las personas abren espacio para el amor. Abrir espacio para amar requiere dejar de pensar y victimizarse. Soltar las expectativas y confiar en que sanando nos mereceremos atraer a personas sanas también, y no generadoras de más dolor en nuestra vida.

Algunas preguntas que puedes hacerte para avanzar en tu propio autodescubrimiento son:

- ¿Qué es lo que hago yo, que genera situaciones que me enojan?

- ¿Cuántas veces al día me enojo?

- ¿Es esto lo que quiero para mi vida?

- ¿Cuáles son las razones por las cuales me enojo?

- ¿Por qué elijo sentir enojo?

- ¿Con quién me enojo?

- ¿Es esta la única forma que encontré de reaccionar ante la vida?

- ¿En qué pienso cada vez que me enojo?

- ¿Qué me está mostrando esta situación? ¿Cuál es el aprendizaje?

- ¿Qué herida de la infancia o anterior sigue abierta?

El enojo suele ponernos en postura de víctimas. Desde un lugar de víctima difícilmente podamos salir adelante, debemos ser capaces de ponernos en acción y responsabilizarnos por nuestros actos.

Nadie vendrá a sacarte de un sitio, anímate a trabajar en ello, invierte en ti. Es lo único que importa, lo único que puedes controlar y dominar, la única persona a quien realmente tienes al final del día.

Aquello que te enfada, te domina, así que aprende a dominarte, para ser tu único dueño.

Que tengas buena semana. A prepararse para pasar una Navidad sin enojo y siendo generadores de más felicidad o menos infelicidad para nuestra vida.

Paula Cabalén @paulacabalen

Coach de Vida y Negocios

Consultora. Conferencista.

Coach de negocios|Consultora y conferencista
Lo Nuevo
comments powered by Disqus