El retorno a las aulas precisa mirar la salud mental del alumnado

Actualizado
  • 09/03/2022 00:10
Creado
  • 09/03/2022 00:10
El regreso a la presencialidad marca un antes y un después en la vida estudiantil, tras dos años de confinamiento en pandemia. Analizamos las implicaciones del nuevo contexto en el bienestar mental
Una docente imparte clases presenciales.

La salud mental en los niños o jóvenes en este regreso a clases será un desafío para las entidades escolares y padres de los estudiantes.

El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) sostiene que algunos podrán sentir nervios o reticencia, luego de un tiempo prolongado de clases virtuales, como en este caso.

En este sentido, Unicef remarca la importancia de velar por la salud y comportamiento de los estudiantes, tanto dentro como fuera de sus escuelas.

El organismo internacional también insiste en que es necesario mantener una conversación abierta con los niños que presenten algún tipo de miedo por el arranque de esta nueva etapa.

Acto oficial con motivo del inicio del nuevo año escolar.

El psicólogo Augusto Méndez, el sociólogo José Lasso y la psicóloga del Gabinete Psicopedagógico de la Dirección Nacional del Servicio Psicoeducativo del Ministerio de Educación (Meduca), Arelis Fernández, compartieron sus aportes con este medio.

Méndez aclaró que el retorno a clases será beneficioso porque los niños volverán a socializar. “Estarán relacionados con sus demás compañeros, podrán compartir y salir de casa”.

Por otra parte, “habrá que tener más cuidado con el tema de la pandemia”.

“Es importante mencionar que los padres de familia, a lo largo de estos dos años, han podido realizar otro tipo de actividades para que los niños logren socializar de diferentes maneras. Hay que tener en cuenta que los padres tienen la responsabilidad de mejorar las habilidades sociales de los mismos”, dijo.

La felicidad de los más pequeños en su regreso a clases.

Méndez aseguró que es importante mantener una conversación abierta y brindar herramientas a lo largo de las clases en el día, a los estudiantes.

“Los niños estarán volviendo a una rutina en la que anteriormente no estaban. Recordemos que durante la pandemia todo era en casa; ahora se volverá a las aulas, a estudiar más y todo lo demás”, relató.

Añadió la importancia de inculcar a los niños el hábito del sueño; dormir a la hora necesaria y descansar una siesta de al menos 30 minutos en la tarde o al momento de regresar a sus hogares.

Profundizó que deben considerarse las implicaciones de contar con un calendario de tareas y actividades, de manera que se logre establecer una buena organización que no afecte las horas adecuadas de sueño y descanso en el niño.

Méndez también motivó a los padres de familia a trabajar en la crianza de los niños desde un entorno en positivo, “reforzar el amor y mantener abiertos los canales de comunicación en los cuales ellos se puedan sentir seguros”.

“Hay que investigar por qué ocurre el rechazo de los niños a acudir a su aula de clases; es normal que puedan sentir algo de ansiedad. No es de extrañar que los adolescentes puedan tener un grado de pensamientos ansiosos”, analizó, y “al momento de notar que se está afectando el ámbito del sueño, un rechazo inminente a la figura de la escuela u otras actividades que realizan en su día a día, debemos buscar ayuda, en este caso un psicólogo especializado en niños y adolescentes y brindar una evaluación”.

El sociólogo José Lasso detalló que la estructura del gobierno tiene la responsabilidad de establecer las condiciones necesarias para que el proceso educativo se dé de una manera eficiente.

“Definitivamente hay un conjunto de reglas, tanto psicológicas como sociológicas, que debemos contemplar, al igual que dosificar el impacto que tiene el regreso a clases. Nosotros debemos entender que la escuela es un agente social importante para el desarrollo de las cualidades de los jóvenes”, enfatizó.

De acuerdo con el profesor universitario, “los niños empezarán a experimentar algunas cosas que no han sentido, en términos de relaciones escolares y familiares, es decir, llevan un retraso que podría influenciar de manera emocional”.

Lasso mencionó que socialmente no estamos listos para darle al bienestar social y emocional la importancia que merecen. “Tradicionalmente creo que no. La gente de forma errónea no considera la atención mental, en términos de prevención. La han visto de manera estigmatizada en la sociedad”, objetó.

“El sistema público, históricamente, no ha podido dar con el retorno adecuado a las clases de los jóvenes. Ahora más con la pandemia, por lo cual definitivamente habría que evaluar las formas de prevención de la covid-19”, añadió.

Retos desde la educación

Arelis Fernández, miembro del Gabinete Psicopedagógico de la Dirección Nacional del Servicio Psicoeducativo del Meduca, apuntó los desafíos en esta nueva etapa que recién inicia.

“Uno de los principales retos es que los niños y jóvenes vayan de manera presencial. El otro reto está en la parte académica, equiparar los temas de los estudiantes luego de dos años de clases virtuales”, enfatizó.

Con este regreso a clases, el Meduca tiene planificado diferentes planes para abordar la salud mental de los niños. “Realizaremos una encuesta a nivel general, para estudiantes, padres de familia y docentes, para evaluar el bienestar emocional y tener un diagnóstico inicial de cómo vienen los estudiantes a los centros de estudio”.

Añadió que “se implementó una página en internet, como una ficha técnica, para que aquellas escuelas que no cuenten con personal especializado en psicología, puedan plantear la situación mediante esta. Esta información pasa por un filtro donde psicólogos puedan monitorear la situación y dar el apoyo necesario”.

Como alternativa, se encuentra un plan de apoyo emocional que contiene ocho guías. En él se abordan diferentes temas dirigidos a estudiantes, personal administrativo y docentes.

Si un estudiante presenta indicios de estrés, la vía para canalizar la situación es a través del docente. “Se identifica la situación, luego el personal de psicología evalúa y de acuerdo con lo estipulado se decide si se hace el abordaje o no con el Ministerio de Salud”.

Otras medidas de abordaje

Las prácticas de bioseguridad serán la clave para un sano regreso a clases, por lo que es importante, según planteó Unicef, recordar el lavado de manos permanente.

Durante los momentos de crisis, los niños observan la reacción de los adultos para tener una referencia y aprender a gestionar sus emociones. Es primordial realizar un balance de las emociones ya que puede ser un reto la vuelta a clases.

El estado mental de los niños también puede reflejarse con síntomas físicos. “Si su hijo presenta reacciones como: fatiga, cambios en los patrones de alimentación o de sueño, dificultad para respirar, persiste la boca seca, debilidad muscular, dolor de estómago, mareos, temblores, dolores de cabeza, retraimiento, dificultad de concentración, irritabilidad, desorientación o temores exacerbados, es posible que presente un estrés por el reingreso a clases, sin embargo es importante siempre acudir con un médico para descartar alguna enfermedad física”, acota Unicef.

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