Alcohol y volante, una ecuación con resultado negativo

Manejar en estado etílico puede ser fatal para quien conduce y los transeúntes; expertos recomiendan buscar ayuda ante el primer incidente con la bebida alcohólica
De las infracciones por manejar ebrios, el 65% de las multas es de los hombres y el 35% de las mujeres.

A pesar de todas las campañas sobre los riegos mortales que hay cuando se consumen bebidas alcohólicas al manejar, aún se colocan infracciones por conducir en estado de embriaguez. Hasta marzo de 2022 se aplicaron unas 5.620 multas por esta mala práctica, cifra que representa el 2% de las infracciones, según el Observatorio Iberoamericano de Seguridad Vial de la Autoridad de Tránsito y Transporte Terrestre (ATTT).

Y el consumo de ese tipo de bebidas también está ligada al manejo a “exceso de velocidad”, reveló Nicomedes Aizpurúa, director de educación vial de la ATTT. Unas 58.199 infracciones se han puesto hasta marzo de este año por conducir a “velocidad superior al límite”, data que representa la mayor incidencia de multas con el 20%, de acuerdo con el observatorio de la entidad.

Sobre los ciudadanos que más presentan multas por manejar ebrios, Aizpurúa, señaló que el 65% de los infractores es hombres y el 35% mujeres; “y de todos los estratos [sociales]”.

“El panameño siente que no le pasa nada, que no es vulnerable, es decir, que si al manejar la primera vez con unas copas de vino [en el organismo] no les pasa nada, la gente lo sigue haciendo y no tienen una percepción clara”, dijo el funcionario a La Estrella de Panamá.

Pero justamente esta situación de no consecuencias puede terminar causando problemas graves, aunque el alcohol no sea una constante en la vida de este conductor.

¿Por qué este comportamiento a pesar de todas las campañas que se hacen?

El psicólogo Osvaldo Mendoza explicó que “el alcohol es tolerado y aceptado en muchos aspectos de nuestra sociedad, y es parte de actividades sociales muy arraigadas que permean en diversos contextos y entornos”.

Pero la fiesta termina cuando se causan daños a terceros o a uno mismo. ¿Es necesario llegar a este punto?

Para Toribio Díaz, vocero y miembro fundador del movimiento de Víctimas de la Violencia Vial de Panamá, los conductores manejan en estado de embriaguez porque es “un tema de cultura, de educación. Desde el movimiento somos creyentes que si no hay una verdadera estrategia en materia de formación en educación y seguridad vial, no podremos minimizar los siniestros de tránsito, por ende es fundamental poder incorporar en el pensum académico este tema para incidir en este cambio de mentalidad. Es construir un modelo cultural”.

El psicólogo Mendoza recalcó que “las normas de tolerancia cero han sido efectivas en otras latitudes para controlar los daños colaterales por el consumo de alcohol”.

Las recomendaciones de la ATTT, en caso de que usted quiera salir y disfrutar de unos tragos son muy sencillas. “Lleve un conductor designado. Si va a tomar, no maneje”. Adicionalmente hay otros recursos como la utilización de un servicio de transporte selectivo público o privado.

¿Cuándo el alcohol se convierte en un problema?

Privar a terceros de su salud o su vida, o a uno mismo a raíz de un accidente de tránsito puede ser un problema lo suficientemente grande, aunque esto puede ocurrir sin una costumbre de beber periódicamente. Sin embargo, el consumo constante de alcohol puede generar otras situaciones.

La psicóloga clínica Itzel Carrión aclaró que existen muchos indicadores cuando las personas están presentando problemas con el alcohol como, por ejemplo, cuando la bebida interfiere en la vida y afecta el desempeño del individuo. “Cuando no cumple con sus obligaciones por preferir el alcohol, cuando sin alcohol no logra sentir satisfacción por nada, donde el alcohol es su única motivación para sentirse bien, cuando está presentado dificultades en su entorno familiar y social, cuando no le importan las consecuencias que esto deje en su vida e incluso manifiesta conductas de riesgo poniendo su vida en peligro y las de los demás, cuando pierde interés por todo, cuando empieza a perder cosas valiosas, como por ejemplo, hogar, familia...”.

La especialista en adicciones reveló que en Panamá quienes encabezan las cifras en situación de alcoholismo “son los hombres, en un alto porcentaje; esto es un problema multifactorial, que involucra muchos componentes y predomina su sistema de creencias que motiva al género masculino a buscar resolver sus malestares a través del alcohol”.

La terapeuta acotó que los efectos psicológicos que se desarrollan por el consumo del alcohol, se dividen en dos partes: a corto y largo plazo. La primera fase consiste en la pérdida de memoria momentánea o de sucesos completos, según la cantidad ingerida, cambios emocionales como la tristeza, la ansiedad o la agresividad, impulsivos en la toma de decisiones y arriesgados, pérdida de la conciencia.

Mientras que a largo plazo provoca trastornos emocionales, ya que a los individuos les cuesta afrontar problemas, “sufren de baja autoestima y tienen sensación de fracaso en sus vidas, presentan dificultades de aprendizaje y memoria, distorsión de la realidad, el exceso de alcohol en la sangre hace que algunas personas sean propensas a los síntomas psicóticos y experimenten alucinaciones e incluso demencia”.

Por su parte, el psicólogo Osvaldo Mendoza manifestó que el abuso de alcohol puede empeorar condiciones existentes, como la depresión o provocar problemas como la pérdida grave de memoria, trastornos de la personalidad, la ansiedad, e inclusive situaciones más graves asociadas a la pérdida del contacto con la realidad.

Sobre los tratamientos, el también experto en manejo de adicciones aclaró que desde la atención psicológica se tratan estos pacientes con la terapia cognitivo conductual. “Los programas de prevención de recaídas, el afrontamiento y el desarrollo de habilidades sociales a través de grupos de autoayuda –como Alcohólicos Anónimos– es fundamental para la adquisición de estrategias con miras a disminuir y evitar el consumo de alcohol”, añadió a este medio.

¿Cuándo se debe buscar ayuda?

Para Mendoza, desde el momento en que se haya presentado algún incidente relacionado con el consumo de alcohol, se debe buscar ayuda.

La especialista Carrión agregó que se debe buscar ayuda antes de que el alcohol se convierta en una prioridad en la vida y empiece a interferir en las relaciones interpersonales, con consecuencias microsocial y macrosocial.

Otros problemas

El galeno Ramiro Da Silva Rodríguez indicó que en “las personas consideradas bebedoras pesadas de alcohol, el riesgo de mortalidad, discapacidad y disminución de la calidad de la vida va a ser mucho mayor en comparación con bebedores ligeros o exentos de alcohol”.

El especialista en gastroenterología y endoscopia digestiva aseguró que los riesgos que se pueden presentar en un consumidor de bebidas alcohólicas dependerá de la cantidad y el tipo de bebida alcohólica que se ingiera. “Se consideran consumidores pesados de alcohol a las mujeres que consuman más de tres bebidas alcohólicas por día o más de siete bebidas alcohólicas por semana, mientras que los varones que consuman más de cuatro bebidas alcohólicas por día o más de catorce bebidas alcohólicas por semana”.

Da Silva sostuvo que un consumidor pesado tienen un riesgo aumentado de padecer distintos tipos de cáncer gastrointestinal, entre ellos esofágico, colorrectal, pancreático y hepático; además, el riesgo de desarrollar pancreatitis aguda y colelitiasis, también es alto.

“Las personas tienden a pensar que, en cuanto a salud gastrointestinal se refiere, el alcohol solo tiene la capacidad de afectar el hígado, ya que la cirrosis es la enfermedad hepática crónica más conocida, importante e irreversible producida por el consumo crónico de alcohol; pero el hígado también puede sufrir otras afecciones como por ejemplo la hepatitis alcohólica, al igual que otros órganos gastrointestinales, como la inflamación del páncreas conocida como pancreatitis aguda, y colelitiasis, que se conoce comúnmente como piedras en la vesícula”.

De acuerdo con el experto, “mientras la enfermedad gastrointestinal sea reversible, la medida más importante a seguir será suspender el consumo de alcohol. Aunque parezca sencillo, en este tipo de personas con consumo pesado de alcohol, casi siempre es más difícil de lo que parece, aunque no haya una adicción per se descrita”.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, en 2016 murieron más de 3 millones de personas a consecuencia del consumo nocivo de alcohol, lo que representa 1 de cada 20 muertes.

Lo Nuevo