'De mangos y albaricoques', se presenta en el Teatro Nacional

Actualizado
  • 19/06/2022 00:00
Creado
  • 19/06/2022 00:00
La obra, ganadora del premio Miró en 1996, muestra una realidad que no es muy diferente a la de hoy día con respecto a la aceptación de un hijo homosexual en la familia. Su nuevo montaje pretende humanizar más a cada uno de sus personajes
El elenco de la obra y su director.

De mangos y albaricoques', escrita por Javier Stanziola ganó sorpresivamente el premio Miró en 1996.

Para el dramaturgo venezolano Isaac Chocrón, parte del jurado calificador de ese año, la obra fue un “escándalo”. “Ya era tiempo que alguien escribiese una obra clara y raspada”. declaró Chocrón días después de conocerse el fallo. Y es que en la sociedad panameña, tradicionalmente conservadora, como muchas otras latinoamericanas, el tema sigue manejándose en voz baja.

Stanziola describió su obra en otros términos. “Es una exploración del mundo de mentiritas y secretos a voces que existe en todas las familias, sobre todo, las panameñas”. Para Stanziola, según se registra en diversos sitios en internet, la obra “es una exploración del mundo de mentiritas y secretos a voces que existe en todas las familias, sobre todo, las panameñas”.

La obra, presentada en dos ocasiones, es llevada a escena el 25 y 26 de junio en el Teatro Nacional, en esta ocasión, bajo la dirección de Albeniz Herrera.

'De mangos y albaricoques', se presenta en el Teatro Nacional

Sobre las motivaciones por esta nueva versión, Herrera explica a La Estrella de Panamá que “quisimos hacerla con un matiz más humano en cada uno de los personajes; rescatar esas emociones de cada uno de ellos, ya que hoy por hoy, cada uno de nosotros en la calle, en nuestras familias, identificamos personas como cada uno de los personajes”.

Fabricio , el protagonista, es gay y decide irse de Panamá y “auto-exilarse” en Miami, donde no tiene que rendirle cuentas a nadie sobre su forma de vivir. Cuando recibe la visita de su madre y su hermano, ellos fingen que no se han dado cuenta, hasta que una situación hace que todo cambie.

“Queremos contar historias diversas, llegar a un colectivo diverso, crear conciencia en la población en general, en la gente que asista a vernos. Pero más que nada, lo que queremos es humanizar a cada uno de estos personajes, desde todas las perspectivas: todos tenemos una madre como Vicky, todos tenemos un amigo gay como Fabricio...”, relata.

Para el elenco, además de tener el lujo de presentarse en el principal escenario del país, este montaje representa una serie de nuevas experiencias para todos.

Y es que inicialmente la obra se rpesentaría en el Teatro Anita Villalaz, “dos funciones cada día, para poder llegar a más personas, pero nos contacta el Teatro Nacional y no podíamos decir que no. Llevar una obra al Teatro nacional es una maravilla”. asegura Herrera. Y para la mayoría del elenco, es la primera vez que pisarán esas tablas.

“ Estamos muy agradecidos con todo el equipo del Teatro Nacional por habernos abierto la puerta, así sean dos funciones solamente. Ojalá pudiera ser más tiempo, pero tenemos fe de que más adelante podamos tener una temporada más larga”, dice el director. “Llegar al Teatro Nacional es para nosotros una de las cosas más grandes, más enriquecedoras de la experiencia”, agrega.

Una nueva visión

Herrera habló con Stanziola para comunicarle su interés de montar la obra este mes de junio, “mes del orgullo”, e inmediatamente recibió su beneplácito.

En adelante, el director establecería específicamente sus requerimientos para el montaje.

“Trabajé una adaptación con el texto original y el texto de la segunda versión que se montó en 2017, la cual pude ver”, explica Herrera.

Mientras el montaje de 2017 incluía solo a 3 actores (algunos tenían doble papel, y otros papeles se habían excluido) y el texto original cuenta con un elenco más grande, Albeniz tomó algunos elementos de ambas. “Es el producto que tenemos ahora, con un poquito más de actores que en el '17, pero menos que en el texto original, y queriendo presentar a la audiencia personajes de carne y hueso. Sin tipificar o crear arquetipos de esos personajes”, asegura.

Establecido el elenco se realizó una reunión virtual con el dramaturgo, siempre respetuoso de la propuesta del director, en la que cada uno de los artistas pudo presentar sus inquietudes y hacer sus consultas .

“Nos sentimos muy cómodos y muy agradecidos por las oportunidades que nos ha dado Javier”, asegura.

“ Al día siguiente de la reunión conversé con él y me preguntó qué tal nos había ido con los chicos y yo le dije 'estoy muy contento, muy satisfecho', porque ya, desde conversaciones previas con el elenco y la producción, pude ver que todos estábamos en la misma sintonía, en la misma página con respecto a lo que queremos contar con esta historia, aún más desde el lado de la experiencia porque la mayor parte del elenco somos parte del colectivo LGTB; es poder contar desde la experiencia el hecho de salir del closet, de la discriminación que se sufre. Esto le agrega ese valor más emotivo a la puesta en escena”, admite.

De mangos y albaricoques es una coproducción de Producciones SLC y el Teatro Nacional. Se presentará los días sábado 25 de junio a las 8:00 pm y domingo 26 de junio a las 7:00 pm.

Forman el elenco Sandy Correa, Carlos Moyano, Fran Rodríguez, Julio Barsallo, Selena del Sayid, Isaac Melamed e Isaías Cedeño, dirigida por Albeniz Herrera.

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