Investigador propone destino responsable para la legendaria Titán

Una enorme grúa flotante tiene una historia de 80 años que contar. A finales del año 2022 dejó de funcionar cuando se decidió jubilarla y reemplazarla por una nueva: Panquiaco. Mientras se resuelve su destino, la grúa Titán espera paciente y reposa en las instalaciones de la división de dragado del Canal de Panamá.

El investigador Carlos Mateo Caballos desarrolló un trabajo para entender el significado que tiene la grúa y dar una salida coherente, responsable y que no sea desde el punto de vista económico. “Hay tres puntos claves que tiene para Panamá y para el mundo (…) el valor tecnológico, la cultura de trabajo y la historia universal”, detalla.

El valor tecnológico es considerado el principal, según Caballos, “esta grúa construida en un momento histórico donde el desarrollo tecnológico armamentístico era más fuerte, supone que era la grúa más potente del mundo y se mantiene así por varias décadas”, destaca.

El investigador asegura, además, que la grúa tiene un alto valor en la cultura del trabajo, considerando que la división de dragado del Canal de Panamá “es una de las más importantes, por todo el equipo humano que hay detrás, lo que ha hecho posible que esta grúa esté en el país (…) hay personas que mantienen y gestionan estos equipos, los hacen valer”, añade.

En una pantalla que se encuentra en el Teatro Anita Villalaz, Caballos muestra una fotografía en la que se observa a Titán cargando una de las compuertas de las esclusas del Canal de Panamá, “esas personas que ven ahí abajo son los trabajadores que hicieron posible la puesta en funcionamiento en Panamá, el equipo humano, del cual todavía quedan muchos trabajadores”, explica durante la presentación de los resultados del centro de Investigaciones Históricas, Antropológicas y Culturales (CIHAC AIP).

El administrador de la Autoridad del Canal de Panamá (ACP), Alberto Alemán, ha contado en entrevistas anécdotas curiosas como la vez que la grúa se empezó a usar y colocaron una nuez encima de una mesa, con una barcaza de varias toneladas rompió la nuez sin romper la mesa. “Para que entiendan la importancia y la precisión de este equipo, levantó la barcaza, la coloca en el mar, agarró las nueces y se las entregó al equipo de trabajo”, relata Caballos.

Durante la investigación, descubrieron que la grúa fue transferida por un dólar a la Panama Canal Comision, sin embargo, se tuvieron que invertir 16 millones de dólares en actualización del equipo para que pudiera emplearse en aguas del canal.

Titán pesa unas cinco mil toneladas, hecha de metal. Tiene una capacidad de levantamiento de 350 toneladas métricas y mide 112 metros de altura. Panquiaco —la nueva— levanta más de 350 toneladas, pero mide 45 metros.

Fue construida a principios de la Segunda Guerra Mundial. Hitler mandó a hacer 4 grúas flotantes de enormes dimensiones, que superaban en potencia a la maquinaria enemiga. Pero derrotado el nazismo, los aliados se repartieron un botín de guerra que incluía estas 4 “joyas del Tercer Reich”. Según reseña la agencia EFE en una publicación del año 2015.

Estados Unidos se había quedado con la grúa Titán, la única que al parecer seguía funcionando más de 70 años después de ser construida. “Una auténtica 'diosa mecánica', vivió una larga temporada en el astillero militar de Long Beach, en California, pero el 19 de septiembre de 1999 la Armada estadounidense se la llevó a Panamá, pocos meses antes de que el Canal pasase definitivamente a manos panameñas”, relata la agencia.

Su labor consistía, principalmente, en llevar a tierra los botes y los remolques, que operan en la vía marítima guiando a los grandes barcos, para que sean reparados. También, transportaba las pesadas compuertas de las esclusas. “De hecho, su primer trabajo, al llegar a Panamá en 1999, fue colocar dos compuertas en la cámara oeste de las Esclusas de Miraflores, que son las más cercanas al océano Pacífico y a la capital panameña”.