Petra, una de las siete maravillas del mundo

Actualizado
  • 14/08/2018 00:00
Creado
  • 14/08/2018 00:00
El sitio se volvió una próspera ciudad de paso, siendo el centro de comercio de especias que involucraba lugares tan remotos como India, Grecia, Egipto y China

En  2007, Petra fue uno de los ganadores del concurso para seleccionar las Siete Nuevas Maravillas de Mundo. Más de 600 millones de personas votaron en esta elección. El turismo se disparó en Petra y en 2010 recibieron un millón de turistas. Desafortunadamente, la situación en Siria causó inestabilidad en la región, lo que asustó a los turistas. El número de visitantes bajó a 400,000 en  2015. En  2017 lograron 200,000 turistas más.

Jordania es un país que me pareció seguro, a pesar de que tiene presencia militar en sus carreteras. La gente es muy amable, y su dicho favorito es “You are Welcome”.

Nos quedamos en  Seven Wonders Bedouin Camp, donde un guía nos acompañó a entrar por la entrada trasera de Petra, en las cercanías de Little Petra.  Ese día, fuimos los únicos que pasamos por la entrada que conduce al Monasterio. 

Decidimos darnos un lujo y visitar el Mövenpick Resort Petraque, el hotel más lujoso de Wadi Musa, un pueblo junto a Petra. Se trata realmente de un hotel espectacular con un precio acorde. 

Vida nocturna

Durante la noche 1,500 velas son desplegadas, en bolsas de papel, en el trayecto que lleva de Siq a El Tesoro, famoso por la película de Indiana Jones. Me pareció romántico poder caminar por esa antigua ciudad iluminada. Esto ocurre tres veces por semana, los lunes, miércoles y jueves. El recorrido dura dos horas.

El clima nocturno es más fresco. Una bóveda estrellada corona el corredor de más de un kilómetro de largo, conocido como el Siq.

Cuando finalmente arribas a El Tesoro, tienes la opción de sentarte en el piso a escuchar música típica de los beduinos. El Tesoro tiene un frente masivo de 30 metros de ancho y 43 de alto. Pasan personas ofreciendo té de menta de cortesía.

Mención bíblica

En tiempos antiguos, la ciudad era conocida por los hebreos como Sela o Seir. Probablemente, el pasaje más significativo en la Biblia donde se le menciona es durante el tiempo del éxodo, cuando Moisés golpea  la piedra y sale agua. Esto sucedió en Petra. Moisés le pidió al rey Rekem pasar y este rechazó su petición.

Entonces, le tocó a los hebreos tomar una ruta más larga. No podían pelear con los edomitas, porque esa no era la tierra que Dios les había dado. Antes de morir, Moisés puso una maldición sobre la ciudad de Petra y sus habitantes: “entonces nadie vivirá allí; ninguna persona vivirá en ella”. Y así mismo es actualmente.

El hermano de Moisés, Aaron, muere cerca de Petra y en el siglo XIII el sultán Mameluk, Al Nasir Mohammad, construye un santuario en la cima del Monte Aaron, en el rango de Sharah.

Grandeza durante el periodo nabateo

En tiempos antiguos, la ciudad era conocida por los hebreos como Sela o Seir.

Los nabateos (con un poco de ayuda de los romanos siglos después) fueron los que realmente crearon Petra. Fue la capital del imperio entre 400 a.C. (con seguridad 312 a.C) hasta 106 d.C., cuando fue conquistada por los romanos.

Petra se volvió una próspera ciudad de paso, siendo el centro de comercio de especias que involucraba lugares tan remotos como India, Grecia, Egipto y China. La población de la ciudad creció entre 10,000 y 30,000 personas. Cuando la visitas, puedes ver las cuevas en las cuales vivían una encima de otra.

Para mantener su gran población, sus habitantes crearon un sistema hidrológico extenso, que incluía represas, cisternas, canales de agua tallados en roca y tuberías de cerámica. La zona era propensa a las inundaciones repentinas y a través del sistema creado podían tener agua para las sequías.

La ciudad empezó a decaer cuando los romanos tomaron control. Sobrevivió a múltiples terremotos (363 y 551) y el aumento del comercio marítimo le quitó la importancia comercial a la ciudad. Petra alcanzó su punto más bajo al final del imperio bizantino, alrededor del año 700. Desde ese periodo en adelante, la única actividad que se dio fue un puesto de avanzada construido por los Cruzados en el siglo XII.

Apertura al mundo occidental

La ciudad estuvo “perdida” para el resto del mundo por cientos de años. Hasta que fue “redescubierta” por Johann Ludwig Burckhardt, un viajero y geógrafo suizo que se convirtió al islam. Anteriormente, el Dr. Seetzen había tratado de encontrar Petra y fue asesinado.

Johann decidió cambiar su nombre a “Sheikh Ibrahim Ibn Abdallah” y se mudó a Aleppo, Siria, para aprender árabe y estudiar islam. Hizo un par de viajes de prueba pretendiendo que era un pobre árabe. Dormía en el piso y comía con los conductores de camello.

Fue asaltado varias veces por la misma gente que le pagaba para que lo protegieran y eventualmente lo abandonaron en el desierto. Esto sucedió después de Amán, en ruta a Aqaba. Por suerte encontró un campamento de beduinos y consiguió un nuevo guía que le contó sobre las antiguas ruinas. Le dijo al guía que quería sacrificar una cabra para Aaron y lo llevaron por el Siq hasta entrar a Petra en 1812.

Patrimonio de la Humanidad

El nombre Petra se cree que es griego, aunque algunas personas piensan que viene de la palabra arábica “batara” (como Baatara Gorge) que significa “cortar,” ya que la piedra fue cortada. Rekem era otro nombre antiguo para la ciudad. Rekem fue el rey árabe que fundó la ciudad (el que no dejó que Moisés pasara). Su nombre está inscrito en una piedra en Wadi Musa, a lo opuesto de la entrada de el Siq, pero el gobierno de Jordania construyó un puente en ese lugar y se perdió la inscripción.

Petra fue construida en un valle con acantilados de piedra arenisca que van desde los tonos rojos y morados, hasta amarillo y anaranjado. En el siglo XIX, el erudito bíblico inglés John William Burgon la describió como una “ciudad rosa-roja, la mitad de vieja que el tiempo”.

Petra es un parque arqueológico que cubre 264,000 metros cuadrados que son parte de Wadi Musa. La Unesco listó el lugar como Patrimonio de la Humanidad en 1985. Para poder conseguir esta designación, le tocó al gobierno de Jordania sacar a los beduinos de Petra y construirles nuevas viviendas. A pesar de que los sacaron, pareciera que aún viven allí, porque le venden de todo a los turistas y se les puede ver durmiendo en cuevas

¿Qué hay que ver?

En la parte superior de El Tesoro hay una enorme urna con huecos de balas disparadas por los beduinos, quienes pensaban que adentro había un tesoro. En realidad era piedra maciza. No se guardaban tesoros en este lugar, sino que era la tumba de un importante rey nabateo.

Como las tumbas fueron talladas en las mismas piedras, más de 500 lograron sobrevivir todos los terremotos. Desafortunadamente, los ladrones lograron llevarse los tesoros que encontraron en esta antigua ciudad.

Puedes ver un gran anfiteatro romano con capacidad para sentar a 3,000 personas, que todavía está en muy buen estado. Su ubicación es en el pie de una montaña con vistas a las tumbas.

Si no tomas la ruta que hice yo, debes subir 800 escalones para llegar al sitio donde esta el monasterio. Los nabateos le dedicaron este templo al dios Obodas. Durante el periodo bizantino, el monasterio fue utilizado como una iglesia. Llegar hasta arriba es un poco agotador si no lo haces temprano en la mañana. Puedes alquilar un burro para que te lleve en ese trayecto. Además hay camellos y carruajes con caballos. Siempre debes negociar con los beduinos, ya que es como un juego para ellos.

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