Lo mejor del rock portugués

El Rock in Río Lisboa hizo honor a su nombre y como teloneros de los Rolling Stones, estrellas indiscutibles de esta edición, el festival reunió a algunos de los mejores exponentes del género en Portugal. La esperada actuación de la banda británica se dio a última hora de la jornada, al filo de la medianoche, por lo que la organización optó por ‘calentar’ a los asistentes desde horas antes con la programación de varios ídolos locales. También decidió abrir las puertas una hora más pronto de lo habitual, porque se agolpaban varios centenares de personas impacientes por ver a Mick Jagger y compañía.

Como antesala a su concierto tocaron los ‘Xutos e Pontapés’, santo y seña del rock en Portugal después de una dilatada carrera que comenzó hace ya 35 años, período por el que han destacado gracias a sus actuaciones en vivo, con una legión de seguidores que se cuenta por miles.

En el escenario, presentaron su decimotercer y último trabajo, ‘Puro’, que salió a la venta el pasado mes de enero. Autores de éxitos como ‘Maria’ o ‘A minha casinha’, convertidos en himnos para los portugueses, los ‘Xutos’ participan por segunda edición consecutiva en el Rock in Río Lisboa, y como en 2012 volvieron a tocar pocas horas antes del concierto estrella del festival, ya que hace dos años preludiaron al ‘Boss’, Bruce Springsteen.

Con un estilo más tranquilo y reposado ocupó también hoy el escenario el cantante luso Frankie Chávez, considerado una de las mayores promesas del país. Su música, entre el rock, el folk y el blues, ya ha empezado a triunfar a nivel internacional —ayudado en parte por el hecho de que sus letras son en inglés—, y en breve actuará en festivales en Italia y Alemania.

La fusión fue el ‘leit motiv’ de otro de los momentos álgidos de la jornada, cuando el portugués Rui Veloso, el brasileño Lenine y la artista de Benin Angelique Kidjo tocaron juntos. A pesar de que ayer y hoy es día laborable en suelo luso y que su concierto se prolongó hasta la madrugada, la llegada a Lisboa de los Rolling tras siete años de ausencia ha servido para colgar el cartel de no hay billetes.