Por el poder de Shakespeare

Las grandes interpretaciones de la pareja principal de ‘House of Cards’ es uno de los factores que hizo de la serie lo que hoy es; y el papel de Frank Underwood, sobre todo en las primeras temporadas, en las cuales era el protagonista indiscutido, colocó a Kevin Spacey en el centro de la escena.

Pero Spacey no es sólo Underwood o el ganador de un Globo de Oro por su trabajo en House of Cards. Es también ese actor particular que parecía evitar superproducciones de difusión masiva durante los noventa y aún así terminaba en ellas. Es el mismo que consiguió dos Oscar por sus actuaciones en Los sospechosos de siempre (1995) y Belleza Americana (1999).

Después de esa intensa etapa, aún así, cuando todavía estaba en lo más alto de su carrera cinematográfica en Estados Unidos, se fue a estudiar teatro a Londres durante más de una década. Y de ahí venía, de interpretar en el escenario del Old Vic Theatre a Ricardo III, cuando llegó al rodaje de la primera temporada de la serie que le devolvió la fama y no le costó el prestigio.

No es casual que las falsas sonrisas, las miradas cómplices y sobre todo los diálogos a cámara de Frank Underwood nos recuerden a Shakespeare. A fin de cuentas, de ahí es de donde todo proviene.