Los duques de Sussex se divierten en Australia

Actualizado
  • 23/10/2018 02:00
Creado
  • 23/10/2018 02:00
Uno de los actos más aplaudidos de este viaje ha sido la inauguración del memorial Anzac, homenaje a los caídos en Primera Guerra Mundial

Los duques de Sussex, el príncipe Enrique y su esposa Meghan, continúan su viaje de dos semanas por Australia y otras islas con una agenda llena de actos oficiales, concretamente 76 en 16 días.

En el quinto día de su visita al país oceánico en su primer viaje oficial, los duques inauguraron la ampliación del memorial Anzac (Australia and New Zeland Army Corps), ubicado en un parque de Sídney desde 1934 para rendir homenaje a los militares del país muertos durante la Primera Guerra Mundial.

Enrique, vestido de uniforme militar tropical, descubrió una placa que rezaba ‘Abierto por el nieto de una Reina', que emula la placa descubierta hace 84 años por otro príncipe Enrique, el duque de Gloucester, que decía ‘Abierto por el hijo de un Rey'.

El príncipe y Meghan, que vestía de negro, depositaron un ramo de flores autóctonas de Australia y guardaron un minuto de silencio en el memorial, acompañados del primer ministro del país, Scott Morrison, y la jefa del gobierno del estado de Nueva Gales del Sur, Gladys Berejiklian.

Mientras que el cuarto día, los duques de Sussex se reunieron con integrantes de OneWave, un grupo comunitario de surf que promueve la salud mental y el bienestar personal, durante la llamada sesión ‘Fluro friday' (viernes fluorescente), en el que se conversa de asuntos personales. Junto a los cofundadores de OneWave, Grant Trebilco y Sam Schumacher, los duques, que recibieron coronas hawaianas, participaron sentados en la arena y formando abrazados con un grupo de locales el llamado círculo ‘anti malas vibras'. Meghan, que lucía un vestido marrón a rayas del diseñador australiano Martin Grant, comentó en esa sesión que se despertó a las 4:30 de la madrugada para practicar yoga de la que destacó que ‘es muy buena para sanar la mente', según dijo la prensa local.

El día de ayer el príncipe Enrique visitó la isla Fraser, la isla de arena más grande del mundo y en cuya agenda se ausentó su embarazada esposa Meghan.

Inscrita por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad en 1992, la isla Fraser, en el oriental estado de Queensland, cuenta con 1,630 kilómetros cuadrados de naturaleza salvaje donde destaca la jauría de dingos o perros salvajes australianos. Enrique ya visitó la isla K'gari, como la conocen los aborígenes y cuyo nombre se traduce como ‘paraíso', en 1994 junto a su padre, el príncipe Carlos, informó el canal ABC. En esa ocasión, el duque de Sussex formó parte de un programa de conservación y degustó un menú formado por comida tradicional de la región, en el que se incluyó bayas y carne de cocodrilo, entre otros ingredientes.

El Palacio de Kensington anunció la víspera que aunque Meghan también viajará a la isla, ella no seguirá la agenda oficial de la visita. Australia es la primera etapa de esta gira por Oceanía de los duques de Sussex que también les llevará a Fiyi, Tonga y Nueva Zelanda y regresarán a Sídney para el cierre de los Juegos Invictus para militares y veteranos discapacitados.

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