De México, ¡con mucho cariño!

Paredes con un naranja muy vistoso, mesas en azul eléctrico y detalles florales fluorescentes marcan el tono de alegría en El Cariño, cantina mexicana ubicada en el Casco Viejo que recién abrió sus puertas el pasado viernes. De hecho, nuestra entrevista se realizó ese mismo día, mientras un afanado equipo de trabajo daba los toques finales al local, tanto en su interior, como en las mesas al aire libre, con vista al skyline de la ciudad moderna y a los edificios coloniales del área. Un balcón en el primer alto del edificio, ubicado en la calle 13A , justo frente al Parque Centenario completa los ambientes que se prestan tanto para una salida familiar o para una noche de diversión, con sobreros charros, y shots de tequila incluidos.

Free and Green ya estableció presencia en Panamá con Mc Carthy's y la expansión del grupo, dedicado a la operación y desarrollo de conceptos de entretenimiento se da tanto en Panamá como en Colombia, en esta ocasión con El Cariño, marca ya muy conocida en México.

“La idea es aportar la cultura que tenemos con México a Panamá. Tenemos muchas similaridades aunque con una forma diferente de hablar”, comenta Ricardo Luna, Director de Marca de El Cariño. “El picor creo que más nos aleja (ríe) pero platicando con panameños hacemos buen match. Entonces llegamos acá, aportamos nuevas experiencias y vamos incluyendo elementos nuevos, por temporada”, explica.

La intención, de acuerdo con Luna es cada cuatro meses, sumar elementos al muy variado menú que ofrecen para que al público no le falten razones para volver.

El chef Kevin Andrade tiene poco más de una semana de estar en Panamá, pero su experiencia en los fogones de El Cariño, en México, le hacen moverse con gran agilidad en la cocina, preparando platos que conoce muy bien, no solo por pertenecer a un menú estructurado sino por tratarse de platos muy emblemáticos de su país.

La selección de los platos, comenta el chef, recae principalmente en lo que pretende ofrecer El cariño, como cantina y botanero. “Queremos tomar platos representativos de la gastronomía mexicana en la línea cantinera, de la convivencia, de los tragos, una comida vasta y hasta cierto punto grasosa para que acompañe bien a los tragos, para incitar a la convivencia a compartir. En el menú hay muchos platos al centro, como las chalupas”.

La carta se pasea por una diversidad de platos de diferentes regiones mexicanas. “Tenemos platos del sudeste, del centro, del Bajío, del estado de Michoacán, tratamos de transmitir la esencia de lo que es México, desde el punto de vista de El Cariño, de su gastronomía”, dice orgulloso Andrade.

La carta se divide en los clásicos apartados de entradas, comidas, postres y bebidas. Dentro de las entradas están las chalupas, unos sopes de cochinita; tacos ya sea de carnitas, arrachera, picaña o de cochinita, sopa azteca y consomé de carne.

En las comidas destacan las tortas, parrilladas, productos del mar, que incluyen los tacos de pescado o de camarones al estilo Baja, tiras de pescado y un fresco ceviche. Completan la oferta unos trompitos, porciones individuales de carne al pastor.

Entre las recomendaciones está la parrillada norteña, la torta de cochinita pibil, la arrachera (entraña) y de todos los platos, el chamorro de cerdo.

El chef Andrade nos recibió con unas chalupas, originarias del estado de Puebla. Son tortillas de maíz fritas en manteca de cerdo, bañadas en salsa roja o verde, servidas con cebolla morada y carne de res desmechada. La salsa suaviza las tortillas y les aporta un rico sabor.

Continuamos con unos sopes de cochinita. La cochinita pibil es uno de los platos más emblemáticos del sudeste mexicano. La salsa cuyo principal ingrediente es el achiote baña la carne horneada por horas. Los sopes llegan montados con frijoles fritos y la cochinita, coronados con la tradicional salsa x nipec (cebolla encurtida con naranja agria, especias y habanero).

El siguiente plato, unos tacos de carnitas: cerdo confitado, incluyendo los cueritos. El cerdo, muy jugoso, se deshace con facilidad. Lo acompaña un limón para balancear la grasa del plato.

Y finalmente, llega la estrella del menú: un chamorro de cerdo confitado. El plato se acompaña de frijoles refritos, guacamole y cebollas cambray caramelizadas. El hueso del chamorro (pantorrilla) se separa sin esfuerzo alguno. Con el tenedor se deshebra la carne que puede comerse sola o acompañada de unas tortillas para taquear.

“El plato favorece la experiencia de compartir. La carne pegada al hueso es muy rica, y tiene un sabor diferente y lo compartes. Se puede servir ya deshuesado y limpio, para comer como lo prefieras, ya sea con las tortillas, solo o con un poco de salsa y limón”, dice Luna.

Para el chef, este es el mejor plato del menú, es el favorito en México, un plato estandarte, y aquí en Panamá ya ha recibido muy buenos comentarios.

No se puede hablar de una cantina mexicana sin cervezas, tequila y mezcal. La barra de El Cariño es muy completa. Además de cervezas locales e importadas, por supuesto mexicanas, se suman los destilados más populares y deliciosos cocteles como el “cantarito”, servido en vaso de barro.

La intención es que todo comensal se sienta a gusto y disfrute de un momento -que se puede extender por muchas horas- divertido.

“Ofrecemos experiencias con caja de toque, pirinola, también se hacen volados y si ganas tienes un premio, peor si pierdes... un castigo”, menciona Luna.

En cuanto a la música, habrá mariachi, norteño o dj, además de espectáculos de tributo. “El primero será el 28 de abril, un tributo a Christian Nodal”, informa. “Siempre habrá experiencias diferentes, ya sea porque vengas por la comida en el día o por el espectáculo en la noche. “Hay que tener rumba, los panameños son de rumba, así es que vamos a hacer que la pasen bien”, concluye.

El Cariño está abierto al público de 1:00 de la tarde a 1:00 de la mañana y ofrece servicio de valet parking.