Lida Castillejo: 'Le hemos dado la espalda a la naturaleza, pero ella prevalecerá'

Actualizado
  • 01/12/2020 00:00
Creado
  • 01/12/2020 00:00
La artista multifacética y activista ambiental colombiana, lleva radicada en Panamá una década y se ha involucrado en la investigación y protección de la biodiversidad natural istmeña. Sus pinturas se han centrado en destacar las especies endémicas y la importancia de mantener vivos los ecosistemas naturales a través de la participación ciudadana

“No somos el centro del mundo y lo hemos aprendido a las malas”, indicó en una entrevista telefónica la artista colombiana radicada en Panamá Lida Castillejo, sobre la situación actual de la pandemia y cómo el abuso a la naturaleza ha sido el “catalizador” de diversos males que sufre la población mundial. 

Castillejo, pintora de vocación y activista ambiental, se ha dedicado a concienciar a las personas a través de su arte y brindado su ayuda en diversos colegios públicos del país. Tras llegar al istmo hace una década, la artista se enamoró de la biodiversidad local, centrando sus pinturas en destacar la flora nacional desde guayacanes hasta flores endémicas que “muchos ignoran a plena vista”. Sus esfuerzos por llevar a las personas a tomar conciencia de la naturaleza le han conectado con instituciones de investigación científico ambiental en el país, a las que considera “los verdaderos héroes” dentro de la protección de los ecosistemas. 

Tras una carrera detrás de las cámaras en la industria cinematográfica en Colombia, Castillejo se ha volcado enteramente al “poder del arte” y con sus trazos ha pintado la selva de Darién en su más reciente serie, cuya obra principal, 'Chucanti', se presentó en la subasta The Casco Door Project, realizada por la Asociación de Vecinos y Amigos del Casco Antiguo (Avaca) y que podrá ser visitada hasta el 21 de diciembre.

Castillejo se ha desempeñado como pintora, directora de arte y vestuario en la industria cinematográfica, y activista ambiental por más de una década.
Ha trabajado creando espacios artísticos para la gran pantalla, ¿qué lecciones aprendió en su tiempo como directora de arte y vestuario en la industria cinematográfica?

En Colombia, antes de llegar a Panamá trabajé en largometrajes, producciones internacionales y en una serie de televisión regional. Allí me desarrollé como directora de vestuario y arte, dando rienda suelta a mis conocimientos de escenografía tras trabajar muchos años en teatro. 

Considero que el cine es la suma de todas las artes, ya que incluye la pintura, la escultura, escritura, fotografía, música, actuación, y se utiliza de todas las formas posibles, más que nada en la dirección de arte, ya que se logra obtener la atmósfera deseada para la cinta. Sin embargo, lo que diferencia el trabajo para cine del artista plástico es que en el cine se hace todo en beneficio del proyecto y de la historia que cuenta, mientras que como artista el trabajo es íntimo, plasmando tus emociones y sentimientos, lo que te preocupa o te interesa, y es la forma de contar tu historia y lo que te rodea en ese momento. 

Aprendí que al trabajar creando arte para otros no llegas a conocerte tan bien, pero también que cuando exhibes tu obra finalizada, esta ya no es parte únicamente de ti, sino que abres la puerta de tu corazón a los demás, haciéndote vulnerable y fuerte a la vez. Con el arte no hay que pensarlo mucho, es una conexión emocional que se crea entre la persona y la obra, capaz de contar la historia de las sociedades, la cultura y lo que pasamos en el día a día.

En medio de la pandemia la naturaleza nos ha hecho un llamado de atención, ¿considera que hemos escuchado?

La pandemia es consecuencia del abuso que se ha llevado a cabo por la mano del hombre a la naturaleza. No podremos saber cuánto nivel de conciencia ha adoptado la sociedad hasta que pase un tiempo postpandemia para ver los resultados. Como optimista, espero que la gente haya despertado y se haya dado cuenta de lo importante que es preservar la vida silvestre, la fauna y la flora, porque estamos a tiempo de girar el rumbo para un mejor planeta.

Aún así, la humanidad tiene el mal hábito de una memoria a corto plazo en medio de un mundo que cambia con cada segundo y con cada nueva situación que opaca la anterior. Los gobiernos están intentando cambiar el panorama ambiental de sus países, y este tiempo ayudó a dejar en evidencia la destrucción de la naturaleza en diversas naciones y las poblaciones empezaron a levantarse en protesta contra hechos ilícitos en contra de la naturaleza. 

Las leyes de protección animal –tanto doméstica como silvestre– requieren mano firme y un compromiso real desde la ciudadanía hasta las autoridades. Pase lo que pase, la naturaleza va a seguir ahí y triunfará por encima de nosotros.

¿Cómo se puede transmitir a la población la importancia de mantener viva nuestra biodiversidad?

Se empieza por la niñez, en la educación primaria, donde los niños deben aprender a respetar y amar toda la vida que les rodea, los animales, las plantas y las personas. Es importante recalcar la educación ambiental, tener parámetros que les permitan conocer las especies endémicas del país para que puedan apreciarlas y, por ende, protegerlas. Me interesa la protección de los bosques y los animales, Panamá es un país privilegiado con bosques primarios de todos los tipos, es algo que merece más atención de la que se da. 

Si la gente logra entender las maravillas que hace la naturaleza por nosotros, se reduciría su destrucción. Cualquier ser vivo es fascinante desde lo que significa, lo que es y lo que hace. Los nuevos descubrimientos nos deben hacer entender que no somos los únicos seres vivos en el mundo y debemos respetar. Estuve dictando clases a niños en riesgo social de la escuela Nuestra Señora de la Merced, donde durante el año escolar y las vacaciones aprendieron sobre la biodiversidad, haciendo actividades que les permitieron acercarse a la naturaleza propia del país. 

Cuando le enseñas a alguien la realidad detrás de algo tan importante como la fauna y la flora, siembras en ellos el respeto y el amor por aquellos factores. El gobierno debe apresurarse a aprobar la implementación de la ecología en los colegios nacionales. Son pasos adelante para garantizar un futuro más sostenible.

En medio de un diálogo nacional que apuesta por la Panamá agropecuaria, ¿cuáles serían sus recomendaciones para una transformación en la protección ambiental?

Estamos en un momento en el que comprar local y productos de estación debe ser la vía urgente en la cual dirigirnos para hacer crecer el amor y la apreciación por los pequeños productores, los agricultores y la distribución de los productos desde el corazón del país.

Primero, hay que cambiar las formas de cultivo que tenemos actualmente, la erosión por la tala de árboles y el cultivo excesivo dentro de una misma área debilita la tierra sobre la cual se sostienen las viviendas, para evitar deslizamientos. Así mismo, poner en marcha planes de protección del mar y aumentar la educación en la preservación de las especies marítimas y terrestres. Necesitamos mejores formas de cultivo que garanticen la producción de alimentos, pero a su vez que ayuden al fortalecimiento de la tierra y sus nutrientes, sin la erosión de la misma por un mal desempeño. 

Durante este tiempo se ha hecho evidente la necesidad de proteger a los pequeños productores y de capacitarlos mejor para hacer frente a los fenómenos naturales inesperados.

¿Cuáles son las lecciones más importantes que ha aprendido durante su investigación sobre especies endémicas panameñas?

Es un campo muy amplio y siempre te sorprendes de las muchas cosas que aún faltan por descubrirse dentro de los bosques nacionales. Las comarcas indígenas tienen un gran papel dentro de la protección de las especies de fauna y flora, así como los investigadores profesionales que se preocupan por mantenerla resguardada de las amenazas externas. 

Si algo podemos aprender de los pueblos originarios es su educación en cuanto a la protección de la naturaleza y el vivir en armonía con ella, lo que nos hace falta al resto de la población. No podemos seguir dándoles la espalda, sino buscar formas de apoyarlos masivamente, así como a las investigaciones científicas con respecto a esta materia. No tenemos necesidad de esperar siempre a que el gobierno sea el que dé los pasos, sino que todos dentro de la ciudadanía debemos tomar las riendas y dar pasos pequeños para crear un impacto mayor. 

Los verdaderos héroes no son quienes se sientan a esperar a que otros hagan algo, sino quienes hacen algo para el cambio. Debemos aprender como nación, a observar los buenos ejemplos de otros países en cuanto a agricultura, ganadería, reducción de desechos y prácticas verdes para propiciar una mejor calidad de vida para la población y la biodiversidad.

¿Cuáles son sus proyectos actuales?

En estos momentos me encuentro pintando una colección basada en la selva de Darién y en la comarca Emberá Wounaan llamada, 'La selva desaparece... pero al final la naturaleza prevalece'. Luego daré un salto a pintar animales endémicos de Panamá, lo que será la primera vez en la que pinto fauna, de todo tipo de especies.

A través del arte busco educar a las personas para conocer más acerca de los bosques, la fauna y los proyectos que las instituciones de protección e investigación llevan a cabo para cuidar los ecosistemas. Dentro de mis planes está seguir ayudando a los niños y jóvenes a aprender sobre las especies endémicas.

Ahora, después de este periodo de prueba, debemos resurgir entendiendo que no somos el centro del mundo y que debemos darle una oportunidad a la naturaleza de volver a sanar nuestro planeta, sanándola a ella.

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