Fundadora de 'La guía del foodie': 'La gastronomía panameña es una fusión de tantas culturas, que cuentan la historia del país'

Actualizado
  • 16/11/2021 00:00
Creado
  • 16/11/2021 00:00
Corina Briceño procura acercarse a la gastronomía para contarla, a través de su medio digital. Además de ser periodista, es una 'comelona de oficio' que desmenuza nuestra cultura culinaria, dejando a un lado lo básico
Corina Briceño, durante la entrevista con 'La Estrella de Panamá'.

Corina Briceño (Caracas, 1986) supo enfocar muy bien su mirada periodística en un universo inexplorado en el país. Hace seis años con la premisa: “buscar lo diferente”, comenzó a reseñar restaurantes locales en un blog. Además de saltar a Instagram, donde ya tiene más de 15 mil seguidores, hoy su espacio ya es una página web independiente: laguiadelfoodie.com, recientemente galardonada como Medio Digital en Positivo 2021, en los premios Panamá en Positivo. Corina escribe, con el rigor irrenunciable del oficio, sobre restaurantes, platillos y sitios interesantes. También sobre quienes tienen la responsabilidad de impresionar a los comensales. Y como si esto fuera poco, expone el emprendimiento culinario tan experimentado en estos tiempos pandémicos.

Corina es una joven que denota su vocación de resistencia. Puede que aparente ser seria y tímida, pero cuando comienza a hablar es cálida, discursiva y apasionada. Charlamos con ella en un salón acogedor de Annie & Motts, en El Cangrejo. El lugar, decorado con un escaparate blanco repleto de tazas de té de muchos colores, era propicio para hablar largo, hondo y tendido sobre nuestro tesoro culinario, “dotado de múltiples culturas”. Corina sabe bien que al panameño le encanta comer, también un buen café, un buen vino o cerveza. Además, sabe que emprender es resistir. Contra las situaciones difíciles, contra lo aburrido, contra la duda misma. Su proyecto es el ejemplo.

Te defines, en tu biografía de La guía del foodie, como 'una comelona de oficio' –que por cierto, mantiene muy bien su figura–.

Corina Briceño es periodista. Le gusta mucho el periodismo, es su carrera, y comelona de oficio porque siempre me ha gustado mucho comer aunque la gente me vea y crea que no, que es todo lo contrario por mi contextura. Pero me encanta comer y no engordo, tengo esa bendición. Me gusta muchísimo descubrir nuevos lugares, nuevos restaurantes. Hablar un poco de qué hay detrás de ese restaurante y de lo que hay detrás de ese restaurante. Al fin y al cabo un restaurante es un emprendimiento y tiene su historia. Y me ha encantado eso: contar todo eso a través de La guía del foodie.

¿Qué recuerdas de tu niñez? Esa primera vez que entraste en una cocina y probaste un plato que te fascinara.

(suspira) En mi casa siempre se cocinó muy rico. Mi papá y mi abuelo siempre fueron dos foodies y no lo sabían. Les gustaba muchísimo comer. Cocinaban, a diferencia de mí; yo no aprendí y no he logrado aprender. Parte de ese desarrollo del gusto por el buen comer, claramente vino desde mi casa. Comía muy bien, muy sabroso. Siempre una comida muy completa, afortunadamente una comida de proteína, carbohidratos y ensaladas. Para mi papá siempre es muy importante saber qué vamos a comer. Nos parecemos en muchas cosas, y esa es una. Yo estoy desayunando y ya estoy pensando en el almuerzo. De ahí vienen esas ganas de comer, de probar, de explorar nuevos platos.

Y entonces llevaste esa inclinación para gestar 'La guía del foodie'...

Al crear La guía del foodie entró la constancia y la disciplina. Tener foco en el proyecto, a quién le quieres llegar. Qué quieres contar. He aprendido en estos seis años que hay que saber de qué se va a hablar y de qué no. La guía del foodie comenzó como un blog gastronómico, ahora me gusta llamarlo medio gastronómico, medio independiente, un medio digital. Mucha gente piensa que solamente es una cuenta en Instagram. En laguiadelfoodie.com te cuento la reseña completa del restaurante. Hay información de eventos gastronómicos, entrevistas a chefs.

¿Hay compromiso social?

Hay también un compromiso social que se ha reforzado mucho principalmente en dar a conocer esas propuestas locales, de mostrar al producto local, de mostrar al emprendedor que está saliendo adelante con su proyecto. Hubo muchas personas durante la pandemia que se pusieron a cocinar para sobrevivir, y siempre habían querido tener un producto y una marca y nunca se habían dedicado a hacerlo. Tuve la oportunidad, porque muchísimas de esas personas confiaron en mí, de convertirme en una ventana para exponer todo lo que estaba haciendo tanta gente. Productos caseros, recetas de familia... He hecho mucho hincapié en mostrar el producto local, restaurantes locales. De verdad que La guía del foodie ha tenido esa intención: de mostrar lo hecho acá.

Sabemos que el concepto de 'foodie' se expandió en las redes sociales, pero ¿qué significa este término?

Lo diría muy sencillo: es una persona a la que le gusta mucho comer. Es una persona aficionada al buen comer, siempre está cazando nuevos restaurantes, que quiere saber y descubrir las nuevas tendencias de la gastronomía. En mi opinión, no necesariamente tiene porqué saber cocinar: hay muchos cocineros que son foodies, pero no todos los foodies tienen que ser buenos cocineros. La palabra foodie sí ha tenido mucho ruido en las redes sociales en los últimos años. Se convirtió en una etiqueta en las redes para compartir contenido sobre comida. Aunque ese término viene desde hace mucho tiempo, en la década de 1980 apareció por primera vez en un libro. En 1984, cuando Paul Levy y Ann Barr la utilizaron en su libro The Official Foodie Handbook (El manual oficial para los foodies) en esa época no había redes sociales y obviamente ese término no tenía tanta difusión. El foodie no se debe comparar con el periodista gastronómico o crítico gastronómico, son cosas distintas.

¿Crees que la fiebre del 'foodie' ha llegado para quedarse o es más que un postureo en las redes sociales?

Llegó para quedarse, por supuesto, y como lo estábamos hablando anteriormente estas plataformas, esas redes sociales, no solamente Instagram, en Tik Tok ves a mucha gente haciendo reseñas de restaurantes en videos, cada vez hay más personas y más cuentas enseñando historias, contando platos. Es una comunidad ya global que está conectada gracias a las redes y que somos –todos a la vez– un grupo al que le gusta comer y recomendar, que se está consolidando.

A la hora de elegir un restaurante, ¿improvisas o prefieres que siempre sea uno con buenas recomendaciones?

Hay una gran parte de reporteo básico que hace todo periodista. Salir a la calle, ver qué está creciendo, qué hay de nuevo. También dentro de la comunidad foodie hablamos muchísimo de nuevos proyectos. Es estar constantemente muy alerta a lo que viene. Es tener ese olfato periodístico. Pero lo que sí me gusta es exponer lugares que realmente sean diferentes. En Panamá tenemos una oferta de restaurantes grandísima y muy variada. Y parte de lo que a mí me parece interesante de la gastronomía panameña es una fusión de tantas culturas, que su resultado te vuela la cabeza. Es una fusión de diferentes corrientes culturales y gastronómicas que hace que la comida de Panamá te cuente la historia del país. El desayuno panameño son las tortillas con salchichas guisadas, pero también dim sum un domingo. Tú dices: ¡Wao!, cómo abrazaron y cómo adoptaron esta comida que originalmente es de otro grupo y lo hicieron suyo. Al igual que la influencia afroantillana, que es muy interesante. La gastronomía es eso, es historia, es cultura.

¿Qué hace de tu contenido que la gente lo considera diferenciador?

Cuando voy al restaurante me gusta indagar mucho más sobre la propuesta, hablar con el chef, revisar el menú, probar varios platos, normalmente necesito hacer primero esto para luego decidir si es un lugar al que vale la pena darle exposición o recomendarlo. Así que si es algún lugar que me gusta, porque está claro que yo recomiendo lo que me gusta y lo que me parece que es una buena propuesta que los demás deberían conocer, entonces voy nuevamente o contacto al chef y le digo que me gustaría hacerle una entrevista. Hay que contar más allá de postear una foto.

Muchos jugamos a eso en las redes...

Sí era lo que te decía, yo no juego a ser crítica gastronómica y eso lo dejo muy claro, porque no se hace critica gastronómica a través del Instagram, no es un canal para eso.

¿Cuáles son los lugares autóctonos que aún quedan por descubrir?

Me quedan por descubrir muchos lugares, sobre todo del interior del país, donde creo que hay muchas tradiciones y recetas que aún se conservan, pero que si no se les da esa exposición o si no vas tú a probarlo, desaparecen, como todo. Entonces, yo creo que allí está parte de un trabajo que quiero hacer. Me encantaría irme a hacer un viaje por el interior del país e ir a esos lugares donde están esas señoras cocinando, abuelas, mamás, tratando de alguna manera de resguardar esas recetas y pasarlas de generación en generación para que no se pierdan. Hay que mostrarlas al mundo.

¿Cómo es el comensal panameño?

Bastante exigente, cada vez más, le gusta exigir un buen servicio, le gusta exigir una buena comida; que realmente yo esté pagando por lo que estoy recibiendo a cambio, y eso está bien porque creo que claramente motiva al servicio del restaurante a mejorar y ofrecer eso. Pero como te decía, veo que la oferta de restaurantes aquí varía muchísimo, es muy dinámica, siempre hay más de un proyecto, siempre hay más de un restaurante, siempre hay lugares nuevos donde comer, e incluso me he sorprendido porque este año, que ha sido un año duro y difícil, han abierto nuevos restaurantes. Ha habido nuevas propuestas, entonces son personas que realmente están apostando por el mercado local, y están contribuyendo a que la oferta gastronómica sea aún más amplia y variada.

El futuro del sector restaurador, ¿cómo lo ves?

Se está reactivando. Las personas han vuelto a salir a los restaurantes. Los restaurantes han estado muy activos por los menos en los últimos seis meses y eso claramente los ha ayudado después de estar tanto tiempo con las puertas cerradas, así que yo sí veo que para el año que viene va a ver un crecimiento positivo, habrá un poco más de recuperación de ese lado, no solamente de restaurantes sino de hoteles y esto ha sido por el apoyo de las personas que han vuelto a salir y han vuelto a comer su plato favorito en su restaurante favorito, y lo estoy viendo, está pasando afortunadamente, así que creo que vamos por buen camino a la recuperación.

¿Qué no le debe faltar a un restaurante en su cuenta de redes sociales?

La fotografía vende mucho. Yo como mucho con la fotografía y la presentación de los platos debe ser impecable.

Vamos con unas cuantas preguntas cortas:

¡Vamos!

Un restaurante imposible de olvidar.

Va a sonar contradictorio porque no recuerdo el nombre, pero fue un restaurante en el barrio chino de Buenos Aires. Un restaurante de comida thai que me encantó, comimos en el piso muchísimos platos a la vez.

Una comida que repitas sin cansancio.

La verdad es que yéndome al lado del fast food, me encanta la pizza,

¿Existen los éxtasis u orgasmos culinarios?

Totalmente, inolvidables. (risas)

¿Qué chef panameño crees que transmite mejor la cultura gastronómica?

Tendría que mencionar varios, pero Joseph Archbold es un ejemplo. También Francisco Castro, José Olmedo y por supuesto Mario Castrellón. Y claro, Carlos 'Chombolin'.

Llegó el momento de la recomendación. Recomienda a nuestros lectores un sitio para un 'brunch' una buena merienda y una cena.

Un sitio para un brunch de verdad me gusta mucho un lugar en el Casco Antiguo que se llama Mahalo, es un lugar muy bonito.

Una merienda, me encanta Cuquita Cookita, soy su fan, la admiro muchísimo y es también parte de esa vieja escuela que sembró esta cultura de amor por el producto local y soy muy admiradora de ella, me encanta su restaurante para eso, para tomar el cafecito y el dulcito, además que ella tiene un estilo muy coqueto y singular bellísimo, muy de ella.

Y de la cena, que es lo más difícil, pudiera hablar de Íntimo, que fui hace poco, Maito, y una cena más informal pero me encanta ese lugar, La tapa del coco con el chef Isaac.

Y ahora también eres famosa por los 'food tours'... Por último, me cuentas un poco de esta faceta...

Los food tours usualmente son una vez al mes. Y son para grupos pequeños, máximo seis. Comencé a hacerlos en 2019 y hasta la fecha más de 100 personas han participado entre panameños y extranjeros. Lo más satisfactorio es saber que estas personas confían en La guía del foodie y prueban nuevos restaurantes que no sabía que existían. Cuando veo que regresan y se convierten en clientes fijos me digo que cumplí el objetivo de apoyar a los propietarios de restaurantes, promover la oferta culinaria y dar a conocer la gastronomía local. ¡Eso es muy gratificante!.

¿Cómo te encontramos? 

@Guiadelfoodie, en Instagram, y en mi web laguiadelfoodie.com.
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