Destino turístico y ecológico

PANAMÁ. Un recorrido de cuatro horas por el Parque Nacional Marino Golfo de Chiriquí, a bordo de una lancha con motor fuera de borda, nos dio la oportunidad de reconocer la riqueza biológica del sitio y de visitar dos de sus paradisíacas islas.

El lugar es refugio de muchas especies de peces como pargos, corvinas, meros, etc. También habitan moluscos, pulpos, calamares, camarones, lo que representa un atractivo para los turistas, la pesca artesanal y un medio de subsistencia para los moradores del lugar.

Conservar la belleza de la zona insular y preservar las especies que habitan en el parque marino es una prioridad de organizaciones ambientalistas como MarViva, que une esfuerzos con la Autoridad Nacional del Ambiente para lograr este objetivo a través de una alianza que establece el uso sostenible de los recursos de la zona. Promover los parajes turísticos forma parte también de esta iniciativa.

El Golfo de Chiriquí, cuya extensión es de catorce mil setecientos cuarenta hectáreas comprende áreas insulares de gran belleza e importancia turística como Games, Paridita, Santa Catalina, Carey hembra, Carey macho, Berraco, Los Pargos, Ahogado y Bolañitos, por mencionar algunos.

Su mayor atractivo radica en los enormes arrecifes de coral que posee y que representan la conservación de la biodiversidad de la fauna marina en el golfo y un atractivo para el buceo.

Sus playas caracterizadas por aguas cristalinas y arenas blancas la han convertido en uno de los sitios más visitados por los amantes del sol, la brisa, la naturaleza y el mar.