Corales amenazados por El Niño

Actualizado
  • 13/01/2010 01:00
Creado
  • 13/01/2010 01:00
PANAMÁ. Era el verano de 1983, una fuerte sequía azotaba distintas regiones del mundo. El clima estaba enrrarecido.

PANAMÁ. Era el verano de 1983, una fuerte sequía azotaba distintas regiones del mundo. El clima estaba enrrarecido.

La escasez de lluvias y las altas temperaturas predominaban en el sofocante clima panameño. El Fenómeno de “El Niño” hacía de las suyas en la vertiente del Pacífico. En la tierra los cultivos y la ganadería eran afectados. En el mar, las cosas no eran mejores. El calentamiento de las aguas provocó una alta mortalidad de corales en Costa Rica, Galápagos y Panamá, explicó Ángel Vega, biólogo marino de la Fundación MarViva de Panamá. En el Istmo, dos de los más importantes ecosistemas fueron afectados. En el peor de los casos el 83.1% de los corales del Parque Nacional Golfo de Chiriquí sufrió blanqueamientos. En el Parque Nacional Coiba (PNC), la situación no era alentadora.

Desde entonces hasta el día de hoy, los corales muestran un alto nivel de recuperación. Un estudio científico realizado por el biólogo marino del Instituto de Investigaciones Tropicales (STRI, por sus siglas en inglés), Héctor Guzmán, así lo revela.

El estudio del biólogo detalló que entre Punta Burica y Punta Mala se establece una cobertura de coral vivo de 34.5%, con valores elevados en algunos lugares hasta de 84.4%.

Otro estudio más reciente de Guzmán en Coiba reveló la recuperación de un 3% en los corales vivos. Además, de los corales también se recuperan especies marinas que habían desaparecido, sentenció Vega.

Este resultado fue considerado de muy positivo por los científicos que participaron en el estudio, tomando en cuenta que el sitio reúne la mayor cantidad de corales blandos y duros del Pacífico Tropical desde México hasta Ecuador.

NADA QUE HACER

Frente a la presencia de un nuevo evento “El Niño”, la amenaza de pérdida en la biodiversidad de corales es latente. Más cuando “no se puede hacer gran cosa contra” un evento natural, advierte Vega.

La duración y la intensidad del fenómeno meteorológico son vitales para determinar la vida o la muerte de los organismos marinos, detalló.

Si “El Niño” se prolonga puede irrumpir en la relación simbiótica que sostienen los corales con zooxantelas (pequeñas algas microscópicas) y provocar la muerte en los organismos marinos continúa explicando el biólogo marino de MarViva a La Estrella.

También la sobrepesca, el turismo descontrolado, la recolección de corales y peces de arrecifes aumentan la susceptibilidad de los arrecifes a eventos naturales por estar sometidos a estrés. Éstos son factores antropogénicos que contribuyen a la pérdida de la biodiversidad. “Contra esas actividades sí se puede luchar para proteger los sitios identificados como de alta diversidad”, advirtió Vega.

Para el biólogo la conservación de los ecosistemas es muy importante tomando en consideración que el PNC tiene la cobertura de coral y la diversidad más alta del Pacífico Americano, puntualizó Vega.

CRECE UNA ESPERANZA

El biólogo explicó que el fenómeno meteorológico actual presenta una intensidad moderada, lo que nos indica que podría ser menos severo que años anteriores. Esto es un buen augurio. Y es “el efecto sobre corales no debería ser tan intenso como los del 1982-1983”.

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