Centroamérica, cada vez más vulnerable a fenómenos naturales

Actualizado
  • 03/02/2017 01:01
Creado
  • 03/02/2017 01:01
Según los especialistas, en los últimos 60, años el cambio climático ha incrementado los acontecimientos extremos

En los últimos 60 años, Centroamérica se ha vuelto más vulnerable a los fenómenos naturales como las altas temperaturas en las zonas costeras, menos precipitaciones y el aumento de huracanes por el cambio climático, pero será capaz de mitigarlos con una adecuada gestión de los humedales.

Así lo señaló el asesor de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), Alejandro Jiménez, durante el foro internaciomal ‘Humedales para la reducción del riesgo de desastres' que se celebró ayer en Panamá y en donde además explicó que los efectos del cambio climático se han visto más marcados en la región centroamericana desde el año de 1950 hasta el 2010.

Los estudios indican que el Pacífico y el Caribe centroamericano han logrado un calentamiento de hasta 2 grados centígrados y pueden alcanzar hasta los 4,2 grados centígrados en el futuro si no se toman acciones, dijo el científico.

‘El aumento de huracanes tiene implicaciones sobre el cambio climático en términos de que si el mar Caribe se calienta más es muy posible que se generen más huracanes fuera de temporada, ya sea al final o al principio de la época regular y con mayor impacto', señaló el especialista, recordando el impacto que causó el huracán Otto (en noviembre del 2016) y y que afectó las fronteras de Costa Rica y Nicaragua.

‘Existe la necesitad de establecer políticas muchos más exigentes para la gestión de los huemdales',

ALEJANDRO JIMÉNEZ

ASESOR DE LA UICN

Añadió que la agricultura de monocultivos tiene un alto impacto en los humedales y ríos adyacentes, por el cambio en la dinámica hídricaque ha influido en las inundaciones y huracanes.

Por otro lado, mencionó que las condiciones socioeconómicas, la organización territorial y la falta de gobernanza para atender los riesgos de desastres son otro factor que hace a los países de la región más vulnerables a los fenómenos climáticos.

En ese sentido, Jiménez y la ministra de ambiente, Mirei Endara, resaltaron el papel esencial que desempeñan los humedales en pro de la sobrevivencia de humanidad, particularmente la reducción del impacto de acontecimientos extremos como inundaciones, sequías, ciclones, y otros desastres naturales sobre las poblaciones, ya que incrementan su resiliencia.

‘La conservación de humedales es una de las múltiples opciones para adaptarnos a un clima más extremo y para frenar ciertos procesos de mala planificación de un mal desarrollo (como la agricultura y el desarrollo urbano) que nos conduce hacia un incremento de riesgo de desastres en esos países y que los estamos viviendo actualmente y desde hace muchos años', expresó Jiménez, quien insistió en la necesitad de establecer políticas muchos más exigentes para su gestión.

Los humedales son indispensables por los innumerables beneficios o ‘servicios ecosistémicos' que brindan a la humanidad, desde suministro de agua dulce, alimentos y materiales de construcción, y biodiversidad, hasta control de crecidas, recarga de aguas subterráneas y mitigación del cambio climático, pero se están destruyendo o degradando más rápidamente que ningún otro ecosistema, advirtió Martha Rojas Urrego, secretaria de la Convención Ramsar.

Datos recientes indican que en el último siglo han desaparecido el 64% de los humedales del planeta y que cada año perdemos el 1% de los que quedan.

En el caso de Panamá, aún no se tiene contabilizada la pérdida de humedales, pero se está trabajando en ello, de acuerdo con información del Ministerio de Ambiente.

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