Descubren que la depredación es más intensa en bajas altitudes

Actualizado
  • 22/05/2017 13:00
Creado
  • 22/05/2017 13:00
Un grupo de científicos utilizó orugas de plastilina y descubrieron que la depredación es más intensa cerca del nivel del mar en trópicos

Un grupo de investigadores revelaron un importante patrón global al dispersar orugas hechas en plastilina verde a lo largo de seis continentes.

El hallazgo revelado en la publicación del 19 de mayo de la revista Science, deja en evidencia que la depredación es más intensa cerca del nivel del mar en los trópicos.

Los insectos lideraban la tendencia, no los mamíferos ni las aves. "Como alguien que ha estudiado la biodiversidad de insectos en los trópicos durante la mayor parte de mi vida, no me sorprendió que los insectos fueran responsables de la mayor parte de la depredación observada", comentó Yves Basset, líder de la Iniciativa de Artrópodos de ForestGEO en el Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales (STRI) en Panamá.

El equipo colocó casi 3,000 orugas modelo durante 4 a 18 días en 31 sitios desde Australia a Groenlandia en diferentes altitudes, de cero a 2,100 metros sobre el nivel del mar. Sobre la base de las marcas características dejadas por los depredadores en la arcilla, lograron identificar si los modelos fueron atacados por aves, mamíferos o insectos.

Los sitios tropicales eran los más peligrosos. En Groenlandia, las probabilidades diarias de que una oruga modelo fuera atacada por un depredador eran sólo el 13% de las probabilidades en el ecuador. Y por cada 100 metros de aumento de la altitud, la probabilidad de ataque bajo un 6.6%. En el sitio forestal más alto, las probabilidades diarias de un ataque de depredadores eran sólo el 24% de las probabilidades a nivel del mar.

"La mayoría de los estudios previos que no apoyaron la conclusión de que la depredación es más intensa en los trópicos fueron reconstruidos a partir de pruebas reunidas de diferentes maneras por diferentes grupos de personas", comentó Basset. "Mis colegas y yo formábamos parte de un equipo de personas de todo el mundo que utilizaban el mismo método en diferentes sitios, incluyendo algunos de los sitios de ForestGEO. Desplegamos muchas réplicas de orugas falsas, modeladas después de una polilla geometridae, y juntos analizamos nuestros resultados".

"Esto parece un experimento muy simple", comentó el experto, "pero los resultados son relevantes para la manera en que entendemos algunos de los procesos importantes en la naturaleza, como la innovación de las defensas y cómo los cambios de temperatura pueden afectar la biodiversidad. Los resultados enfatizan aún más el poder de la ciencia ciudadana para realizar experimentos sencillos pero significativos".

"Las orugas comen plantas, por lo tanto causan daño a las cosechas y obligan a las plantas a crear nuevos químicos en sus hojas para defenderse. Las orugas también se defienden de los depredadores. Nuestro descubrimiento de que la presión de la depredación es más fuerte en los trópicos también sugiere que para defenderse, los insectos en los trópicos tienen que ser más innovadores".

Los autores de este estudio forman parte de STRI Panamá y representaron 35 centros de investigación y universidades con sede en Finlandia, República Checa, Nueva Guinea, Zurich, Australia, Islandia Brasil, Hong Kong, Dinamarca, México, Ecuador, Uganda, Estados Unidos, Bielorrusia, Estonia, Noruega, Alemania y Reino Unido.

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