SOS para los manglares: la presión humana los extingue

Actualizado
  • 24/07/2019 02:00
Creado
  • 24/07/2019 02:00
Este tipo de vegetación sigue amenazada por la presión humana, pese a que es crucial en la reducción de los desastres naturales. Hay estudios que indican que Panamá ha perdido más del 68% de estos bosques desde la época precolombina

Este 26 de julio se conmemora el Día Internacional para la Defensa de los Manglares, una fecha establecida en septiembre de 2014, durante la II Asamblea General de Redmanglar Internacional, para crear conciencia sobre la importancia de estos ecosistemas y el planeta, pues siguen siendo amenazados por la presión humana.

El desarrollo costero sin planificación, la tala y deforestación indiscriminada, la acuicultura sin controles, entre otros peligros como vertidos petroleros o la contaminación por la basura los carcome y han golpeado su entorno.

En Panamá, se estima que más del 68% de los bosques de manglar han desaparecido, desde la época precolombina hasta nuestros días, según un estudio de la Fundación Talking Oceans de Colombia, la Universidad de York, Reino Unido, y el Smithsonian en Panamá, publicado en la Forest Ecology and Management y la revista semanal del Smithsonian.

Datos de la Autoridad de los Recursos Acuáticos de Panamá (ARAP) de 2011 registran que para 1980 Panamá contaba con 400,000 hectáreas de manglar, pero hoy en día esta superficie ha bajado a 174,435 hectáreas, lo cual representa aproximadamente el 5.2% del área de cobertura boscosa nacional y el 2.3% de la superficie total del país.

La bióloga Yehudi Rodríguez precisó a este diario que solo entre 1980 y 2005 se perdieron 80 mil hectáreas de la cubierta de manglares en el Istmo.

Mientras que Manuel Mejía, secretario general de la Asociación de Comunidades del Corregimiento de Juan Díaz y Don Bosco, opinó que este hecho representa una reacción ‘inmediata para detener la destrucción que se está llevando a cabo aún hoy en día en el área del humedal de la bahía de Panamá, pues hay más de 25 proyectos que se están desarrollando en estos momentos'.

Mejía lamentó que, ‘a veces parece que estuvieran trabajando en un sentido opuesto de las autoridades porque ven que ‘se siguen otorgando permisos en áreas protegidas que corresponden a los humedales de la bahía de Panamá y solo queda seguir luchando'.

Por ello, afirmó, ‘los residentes de Juan Díaz y Don Bosco seguimos llevando una lucha ciudadana por tratar de detener la destrucción y devastación que se está haciendo a nuestros manglares y humedales de la bahía de Panamá', pues temen que con las fuertes lluvias del fenómeno de La Niña les inunde sus hogares. En ese contexto, previo a esta fecha de celebración, Mami Mizutori, representante especial del secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), destacó el papel crucial que juegan los manglares en la reducción de los desastres naturales y el cambio climático.

Alertó sobre la crisis climática que hay actualmente por sequías y otra cantidad de ‘eventos de menor impacto' que están ocurriendo mucho más rápido de lo previsto y están causando muerte, desplazamiento y el sufrimiento.

Señaló la necesidad de aumentar la resiliencia con las soluciones basadas en la naturaleza como los manglares, bosques y humedales que podrían formar barreras naturales a las inundaciones, los cuales deberían ser una ‘prioridad' para la adaptación a la crisis climática porque si no, ‘no sobreviviremos'.

‘La gente necesita hablar más sobre adaptación y resiliencia. No se trata del futuro, se trata de hoy', expresó la funcionaria al periódico británico The Guardian .

Según las estimaciones de la ONU, el costo de los desastres relacionados con el clima ascienden a $520 mil millones al año.

Mizutori señaló que hasta ahora la mayor parte del enfoque sobre crisis climática ha estado enfocada en la ‘mitigación', una jerga utilizada para reducir las emisiones de gases efecto invernadero y ‘no' se debe ‘confundir' con mitigar los efectos de la crisis climática.

Entorno mundial

Según datos publicados por el Banco Mundial el 17 de enero de 2019, los manglares ocupan 15.2 millones de hectáreas en 123 países del mundo. Y aunque, con sus casi 60 especies, representan menos del 1% de los bosques tropicales del mundo (y menos del 0.4% de todos los bosques), son importantes pulmones del planeta.

Sin embargo, el planeta ha perdido alrededor de 3.6 millones de hectáreas de manglares desde 1980, lo que equivale a una pérdida alarmante del 20% del área total, según un estudio de evaluación de manglares de la FAO titulado ‘Los manglares del mundo 1980-2005'.

De acuerdo con la FAO, en 2015 se registraban 4.6 millones de hectáreas de manglares en América Latina y el Caribe, con presencia en todas las subregiones menos en el Cono Sur (Argentina, Uruguay, Chile).

La mayoría de los bosques de mangles de la región se encuentran en la costa de los países del Amazonas (solo Brasil tiene el 70% de manglares en esta subregión). En el Caribe, Cuba tiene la mayor cantidad de bosques de mangle.

Durante las últimas décadas del siglo pasado, algunos países de América Latina y el Caribe perdieron entre un 25% y un 70% de la cobertura de manglar, muestra una investigación de Instituto de Ecología de México.

Especies y amenazas La deforestación por la madera, la acuicultura del camarón o el desarrollo frente a las playas han reducido en gran parte la cubierta de los manglares en la región, pese a que este es un país privilegiado para los árboles de mangle, cuyas especies danzan con el vaivén de las olas casi la mayor parte de las costas del Atlántico y Pacífico panameño. De acuerdo con datos de la Arap, de los 16 géneros conocidos, en el istmo habitan cinco especies típicas de las costas del continente americano: Rhizophora, Avicennia, Pelliciera, Laguncularia y Conocarpus. Dichos géneros corresponden a mangle rojo, mangle negro, mangle piñuelo, mangle blanco, mangle botón; y su destrucción y la de otros ecosistemas costeros incide en la disminución de la pesca; las especies comerciales como el pargos, meros, cangrejos, camarones o langostas, y otros que utilizan estos sistemas en su etapa juvenil. Se estima que un 80% de las especies marinas dependen de sus ecosistemas para subsistir. Panamá ha avanzado en gran medida en la protección de los manglares y tiene bajo protección más del 43% de las aproximadamente 154 mil hectáreas de manglar, muchos de los cuales también son refugio de un número significativo de aves acuáticas migratorias estacionales. Nuestro país cuenta con una Política Nacional de Humedales para la gestión integral y sostenible y la aplicación de medidas para la restauración de estos ecosistemas, tomando en consideración los compromisos internacionales del país con la Convención Ramsar. Algunos de manglares están incluidos en la lista de sitios de la Convención de Ramsar: la parte este de la bahía de Panamá, en la ciudad capital; el golfo de Montijo, en la provincia de Veraguas; San San Pond Sak, en Bocas del Toro; Punta Patiño, en Darién; y Damani Guariviara, en la comarca Ngäbe Buglé. Los manglares del Atlántico de América Central y los manglares del Pacífico de América Central, de los cuales forma parte Panamá, también están incluidos en la lista de las 238 ecorregiones marinas de importancia global que existen en el planeta (Global 200), por el Fondo Mundial para la Naturaleza WWF.

‘Estamos llevando una lucha ciudadana para detener la destrucción y devastación que se están haciendo a nuestros manglares y humedales de la bahía de Panamá',

MANUEL MEJÍA

SECRETARIO GENERAL DE LA ASOCIACIÓN DE COMUNIDADES DEL CORREGIMIENTO DE JUAN DÍAZ Y DON BOSCO

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