Nuevo musgo lleva el nombre de Panamá

Actualizado
  • 30/09/2020 00:00
Creado
  • 30/09/2020 00:00
La científica panameña Iris Lisseth Fossatti presentó recientemente a la comunidad científica internacional un nuevo musgo: 'Ceratolejeunea panamensis' (una especie de lejeuneaceae, marchantiophyta), hallazgo reseñado en la revista científica neozelandesa 'Phytotaxa'
Árbol con musgo. Nuevo de nombre científico 'Ceratolejeunea panamensis'.

Los musgos cuyo nombre científico es bryophytas, son pequeñas plantas muy simples, no vasculares, sin flores ni frutos, que crecen sobre los techos de las casas, muros, rocas, cortezas de los árboles y sobre el suelo, siempre que haya humedad en alguna de estas zonas.

De hecho, las briofitas se clasifican en tres divisiones: bryophyta (musgos) de los cuales existen entre 12,800 y 13,000 especies en el mundo comprobados científicamente; marchantiophyta (hepáticas) con alrededor de 7,000 a 9,000 especies y las anthocerotophyta (antocerotes) con unas 200 a 250 especies.

La bióloga panameña Iris Lisseth Fossatti presentó recientemente a la comunidad científica internacional un nuevo musgo de nombre Ceratolejeunea panamensis (una especie de lejeuneaceae, marchantiophyta), un hallazgo publicado en la revista científica neozelandesa Phytotaxa.

“Ya es oficial que contamos con una nueva especie de musgo para la ciencia y para Panamá. Fue descubierto en el Parque Internacional La Amistad, compartido por Costa Rica y Panamá. Lo encontramos hace dos años, pero mientras se realizaba todo el proceso de investigación y publicación, finalmente fue reconocido como nueva especie de briofita”, compartió a este medio la científica.

Aseguró que la investigación es muy importante para la ciencia porque pocos investigadores se dedican a estudiar estas plantas. “Cuando uno empieza a ser investigador, realmente la meta es descubrir una especie nueva; es como la mayor gratificación para un científico, ya que queda como un legado. Lograr este objetivo que me propuse cuando fui estudiante de licenciatura y lograrlo ahora que terminé la maestría es una satisfacción muy grande para mí y para los profesores que me orientaron”.

Subrayó que los musgos en Panamá y en muchos países son menospreciados, porque al estar en diferentes sustratos (superficie en la que una planta o un animal vive), suelos, rocas, troncos, “muchas personas creen que son parásitos, pero no es así”.

Actualmente en Panamá existen alrededor de 752 especies de briofitas o musgos. “Estas plantas son sumamente importantes para el ciclo vital de un bosque. Son plantas con una característica especial. Les llaman poiquilohídricas ya que tienen la capacidad de retener en sus células la humedad del medio ambiente, y a medida que este se calienta por el sol, los musgos liberan el agua retenida y así regulan su temperatura”, explicó Fossatti.

Se trata de unas plantas que son utilizadas muchas veces por animales para su hábitat. “Son las primeras plantas que llegan a un sustrato desnudo, es decir, son colonizadoras. Al llegar preparan la tierra, la rama o la piedra para que las plantas superiores y los animales puedan establecerse en ese ambiente”, detalló.

Se trata de plantas muy importantes para el ciclo vital de un bosque, y funcionan como indicadores de calidad ambiental. “Existen especies de musgos que no toleran la contaminación y por eso no existen en ese hábitat, sin embargo, hay otras que son poderosas y pueden crecer”.

Importantes para la farmacología

Actualmente se están realizando investigaciones para encontrar compuestos bioactivos en las células de los musgos, con el fin de aplicarlos en biorremediación y en farmacia, porque se han descubierto algunas que tienen poderes microbianos, reconoció la bióloga. “Estas investigaciones en farmacia son relativamente nuevas, de ahí la importancia de conocer las nuevas especies de musgos. Al descubrir uno y no saber a qué división pertenece o cómo se llama, quizás estamos restando la posibilidad de crear un nuevo medicamento; algo muy importante para la ciencia sobre todo en estos momentos que estamos viviendo”, enfatizó.

Muchas especies de briofitas son capaces de fijar nitrógeno atmosférico mediante colonias de bacterias, lo cual ayuda también a incorporar este elemento en los ecosistemas.

La científica resaltó que su trabajo de investigación fue llevado a cabo gracias a un programa de maestría que efectúa la Universidad Autónoma de Chiriquí (Unachi) con la Secretaría Nacional de Ciencia y Tecnología (Senacyt), y todo el proceso de identificación de la planta se hizo en el herbario de la Unachi.

Iris Lisseth Fossatti, bióloga.
Utilización de forma ilegal

Según Fossatti, los musgos son mal utilizados cuando se comercializan de forma ilegal. “Por ejemplo, para el tiempo de la Navidad, los usan mucho en los nacimientos. La mayoría de las personas que venden estos musgos entran de forma ilegal en los bosques que son áreas protegidas y extraen cantidades o planchas enormes de estas plantas, para luego venderlas”.

“Lo que la gente no sabe es que los musgos son la vida de un bosque y al extraerlos están dañando al ecosistema. Para que un área de estas se vuelva a recuperar o esté cubierta de musgos, tienen que pasar muchos años”, comentó.

Mencionó que los musgos utilizados en jardinería no son ilegales; con tan solo un poco, estos se pueden reproducir debido a su capacidad de retención de agua. Lo preocupante es que suceda de manera desmedida y sin control, afectando a la naturaleza.

En su ambiente natural los musgos son capaces de retener 20 veces su peso en agua, empapándose y absorbiendo el líquido en época de lluvias, para luego liberarla en periodos secos.

Actúan como verdaderas esponjas en la naturaleza, las cuales regulan el cauce de los ríos protegiendo el suelo de repentinas inundaciones cuando llueve mucho, y de la erosión y la sequía cuando llueve poco.

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