La contaminación sigue presionando la Bahía de Panamá; realizan jornada de limpieza

Actualizado
  • 17/10/2020 14:44
Creado
  • 17/10/2020 14:44
Gran cantidad de desechos fueron sacados de entre las arenas y los manglares de la playa como parte de las acciones de la campaña “Salvemos lo océanos” que lleva adelante la Fundación Naturaleza Panamá

Mientras hasta hace poco la Alcaldía Municipal de Panamá apostaba por construir en la Bahía de Panamá en una hermosa playa artificial como un atractivo más para el turismo panameño, todavía se siguen vertiendo toneladas de basura y contaminantes, en este lado del Océano Pacifico, impactando la naturaleza de sus ecosistemas costeros.

Por lo menos lo anterior se corroboró durante una jornada de limpieza realizada hoy, 17 de octubre, en este refugio de vida silvestre de importancia nacional e internacional. Plásticos, botellas, latas, mascarillas, guantes, foand y toda clase de objetos de chatarra  corroídos por las sales propias de las aguas marinas, fueron sacados de entre las arenas y las raíces de los manglares casi extintos que todavía batallan por sobrevivir en las cálidas playas de Costa del Este, en la Bahía de Panamá, considerado uno de los sitios más importantes de migración de aves en el hemisferio occidental y donde se estima la presencia de entre uno y dos millones de aves playeras migratorias.  

La jornada de limpieza y educación ambiental forman parte de la campaña “Salvemos lo océanos” que lleva adelante  la Fundación Naturaleza Panamá (Funat) en diferentes zonas de importancia natural en el país, con acciones tanto  en la ciudad capital y como en las  provincias centrales, explicó la coordinadora del proyecto Manglares y miembro de Funat, Berta Gerrero.

Gran cantidad de la basura que se desecha en nuestros hogares y en los vertederos va a parar a los rios y arrastrada por sus corrientes hasta el mar, impactando sus ecosistemas costeros.

La educación ambiental tiene como objetivo hacer tomar conciencia en la población sobre el impacto que ocasiona al ambiente, a la biodiversidad marina y ayuda a aumentar el cambio climático, el desechar los residuos en los ríos y playas, expresó la ingeniera ambiental y voluntaria de Funat, Cristela Gaital.

También se educa sobre cómo el hecho de no reciclar la basura  impacta el ambiente y a su biodiversidad, ya que gran parte de los desechos que se pueden reutilizar y reciclar van a parar a los vertederos; y de los vertederos pasan a los ríos y de allí son arrastrados por las corrientes hasta los océanos, afectando a todos los animales, contribuyendo cambio climático e impactando a los humanos, añadió la ambientalista.

Y es que pese a que la Bahía de Panamá también está designada como Refugio de Vida Silvestre protegido por ley nacional desde 2015 y su humedal es Sitio Ramsar, dada su proximidad a la Ciudad de Panamá, el sitio sigue sufriendo las presiones del desarrollo urbano. Además de los desechos, “otras amenazas al sitio son las descargas de aguas negras y la pesca sin control”, precisa el mismo Sitio Ramsar en su página web.

Los humedales de la Bahía de Panamá sirven de hábitat para el 14% de la población mundial como el playero occidental (Calidris mauri), chorlo semipalmeado (Charadrius semipalmatus). Los diferentes ecosistemas del sitio brindan refugio y hábitat a especies de plantas y animales globalmente amenazadas y protegidas a nivel nacional incluyendo el pavón grande (Crax rubra), el mono araña centroamericano (Ateles geoffroyi), el tapir (Tapirella bairdii), oso caballo (Myrmecophaga tridactyla) y el negrito (Annona spraguei) un árbol endémico de Panamá catalogado como vulnerable.

El sitio además está cubierto por un bosque de manglar donde se encuentran al menos siete especies de mangle, dos de los cuales están clasificados como vulnerables en la Lista roja de UICN, el Mangle salado (Avicennia bicolor) y el Mangle piñuelo (Pelliciera rhizophorae).

La limpieza de playas fue organizada por la Fundación Naturaleza Panamá y voluntarios del Ministerio de Ambiente.

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