La depresión severa se puede prevenir

Actualizado
  • 20/09/2017 02:00
Creado
  • 20/09/2017 02:00
El psicólogo José Aguilar indica que trastornos en el paciente como el cambio de humor durante más de dos semanas son una señal de alerta

Si usted o alguien que conozca presenta una modificación en el estado del humor, pérdida de autoestima y trastornos en el sueño y la alimentación, debería acudir a un especialista.

‘Todos estos síntomas combinados, y durante un periodo de dos semanas, son un claro indicio de depresión', dice el psicólogo José Aguilar Guerra, de The Bridge Center, una clínica que promueve actualmente una campaña de sensibilización sobre este padecimiento.

Según Aguilar, una pérdida emocional, un duelo mal llevado o un despido laboral, son situaciones que pueden lastimar a una persona con ‘vulnerabilidades neuroquímicas', que ‘permiten que la enfermedad se desarrolle'.

Si bien todos sentimos tristeza en algún momento de nuestra vida, la depresión es una enfermedad que tiene una prevalencia del 20% en la población mundial, de acuerdo con el experto.

UN PROBLEMA QUE TIENE CURA

El psicólogo de The Bridge Center apunta que usualmente la depresión se da más en mujeres.

SALUD

Un mal que ataca a todas las edades

El psicólogo clínico José Aguilar asevera que la depresión puede darse en un paciente de cualquier edad.

En los niños, los síntomas pueden ser mayor agresividad o rebeldía, miedo a que los padres se alejen y pérdida de interés por jugar, además del encierro.

El especialista comenta que en la vida no todo es color de rosa, y habrán momentos negativos que no podemos controlar y que nos afectan. ‘No tenemos un manual de cómo vivir la vida', comenta. Ahí es cuando un psicólogo puede desempeñar una buena función.

‘La depresión sí es una enfermedad, no una locura, y tiene cura', recuerda. ‘Siempre es bueno encotnrar quien nos pueda apoyar co empatía, sin juzgar, sin necesidad de decirnos cómo tenemos que llevar nuestra vida, algo que nos diferencia de los familiares, pastores, ‘coach' de vida o gurúes espirituales. Nosotros tenemos una manera sistemática y científica para poder ayudar a nuestro paciente', detalla.

‘Las mujeres suelen aferrarse al dolor, suelen alejarse de la sociedad y tienden al llanto fácil', explica Aguilar. ‘Pero en los hombres se da de una forma diferente: aprenden a esconderlo y entran a etapas agresivas o de abuso de sustancias', agrega.

Si este estado afecta el día a día de la persona, su salud o la relación con sus familiares y amigos, entonces podríamos considerarlo un padecimiento y es necesario acudir a un especialista de salud mental.

‘Para determinar clínicamente si una persona padece de depresión hay pruebas que brindan un puntaje. Este resultado mas una entrevista personal lleva a los especialistas a realizar un diagnóstico', argumenta el psicólogo, quien posee una maestría en psicología clínica.

Existen trastornos que presentan síntomas similares, como la bipolaridad y la distimia, según Aguilar, y el rol del experto es diferenciarlos para saber qué está pasando con el paciente.

Si hay pensamientos de suicidio, continúa el especialista, se debe recurrir a tratamientos cognitivos conductuales, que son los más efectivos en la psicología y tienen una alta tasa de efectividad para que la persona supere esta etapa.

‘Es mucho mejor prevenir antes de llegar a ese punto en el que ya no aguanto mi vida y quiero matarme. Es mucho más efectivo cuando ya sé que tengo dos semanas malas, que he cambiado o no quiero hacer nada', afirma.

UNA ENFERMEDAD SILENCIOSA

De acuerdo con el experto, debido a que en Panamá se esconde mucho la depresión y no hay una sensibilización sobre el tema, las estadísticas pueden ser erróneas.

‘Somos una sociedad latina que es muy familiar, muy apegada y usualmente no le tomamos importancia al problema', asevera.

La manera de comparar la depresión entre países es medir las tasas de sucidio. En Panamá, de acuerdo con Aguilar, se da alrededor de un suicidio cada tres días, algo que representa una tasa baja.

Por nuestra condición de latinos, añade el psicólogo clínico, construimos nuestra red de familiares y amistades y siempre estamos en algún aspecto social: poder compartir con otras personas es un factor de protección, pero cuando estas son una influencia negativa, entramos a un riesgo mucho mayor.

‘El psicólogo no es para locos. Podemos conversar con el paciente sobre lo que le pasa en su día a día y encontrar alternativas y herramientas para que enfrente las crisis naturales de la vida', concluye Aguilar.

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