Bienestar para la mujer actual

Actualizado
  • 18/04/2018 02:00
Creado
  • 18/04/2018 02:00
A lo largo de la vida, la mujer puede mantenerse saludable si consume los nutrientes adecuados y practica ejercicios diarios

Buenos hábitos de alimentación, práctica de ejercicio físico con regularidad, adecuado consumo de agua y buen manejo del estrés permiten a la mujer prevenir la malnutrición en todas sus formas, así como distintas enfermedades no transmisibles y diferentes afecciones.

Sin embargo, el aumento de la producción de alimentos procesados, la rápida urbanización y el cambio en los estilos de vida han dado lugar a una alteración en los hábitos alimentarios. Ahora se consumen más alimentos hipercalóricos, más grasas saturadas, más grasas de tipo trans, más azúcares libres y más alimentos con alto índice de sal; además, hay muchas personas que no comen suficientes frutas, verduras y fibra dietética, como los cereales integrales, según un documento de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

‘Afortunadamente existe un alimento completo como la leche, que es fuente de varios nutrientes, entre ellos el calcio y vitaminas A, D y zinc',

FRANCISCO HERRERA

NUTRICIONISTA

El nutricionista Francisco Herrera indica que la buena alimentación permite a la mujer mantener la salud plena al hacer frente a los diferentes cambios que se presentan en la vida. ‘Por el rol de vida en el que está inmersa la mujer de hoy, es necesario revisar meticulosamente qué nutrientes contienen los alimentos y el beneficio directo que se obtiene de ellos', asegura el encargado del área de Mercadotecnia en Salud de leche Nevada.

ETAPAS DE LA VIDA QUE SE DEBEN CUIDAR

Una de esas etapas es la edad adulta temprana. La densidad mineral ósea continúa formándose casi hasta los 30 años, ya que el crecimiento de la masa muscular se mantiene siempre que se utilicen esos músculos. Durante esta etapa se dan las tareas principales de la edad adulta, que incluyen el desarrollo personal y laboral y el potencial reproductivo, señala Herrera.

‘En la siguiente etapa, denominada madurez, se alcanzan logros máximos en el ámbito laboral. Desde el punto de vista fisiológico, la composición corporal cambia con lentitud en conjunto con los cambios hormonales, pero es más probable que se deba a disminución de la actividad. En esta etapa es necesario revaluar los hábitos nutricionales', agrega el especialista.

MERIENDAS

Las galletas y barras integrales son ideales en las meriendas

Las galletas integrales contienen una alta cantidad de calcio, importante para los huesos. Además, son recomendadas en las meriendas acompañadas de una taza de té para lograr una buena digestión de las comidas.

La gran mayoría de las galletas y barras integrales, como las nuevas Tosh de Pozuelo, contienen hierro, por lo que ayudan a evitar la anemia. Igualmente, se encuentran en diferentes sabores.

En 2012, el doctor John Beard, de la OMS, resaltó la importancia de una dieta sana y de una vida físicamente activa, y subrayó los efectos nocivos del alcohol y el tabaco. El experto indicó que es necesario que se fomente la actividad de las personas mayores en la sociedad para que se sigan sintiendo útiles. Además, propuso luchar contra estereotipos y prejuicios que los marginan.

‘Independientemente de que una persona mayor pueda conservar su salud o no, debemos garantizar que el entorno en el que viva promueva su participación. Actualmente, todos los países tienen distintas barreras que impiden esta participación', dijo Beard.

La OMS aboga por un cambio de actitud y apuesta por la prevención para evitar los problemas de salud más frecuentes de este colectivo: enfermedades cardíacas, cáncer, diabetes, enfermedades pulmonares crónicas y derrames cerebrales.

El número de personas mayores de sesenta años pronto superará al de niños menores de cinco años, a escala global, puntualizó el galeno. En este sentido, la OMS recomienda comer al menos cinco porciones (400 gramos) de frutas y verduras al día, ya que reducen el riesgo de desarrollar enfermedades no transmisibles.

NUTRIENTES NECESARIOS

El nutricionista Herrera explica cuáles son los nutrientes necesarios para la mujer de hoy en las distintas etapas de la vida.

‘Las proteínas, por ejemplo, forman parte de las estructuras corporales porque suministran lo necesario para el crecimiento y la reparación de tejidos y órganos del cuerpo. Es muy importante seleccionar alimentos de origen animal que aporten proteína de alto valor biológico; es decir, aquella proteína que contiene todos los aminoácidos esenciales en proporciones altas. Cuando un alimento aporta proteínas de alto valor biológico, también se dice que contiene proteínas completas', resalta.

Añade que el calcio no es solo un elemento estructural de la matriz mineral ósea. El calcio participa activamente en la regulación de la formación de hueso, mineralización y resorción, y también controla la secreción de hormona paratiroidea.

‘En la edad adulta, la ingesta de calcio influye significativamente en el grado de pérdida ósea relacionada con la edad, de ahí la importancia de un correcto consumo de alimentos fuente de calcio (leche y sus derivados), para asegurar una masa ósea saludable', enfatiza.

Por otro lado, señala que la vitamina D es importante para una amplia variedad de funciones, además de su papel en el balance del calcio y la integridad ósea. También esencial para numerosas funciones fisiológicas, incluyendo respuesta inmune, liberación de sustancias inflamatorias, regulación del crecimiento y diferenciación en tejidos normales y malignos tales como mama, pulmón y colon.

‘Sin duda la vitamina D es clave en la absorción y el balance del calcio, y cada vez hay más evidencia que respalda el papel de esta en la prevención de caídas y fracturas en mujeres de edad avanzada', aclara el especialista.

La vitamina A es necesaria para la integridad de las células de la piel en todo el cuerpo. Los efectos que se pueden generar a nivel de los sistemas corporales cuando se presenta deficiencia de vitamina A incluyen, principalmente, la sequedad de la piel (hiperqueratosis folicular). Varios expertos concluyen que se ha establecido una relación de causa y efecto entre la ingesta dietética de vitamina A y el mantenimiento de la piel normal.

Por último, y no menos importante, está la ingesta de zinc, un mineral que participa en reacciones que conllevan la síntesis o degradación de carbohidratos, grasas, proteínas y otros compuestos biológicos; además, participa en la respiración celular, función inmunitaria, cicatrización de heridas, función antioxidante, transporte de calcio y en la síntesis de proteínas del metabolismo óseo.

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