‘Soy esposa, madre y vivo con VIH'

Esbelta, de ojos expresivos y larga cabellera lacia color castaño, como recién asesorada por un estilista. Así es Maricarmen. Se cruza con cientos de personas a diario. Nadie pensaría que tiene el virus de inmunodeficiencia humana (VIH). ‘Supe que era seropositiva cuando me hice los exámenes para mi matrimonio civil', evoca Maricarmen, de 32 años de edad.

‘Soy seropositiva, pero no tengo sida', resalta. Y es mucha la confusión que existe en la población entre lo que es el VIH y el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA).

Para aclarar el tema, la Organización Mundial de la Salud (OMS) describe que ser portador del virus o ser seropositivo significa que puede transmitir la enfermedad, pero que todavía no la ha desarrollado (puede tardar varios años y hasta entonces no presentar ningún síntoma de la enfermedad). Ser enfermo de sida es ya la enfermedad desarrollada.

RESULTADO POSITIVO

‘El director del centro médico, donde nos hicimos los exámenes, leyó los resultados. Con mi futuro esposo a mi lado, me dijo que era portadora y que ingresaría a un listado nacional para recibir tratamiento. Recibí mucha información ese día', rememora Maricarmen, a la vez que destaca que lo único que recuerda claramente de esa charla es ‘la cara de mi pareja, cuando me dijeron que era tenía el virus y que me darían medicamentos'.

No fue fácil. No es una noticia común. ‘Se me vino el mundo encima, no sabía qué decirle a él, pensé que iba a morir. Desconocía si seguiría trabajando... pensé: ‘no seré madre'. Fue como un torbellino en mi interior que revolucionó mi vida', expresa con nostalgia.

De acuerdo con un estudio realizado por HIV Center for Clinical and Behavioral Studies de Nueva York, los pacientes diagnosticados con VIH manifiestan negación, pánico, miedo, culpa, enojo, desesperación y pérdida de esperanza.

Por ello, con el fin de facilitar y mejorar la calidad de vida de los pacientes con VIH o sida e impulsar acciones para evitar su propagación, se conmemora el Día Mundial de la Lucha contra el Sida, el 1 de diciembre de cada año.

La Organización de las Naciones Unidas Sida (ONU Sida) destaca que en el mundo, en el año 2017, unos 1.8 millones de personas fueron infectadas por el VIH y 36.9 millones viven con el virus.

En Panamá existen cerca de 18,000 personas infectadas con el virus, de las cuales el 88% ya han sido diagnosticadas, según el Ministerio de Salud.

Elvira Fuentes, psicóloga clínica, apunta que el impacto emocional al saber que tienes el VIH es fuerte, alto.

‘En diez años he brindando ayuda psicológica y he atendido cinco de estos casos. Al igual que en la mayoría de situaciones o alteraciones emocionales, por no decir que en todas, la ayuda familiar o de los allegados representó gran porcentaje de la recuperación emocional', comenta.

Maricarmen corrobora esta premisa, al reconocer que la ayuda de su hoy esposo y familiares le hizo ver que la vida sigue su curso.

‘El retorno a casa fue en medio del silencio. Llegamos y me dijo ‘¿quieres hablar?'. Casi no lo dejé terminar y solté a llorar, le dije que si no se quería casar conmigo estaba bien...', recuerda Maricarmen, quien asegura que las veces que ha abordado el tema no puede evitar llorar, pues hoy comprende que ‘cuando Dios te da algo, no hay circunstancias humanas que te lo quiten. Yo sé que él es quien Dios predestinó para mí como esposo, su ayuda junto a la de su familia me devolvieron las esperanzas de vida', dice.

VIDA COTIDIANA

Maricarmen reconoce que ha tenido que enfrentar retos para mantener su felicidad y salir adelante.

‘En un trabajo se dieron cuenta y quisieron despedirme. Fue todo un proceso legal. Al final decidí renunciar, pues, aunque la mayoría de las personas eran buenas, no hacían falta los que me discriminaban y hacían sentir muy mal', señala.

DÍA MUNDIAL DEL SIDA

Este año se celebra el 30º aniversario del primer Día Mundial de la Lucha contra el Sida

El Día Mundial de la Lucha contra el Sida es una fecha para recordar a los millones de personas que han perdido la vida debido a enfermedades relacionadas con el sida.

Muchas de estas personas murieron porque no tenían acceso a los servicios relativos al VIH, por el estigma o la discriminación.

En 2017, unos 9.4 millones de personas no estaban al tanto de que vivían con una enfermedad potencialmente mortal, pero tratable.

Por ello, aconseja a los jóvenes evitar llegar a esta situación que ‘puede marcar negativamente su vida'.

En este sentido, Alexis Ábrego Ardines, coordinador de la iniciativa panameña Programa Canales de Esperanza y especialista en desarrollo integral de la infancia y adolescencia, asegura que uno de los mejores métodos para evitar un contagio durante la adolescencia y juventud es ‘aplazar el estreno sexual hasta que se tenga una madurez emocional'.

‘Todo tiene su tiempo. En la juventud se toman malas decisiones por falta de conocimiento o por el impulso de ser joven', dice Ábrego.

Sin embargo, el coordinador del Programa Canales de Esperanza agrega que es ‘una realidad que los jóvenes no son de hierro, pero hay que tomar medidas. Si antes decían que la prueba del amor era acceder a tener relaciones sexuales, hoy la prueba del amor debe ser hacerse un examen del VIH'.

Añade que ‘tener relaciones sexuales sin preservativo es una ruleta rusa'.

El especialista en desarrollo integral de la infancia y adolescencia recomienda la ‘comunicación' y ‘dejar el tabú' en cuanto al tema, además de trasmitir y fortalecer los valores en los infantes y adolescentes.

‘Cada vez vemos más leyes que quieren desvalorizar la sociedad, esto es negativo. Vemos el aumento de música que invita a tener relaciones sexuales de manera descontrolada y una sociedad que anima no al amor, sino al placer sin leyes', dice.

Concluye que ‘es necesario que los jóvenes sepan que la felicidad es una actitud propia, no depende de otra persona o de circunstancias'.

Actualmente, acciones a nivel internacional a las cuales se une Panamá buscan que, en el 2020, el 90% de las personas que viven con el VIH conozcan su estado serológico respecto al VIH, reciban terapia antirretrovírica continuada, y el 90% de las personas que reciben terapia antirretrovírica tengan supresión viral.

El Gobierno de Panamá ha implementado campañas de prevención, con el objetivo de realizar pruebas masivas de VIH en distintas partes del país.

Con lágrimas en sus mejillas, pero de agradecimiento, y con una amplia sonrisa Maricarmen exclama: ‘¡soy esposa, madre y vivo con VIH, vivo feliz! Tengo el mejor esposo del mundo, ¿qué más puedo pedir?'.

‘Sí, soy madre', ratifica, ‘pues gracias a la ayuda —continúa Maricarmen— de doctores, familiares y muchos profesionales decidimos que no nos privaríamos de esa bendición, claro está, teniendo todo el cuidado y guía necesarios'.

Después de casi tres años nació su pequeña hija: sana, ‘gracias al poder de Dios y la ayuda de toda esas personas lindas que me rodean', finaliza.