El camino para la comprensión de la salud sexual

Actualizado
  • 27/08/2020 00:00
Creado
  • 27/08/2020 00:00
Este 4 de septiembre se conmemora el Día Mundial de la Salud Sexual, como un mecanismo de concienciación sobre este tema y su importancia

La salud sexual ha sido definida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como el estado de bienestar físico, mental y social relacionado con la sexualidad; “no es meramente la ausencia de enfermedad, disfunción o debilidad. La salud sexual requiere un acercamiento positivo y respetuoso hacia la sexualidad y las relaciones sexuales, así como la posibilidad de obtener placer y experiencias sexuales seguras, libres de coerción, discriminación y violencia. Para que la salud sexual se logre y se mantenga, los derechos sexuales de todas las personas deben ser respetados, protegidos y cumplidos”.

Se trata de vivir la sexualidad con responsabilidad y salud.

En ese sentido, la Asociación Mundial para la Salud Sexual (WAS, por sus siglas en inglés) con apoyo de la OMS conmemora cada 4 de septiembre, desde 2010, el Día Mundial de la Salud Sexual, para recordar que los derechos sexuales de todas las personas son también derechos humanos fundamentales y universales que deben ser respetados, protegidos y ejercidos a plenitud.

Con la nueva situación mundial originada por el SARS-CoV-2, la salud sexual requiere una atención especial, por lo que este año la WAS propuso como lema: 'El placer sexual en tiempos de crisis por covid-19'.

David Barrios Martínez, sexólogo, médico y psicoterapeuta, afirma que esta celebración es importante por el reconocimiento y promoción que estas entidades internacionales hacen respecto a la salud sexual, un hecho que había sido soslayado sistemáticamente durante muchos años.

“Otro elemento de gran relevancia es que la salud sexual no solo incluye la ausencia de enfermedades, infecciones, síntomas o disfunciones, sino que abarca elementos de bienestar en las esferas orgánica, psicoafectiva y social de todas las personas, independientemente de su edad, condición socioeconómica, género, orientación erótico-afectiva e identidad de género”, agrega el también director del Centro Integral de Sexualidad y Educación Sexual (Cises).

El sexólogo reconoce que el bienestar sexual es un proceso que se construye en el espacio-tiempo y no algo que se soluciona aliviando síntomas o restaurando con pastillas, inyecciones o jarabes. “Se trata de algo que desarrollamos a lo largo de nuestra vida y no exclusivamente en visitas al médico”.

“Me preocupa la situación de grandes afecciones a la salud sexual en el territorio latinoamericano, incluyendo a Panamá. Creo que hace falta mucha más conciencia social y acciones efectivas de los gobiernos de nuestra región, tendientes a un verdadero impulso a las políticas públicas en materia de salud sexual”, apunta el ex presidente de la Federación Mexicana de Educación Sexual y Sexología (Femess).

¿Qué se debe entender como bienestar sexual?

Según Barrios, hasta hace poco tiempo el concepto de salud estaba muy medicalizado y circunscrito a la ausencia de molestias orgánicas.

Esto sin duda era limitado y no contemplaba elementos de bienestar general vinculados con la esfera sexual. “Por ejemplo, no se tomaba en cuenta el principio del placer erótico que incluye deseo, excitación, orgasmo y calidad y frecuencia de los encuentros sexuales. Tampoco se había considerado que para ser gratificantes, los encuentros sexuales deben ser completamente libres, sin coerción ni violencias. El elemento confianza y seguridad emocional también es crucial; por ello, es muy disfrutable erotizarse (o autoerotizarse) y gozar del encuentro de los cuerpos cuando no hay temor a embarazos no deseados. Pero también hay aspectos emocionales y sociales...”, explica Barrios.

Pero, ¿cómo influyen estos elementos en la salud sexual?

El experto afirma que en muchas regiones del mundo y en Latinoamérica hay dos grandes enemigos de la salud sexual: “Los paradigmas culturales y religiosos por un lado y el nefasto machismo, que tanto perjudica a mujeres y hombres”.

“Cuando generamos ideas ajenas, prejuiciosas, moralistas y adversas al placer legítimo que hacemos nuestras, dejamos de estar en el placer responsable y pasamos a vivir nuestra sexualidad como algo lleno de vergüenza, miedo, culpa e inadecuación. Es decir, en vez de disfrutarla en plenitud, la padecemos”, comenta.

El sexólogo argumenta que actualmente aún existen personas que creen que pecan o que no merecen el placer... o lo asocian como algo 'sucio' y deleznable. “Las personas presas de sus ideas son ansiosas, depresivas o desarrollan lo que en psicoterapia llamamos situación 'borde', lo que a su vez genera conflictos internos y de pareja”.

Reconoce que la vieja masculinidad representada por el machismo conduce a maltrato, violencia hacia las mujeres y hacia los propios hombres. El psicólogo menciona que hace poco reflexionaba acerca del hecho de que en México, según estudios varios, hay alrededor de 400,000 embarazos anuales en la población adolescente. “Este es un dato que si correlacionamos con otros, como la violencia sexual, las disfunciones eróticas, la incidencia de infecciones de transmisión sexual y la alta incidencia de problemas de pareja (que se ha incrementado por el confinamiento ante la pandemia de la covid-19) nos dan un dramático cuadro social y sanitario”.

De hecho, la WAS describe en su portal oficial que en cada región del mundo la infección por la covid-19 ha llegado en diferente momento, con una incidencia y con medidas gubernamentales diversas, pero en la sociedad habrá efectos sociales significativos en la salud sexual, en las relaciones de pareja, en las relaciones familiares, en las relaciones sociales y en salud mental, así como habrá dificultades económicas por la pérdida de muchos empleos, que serán las principales fuentes de preocupación”, menciona la WAS en su portal oficial.

“Además de la iniquidad que esto significa, genera infinidad de disfunciones eróticas; hay formas de anorgasmia, inhibición del deseo y otras, que tienen como principal origen el machismo”, admite Barrios.

La ruta

Según el sexólogo, se requiere de mucha educación, teniendo gran relevancia la educación sexual integral (ESI) que incluye no solo información sexual en cada etapa de la vida, sino cuatro ejes fundamentales que “he propuesto en libros y artículos de mi autoría como: equidad de género, reivindicación del derecho al placer, respeto a la diversidad sexual y un enfoque integral de la salud sexual, lo orgánico, lo psicoafectivo y lo sociocultural”, contempla.

Decía el gran Alfred Kinsey, conocido popularmente como “el científico del sexo”, que para tomar decisiones acertadas y responsables sobre nuestra sexualidad, es menester que seamos personas informadas y conscientes. La información sobre aspectos sexuales nunca ha sido nociva... lo altamente perjudicial “es la ignorancia y los fanatismos”, detalla Barrios.

El médico invita a las personas a que indaguen más sobre esta temática. “Pueden investigar en internet cuáles son los derechos sexuales –ya reconocidos como derechos humanos inalienables–, así como las políticas públicas y acciones que los gobiernos tienen para impulsarlos.

En 2010, la WAS celebró el primer Día Mundial de la Salud Sexual con el eslogan '¡Hablemos acerca de eso!' para empezar a combatir los miedos y los tabúes que rodean la sexualidad.

El tema fue discutido en ese año en diferentes foros, muchos de los cuales fueron debates intergeneracionales.

En 2011 la celebración se centró en la salud sexual juvenil con el lema 'La salud sexual de los jóvenes: derechos y responsabilidades compartidos'. El tema de este Día Mundial fue consecuencia de la creación de la Iniciativa Juvenil de la WAS y se dio en el contexto del Año Internacional de la Juventud proclamado por la Organización de las Naciones Unidas. Dentro de la WAS, miembros del comité asesor y del comité juvenil celebraron el día al organizar un amplio rango de actividades en sus países natales, desde mesas redondas de discusión hasta conferencias y exhibiciones de arte.

Los enfoques del Día Mundial de la Salud Sexual 2012 fueron la diversidad y las minorías, con el lema 'En un mundo diverso, ¡salud sexual para todos!'.

Alrededor del mundo, las actividades conmemorativas de ese año hicieron visibles las realidades de grupos poblacionales, como ancianos, personas transgénero, personas que viven con discapacidad, inmigrantes.

Por los siguientes años esta conmemoración se ha realizado con gran éxito a fin de promover la labor social sobre salud sexual alrededor del mundo.

La fecha se celebra a nivel global en más de 35 países.

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