Funciones del frenillo prepucial y sus problemas más comunes

Cuando el pene tiene una erección, el prepucio se retrae descubriendo el glande (cabeza del pene) hasta llegar a la zona en forma de 'V' llamada frenillo prepucial. Si este tejido es muy corto, dificulta la correcta retracción de la piel prepucial, por lo que puede llegar a producir problemas de erección y hasta dolor durante las relaciones sexuales, afirman los expertos.

El frenillo corto o frenulum breve puede resultar una auténtica pesadilla para algunos hombres, especialmente si se producen complicaciones como infecciones, ya que limita la higiene correcta y ocasiona dificultad para llevar a cabo actividades sexuales con normalidad, reconoce el psicólogo y psicoterapeuta de parejas Eliécer Pérez Rivera.

Pérez menciona que en su consultorio ha recibido a pacientes que han llegado a tener desgarramientos del frenillo. “Es una de las peores consecuencias que puede presentar el hombre si tiene un frenillo corto. Al desgarrarse, este produce dolor y sangrado, lo que puede suponer una emergencia médica si este se llega a complicar”, detalla.

María Fernanda Peraza, uróloga y experta en medicina sexual, dijo al diario digital El Español que los hombres con el frenillo corto pueden sufrir un desgarre al momento del coito por la fricción y la retracción del pene. “Es una parte llena de terminaciones sanguíneas y, por tanto, una zona erógena y muy sensible. Esta es la razón por la que si se desgarra el dolor es muy intenso”, explica.

De acuerdo con el diario, la uróloga señala que un desgarro del frenillo en el pene es un accidente muy complicado y se trata como urgencia. “El pene se mantiene erecto por la concentración de sangre que hay dentro y, por lo tanto, en estas situaciones se produce una gran hemorragia. Sangra, sangra mucho. No puede decirse que sea un accidente frecuente, pero, desde luego, pasa. No se asocia con prácticas sexuales demasiado raras: incluso en la masturbación puede ocurrir. Lo peor es el abundante sangrado pero, si pasa, hay que presionar la herida y acudir a urgencias”, aconseja Peraza.

De acuerdo con Javier Romero Otero, director del Departamento de Urología de HM Hospitales en Madrid, España, en entrevista con Cuidate Plus, muchas personas no saben que el frenillo también es una zona erógena de gran sensibilidad, por lo que durante las relaciones sexuales su estimulación desencadena un aumento del placer. De hecho, “la estimulación repetida de esta zona contribuye al reflejo eyaculatorio”, dice.

Igualmente señaló que la mejor forma de evitar que el frenillo del pene se rompa es iniciando la relación sexual de manera suave para evaluar si el estiramiento del frenillo produce dolor, de igual forma utilizar lubricante también puede ayudar, ya que evita que la piel del pene se retraiga en exceso.

En caso de que se identifique que el frenillo es muy corto y produce molestia, se recomienda consultar a un urólogo para que realice una cirugía, llamada frenuloplastia, en la cual se hace un pequeño corte que permite al frenillo estirarse más, evitando que se rompa durante el contacto íntimo.

Los expertos coinciden en que a menudo este problema puede confundirse con fimosis; sin embargo, por lo general, en la fimosis no se puede observar el frenillo completo. Por lo tanto, en los casos de frenillo corto es posible que no se logre halar toda la piel del prepucio hacia atrás, pero normalmente sí se puede observar todo el frenillo.

No obstante, si existe sospecha de frenillo corto del pene o de fimosis, se recomienda consultar a un urólogo para iniciar el tratamiento adecuado, en especial antes de iniciar la vida sexual activa, pues así se evita el surgimiento de molestias.

No es posible prevenir el frenillo corto, pues se trata de una característica que se produce con el desarrollo y crecimiento de la pubertad, explican los expertos.

Para este problema hay diferentes tratamientos en función de su gravedad. Desde el uso de cremas con corticosteroides y la realización de ejercicios de extensión manual para conseguir la elongación del frenillo.

“Estos ejercicios consisten en realizar movimientos muy suaves de retracción-avance del prepucio de forma constante (repetitiva) durante 4-5 semanas, para que los efectos sean duraderos. Se combinan con el uso de cremas corticoideas que reducen la inflamación y adelgazan el tejido engrosado, aumentando la elasticidad potencial del frenillo”, mencionó Gemma Cardona, médica consultora de Teladoc Health para Mapfre.

Según Cardona, estos métodos son útiles en casos muy leves, mientras que en el resto tan solo sirve para aplazar el momento de la cirugía.

Otro tratamiento es la cirugía reparadora. Según la médica, este procedimiento es sencillo, rápido, fácil y curativo (elimina por completo los síntomas). Generalmente se realiza aplicando anestesia local, en régimen ambulatorio (sin ingreso hospitalario).

También existe la frenectomía, que consiste en realizar una pequeña incisión transversal con el bisturí sobre el frenillo corto para rebajar la tensión del tejido.

Posteriormente se realiza una sutura superficial, longitudinal con puntos de sutura. Finalmente se aplican povidona yodada (como antiséptico) y apósitos impregnados con sustancias grasas y cicatrizantes (para evitar adherencias). El pene se mantiene fijado al pubis para que se mantenga elevado durante la convalecencia.

Y por último está la circuncisión cuando existe asociada una fimosis. En este caso se retira por completo el prepucio, dejando la cabeza del glande completamente al descubierto.

Según Pérez, a raíz de este problema también se presentan otros a nivel psicológico, por lo que se debe tratar de manera multidisciplinaria, es decir de la mano con varios especialistas directos. “Lo primero es acudir a la consulta con un andrólogo, quien realizará una exploración física para valorar el problema y el grado, y luego con un psicólogo que evaluará el problema a nivel conductual”.

Son numerosos los estudios que ponen de manifiesto la importancia de la satisfacción sexual en la vida personal y la relación de pareja, hasta el punto de influir sobre el bienestar de la persona y su calidad de vida en general. No obstante, es necesario conocer los factores que pueden aumentar o reducir el nivel de satisfacción sexual, sobre todo cuando existen problemas de este tipo que se pueden tratar, reconoce Pérez.

En la mayor parte de los casos, es fácil identificar si el frenillo es más corto de lo normal, dado que no es posible tirar completamente del prepucio (piel que recubre el glande) hacia atrás sin sentir una ligera presión sobre el frenillo. Sin embargo, otros signos y síntomas que pueden indicar este problema incluyen los siguientes: dolor o incomodidad que dificulta el contacto íntimo; la cabeza del pene se dobla hacia abajo cuando se tira de la piel hacia atrás o el prepucio no puede ser completamente desplazado hacia atrás.

En este caso, el médico especialista en urología es el encargado del diagnóstico y tratamiento de esta afección.