Año y medio después de la pandemia ¿qué hemos aprendido?

Actualizado
  • 31/08/2021 00:00
Creado
  • 31/08/2021 00:00
El mundo sigue luchando contra la covid-19, un enemigo que ha dejado a los sobrevivientes con secuelas psicológicas, neurológicas y respiratorias sin precedentes. De acuerdo con especialistas, es una enfermedad de la cual se sigue aprendiendo. Expertos de Panamá y EEUU se reunieron para abordar lo que hasta hoy se conoce sobre las secuelas
La pandemia ha afectado la vida de la humanidad.

Un año y medio después, el mundo sigue luchando contra la covid-19, un enemigo invisible que ha dejado a los sobrevivientes secuelas psicológicas, neurológicas y respiratorias sin precedentes. Sin embargo, se ha aprendido mucho, según mencionó Leopoldo Pozuelo, psiquiatra de Cleveland Clinic, durante la XLVI Jornada Científica del Hospital Paitilla, realizada recientemente y de manera virtual con expertos de Panamá y Estados Unidos.

“La pandemia de la covid-19 nos ha enseñado mucho. El ecosistema médico parece estar mejorando lentamente pero a través de los pacientes y nuestra propia vida profesional hemos visto cómo la huella psicológica de esta pandemia crece y ahora más que nunca es importante aprovechar los recursos que tenemos y disponemos para poder inmovilizar nuestra salud mental y física”, resaltó Pozuelo, también director del Centro para la Salud Conductual de Adultos de Cleveland Clinic.

Durante su presentación, el experto afirmó que, han surgido en el contexto de la pandemia tres tipos de reacciones. “La primera es la reacción de angustia, que es donde se presentan secuelas como dificultad para dormir, inseguridad y síntomas como dolor de cabeza, muscular, ira y mayor sentido de aislamiento”.

Lo otro es el comportamiento de riesgo para la salud donde se ha visto mayor incidencia de alcohol, angustia familiar, violencia intrafamiliar, conflicto interpersonal simplemente por el hecho de haber estado en cuarentena más de lo esperado. “La pandemia también ha intervenido de manera enorme y persistente en el desequilibrio entre el trabajo, la escuela y la vida con la familia siendo esta última de mucho valor para nosotros”, dijo el médico.

Expertos invitan a los sobrevivientes a dar seguimiento a la enfermedad para evitar secuelas.

Según Pozuelo, la otra reacción son los trastornos psiquiátricos que incluye la depresión, ansiedad, dolor y estrés postraumático trayendo consigo un alto aumento de suicidios en las poblaciones vulnerables o con recursos limitados, igualmente la población joven.

De acuerdo con el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos, desde agosto de 2020 hasta febrero de 2021 se observó que la tasa de ansiedad y trastornos depresivos aumentó de un 36% a un 42%, lo que indica que la pandemia ha afectado considerablemente la huella psicológica del ser humano.

Ariel Saldaña, director médico del Hospital Paitilla, coincide con Pozuelo en que las afecciones psicológicas vividas durante la pandemia están relacionadas con las cuarentenas, los toques de queda, los cercos sanitarios, el no poder abrazar o besar a seres queridos, el saber que algún ser querido o conocido falleció y no se pudo despedir como debió ser.

Experiencia y optimismo

Según el psiquiatra dentro del hospital durante los momentos más difíciles siempre se trató de mitigar el estrés psicológico tanto del departamento de enfermería, urgencias como del personal de cuidados intensivos, utilizando las estrategias de los principios de psicología denominados 'primeros auxilios psicológicos' a fin de establecer un ambiente de seguridad para el individuo.

En esta pandemia se ha logrado en tiempo récord y a una escala sin precedentes el desarrollo, la aprobación y distribución de vacunas contra la covi-19

“Hemos notado que existe un equilibrio muy delicado entre la experiencia y el optimismo. Tenemos que cuidarnos emocionalmente porque nosotros mismos somos nuestro apoyo para el futuro”, manifestó.

Otro factor importante que resaltó Pozuelo es el sentido de la resiliencia. Recomendó a las personas cuidar el sueño, hacer ejercicios, expresar gratitud hacia los demás y sobre todo limitar las noticias falsas y fomentar emociones positivas. “Cuando las instituciones médicas y el paciente se unen para llevar un mensaje único (uso de mascarillas y vacunación) y lo hacen de manera honesta y científica eso trae consigo confianza y tranquilidad mental y física”, subrayó.

Respecto a las secuelas neurológicas, Joao Gomes, doctor en neurología en Cleveland Clinic, aseguró que el Sars-CoV-2, ha afectado el sistema nervioso central y periférico de manera directa.

Según el neurólogo hay que entender que si el virus afecta de manera directa las células endoteliales e inflama los vasos craneocervicales esto puede provocar en el paciente un estado protrombótico causando una isquemia cerebral.

“Actualmente muchas personas se quejan de todo tipo de trastornos neuropsiquiátricos y neurológicos, pero las afecciones más comunes son la depresión, ansiedad, problemas con la concentración, cefaleas, trastornos del sueño. Según The New England Journal of Medicine nuestro próximo futuro desastre de salud pública son los trastornos neuropsiquiátricos en pacientes de alrededor de 40 años porque es un síndrome bastante común hasta en un 30% de los pacientes que sobreviven al covid-19”, aseguró Gomes.

Secuelas cardiovasculares y respiratorias

Daniel Pichel, cardiólogo del Hospital Paitilla comentó que otros de los efectos del virus están relacionados con el sistema cardiovascular. “Por un lado, las lesiones agudas durante la misma infección, como son los procesos de inflamación del corazón, que se manifiestan con arritmias e insuficiencia cardiaca. Los trastornos de coagulación también pueden tener efectos cardiovasculares como embolias pulmonares e infartos de miocardio”.

“Después, hay efectos importantes en lo que se ha llamado el síndrome Post-Covid, donde pacientes que tuvieron la infección, una vez resuelto el cuadro agudo, quedan con síntomas cardiovasculares que pueden durar varios meses o años. Entre estos, los más importantes son la falta de aire, las palpitaciones y la fatiga persistente. En ocasiones, requieren seguimiento cardiovascular y tratamiento si llegan a ser severos”, reveló Pichel.

Según el médico otro efecto, es la consecuencia que tendrá el hecho que, durante la pandemia, muchos pacientes dejaron de darle seguimiento a sus enfermedades crónicas y factores de riesgo, como son la hipertensión, diabetes y colesterol elevado. Estos efectos, pueden significar un incremento importante de problemas cardiovasculares que pueden extenderse hasta años después de terminada la pandemia”.

El pulmón es el órgano que resulta más afectado y esto tiene implicaciones neumológicas en el seguimiento, valoración funcional y pruebas de imagen posteriores, en las que la neumología tiene un papel determinante para descartar o identificar precozmente complicaciones o secuelas, que son reversibles con los tratamientos adecuados, indicó James Mojica, neumólogo de Cleveland Clinic.

Las principales secuelas de la covid-19 que se han observado hasta ahora en el pulmón son las alteraciones de la función pulmonar y alteraciones intersticiales pulmonares que se presentan más allá del episodio agudo de la enfermedad.

“A medida que avanza la enfermedad, durante la fase aguda, se produce una tormenta de citocinas en el organismo, igualmente característica de otras enfermedades como los trasplantes infantiles, que se liberan en la circulación y producen complicaciones inflamatorias como la coagulabilidad sanguínea; esta hipercoagulabilidad puede tener como manifestación una embolia pulmonar”, dijo.

Bruno Hammerschlag, especialista en medicina interna, neumología y medicina crítica del Hospital Paitilla, explicó que las secuelas respiratorias están dentro de las cinco más frecuentes y según registros confiables, el 50% de las personas diagnosticadas con la covid-19 se quejan posteriormente de algún grado de dificultad para respirar.

“La mayor parte, se asocian a un daño residual pulmonar no bien reparado que ocurre tanto en personas con enfermedad pulmonar previa, como en aquellos que tuvieron afectación respiratoria en cualquier grado de severidad. Es urgente entender el problema y aprender a diagnosticarlo y a tratarlo adecuadamente”, puntualizó.

Por ahora la esperanza de evitar más secuelas de la covid-19 en la humanidad radica en la inmunización para prevenir el contagio de la enfermedad y evitar más muertes que hasta hoy en Panamá ascienden a 7,047.

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