La cultura nuestra de cada día

Yo me levanto temprano todos los días y, como parte de mi rutina diaria, tomo una taza de café. Ese simple hecho dispara una cadena de valor que genera economías.

Somos tantos los que apreciamos el buen café, que el hecho de lograr que todos tengamos nuestra taza diaria ha creado pueblos, culturas, fortunas y ‘clusters'.

Uno de los proyectos dentro del ecosistema de innovación en el que me muevo, es @OpenArtsPTY, una articuladora e incubadora de proyectos de la economía cultural y creativa.

Entre los objetivos que nos fijamos este año estuvo el de tratar de responder a la pregunta: ‘¿en qué consiste el consumo cultural diario en Panamá?'.

Parece una pregunta sencilla, pero en realidad no lo es. ‘¿qué productos creativos y culturales consumen los panameños todos los días?'

Responder a estas cuestiones nos ha llevado por el camino de los indicadores, las estadísticas, el análisis de datos y a conectarnos con instituciones como el MEF, el MICI, la Alcaldía de Panamá, la Alianza Francesa, la Cooperación Española, el BID, la UNESCO, el SENACYT y un sinnúmero de emprendedores de este sector.

A principios del 2015 le pusimos nombre a este esfuerzo; lo llamamos ‘la canasta culturosa', y bajo su sombra trabajamos en varios frentes.

El primero fue crear un esquema de medición, para lo cual acudimos al ‘marco de estadísticas culturales de la UNESCO', herramienta conocida ya en el ambiente económico cultural mundial.

El segundo fue tratar de indagar en las comunidades de emprendedores locales. Para esto aprovechamos que ya teníamos andando otro proyecto sobre el tema, con nuestros partners de la Cooperación Española, ‘Cultura Naranja PTY'. Este consistió en incubar y acelerar a un grupo de emprendedores del sector durante 90 días.

Además, el hecho de haber apoyado a otros procesos en el sector, como la fiesta de la música y eventos similares, nos permitío tener estadísticas de primera mano.

Ahora contamos con una idea más precisa de cómo funciona este ecosistema. Vemos que, como dice Pedro Buitrago, el economista y gestor del libro La Economía Naranja del BID, realmente existe la posibilidad de generar empleos y recursos en este campo.

Hay que pensar más en procesos y ‘clusters' y menos en eventos y sucesos aleatorios. Hay que meditar las cosas de forma articulada y con una mirada claramente estratégica.

Por lo pronto, hemos decidido que ‘la canasta culturosa' se transforme en una estrategia doble.

Por un lado, vamos a promover el conocimiento sobre la ‘economía cultural y creativa' o ‘economía naranja'. Por otro, vamos a generar estadísticas e indicadores de forma pública, para apoyar la aparición de políticas públicas que coadyuven la generación del ‘cluster naranja' en la economía de Panamá.

Sin creadores no existe innovación y sin innovación no hay economía del conocimiento. Por eso, desde el espacio que nos toca, hemos decidido pelear por el talento local y su capacidad de crear valor. Esperamos que todos los interesados se sumen.

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‘Sin creadores no existe innovación y sin innovación no hay economía del conocimiento',

PEDRO COLMENARES

ASESOR TIC