“Mandao”, espacio en la maleta para una sonrisa

Actualizado
  • 09/02/2016 01:00
Creado
  • 09/02/2016 01:00
En octubre se lanzó una plataforma panameña para conectar a una persona que quiere un producto con un viajero 

Es un clásico. Siempre hay un producto que queremos pero está en otro país. ‘¿Sabes quien viene para acá?'. La pregunta viajaba varias veces de Madrid a Panamá. Melisa De León trataba de encontrar en la maleta de algún conocido espacio para el aroma de su café panameño favorito.

Por esos días hacía eco el ‘boom' de la economía colaborativa —interacción entre dos personas por medios digitalizados para satisfacer una necesidad—, y bajo este canon Melisa crea Mandao. Un startup con nombre en buen panameño que conecta a un usuario con un viajero, para conseguir un producto de afuera.

ASÍ FUNCIONA

Entre los pedidos más recientes están unas galletas bañadas en chocolate de Perú a España, champú para perro del istmo al país ibérico, y mafá para alguien en Canadá.

El pedido se hace en el sitio www.mandao.co luego de registrarse con un correo electrónico. En un pedido reciente, a Melisa le llegó un encargo de yerba mate de Uruguay. Se pone en contacto con el cliente para limar detalles y saber cuánto está dispuesto a pagar por el ‘mandao'. Ya con esta información, busca a alguien que esté viajando a Panamá y pueda traer, en este caso, la yerba mate.

El modelo de negocio es simple. Por cada entrega, la plataforma se queda con el 10% de la transacción.

UNA COMUNIDAD

¿Qué beneficio tiene un viajero? Por un lado, recibe un pago por el ‘mandao'. ‘Ayer justo me llegó un pedido de unas medicinas y se ganaron 100 dólares', revela la CEO de Mandao, añadiendo que no hay un límite de pago. ‘Lo que quiero es que todo el mundo tenga la oportunidad de tener lo que sea al precio que consideren que vale'.

Pero hay veces que el dinero no es tan significativo para que el viajero se salga de su ruta. La ingeniera industrial de 27 años comenta que hay gente que cree en el concepto y en hacer crecer la comunidad. ‘Las empresas tradicionales no van a poder ser tan eficientes como un viajero —dilucida la joven emprendedora—, (un mandao) puede ser tan rápido como la duración del vuelo'. Al haber más viajeros y usuarios, ambos salen beneficiados.

EVOLUCIÓN DE MANDAO

Sentada frente a una computadora, Melisa se encarga de unir viajero y comprador. Pero ahora en marzo la interacción será más directa.

La página permitirá al usuario postear el producto que necesita y ver en tiempo real qué viajero estará montándose a un avión pronto para contactarlo.

Además, para el depósito de dinero —que se hace a través de transferencia bancaria— se añadirá la opción de banca en línea, lo que hará la experiencia más amigable, según la CEO de la plataforma.

Las rutas donde tiene más flujo son España y Estados Unidos hacia Panamá, aunque hay otros mercados que la creadora de Mandao desea explorar, como Canadá.

‘La gente que más pide son los extranjeros viviendo afuera, y en Canadá hay demasiados extranjeros', comenta. Desde que lanzó la plataforma en octubre del año pasado, no había tenido la oportunidad de volver a viajar, hasta hace unos días, que fue a Toronto y aprovechó para entregar personalmente su primer ‘mandao': unos huevitos de leche chiricanos.

‘Yo viví afuera y sé lo que es querer cosas de tu país, y cuando veo que un panameño está viviendo en otro país y quiere algo, yo se lo voy a llevar, porque además puedes conocer a una nueva persona —confiesa, hablando de la comunidad que hoy se amasa— es súper chévere porque conectas'.

Los productos permitidos son ‘todos los que el viajero en teoría puede traer con las reglas de aduanas'. Nada ilegal, lo cual incluye cantidades limitadas.

Hoy, Melisa considera incluso la opción de replicar este servicio a nivel provincial: el ‘Mandaito', pero por ahora enfoca energías en seguir hacer creciendo la cantidad de viajeros y compradores con un sentido honesto de comunidad.

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CONFIANZA

Un ‘mandao' que conecta

Cuando aún estaba en la Universidad, Melissa De León oía la idea de una plataforma como Mandao, pero la preocupación de sus compañeros hacía que el concepto se esfumara: ¿cómo manejar la seguridad al viajar con un producto?

‘El viajero tiene que comprar el producto', establecería Melissa como primer parámetro de confianza. ‘Limitas mucho qué producto va a ser y limitas el mercado porque tienen que ser productos que sean fáciles de conseguir y que no sean muy pesados —comenta la CEO de Mandao—, pero siempre hay mercado'.

En la plataforma, uno se registra con el correo electrónico. Cada vez que se completa un ‘mandao', Melissa recibe la valoración de la entrega. Por ahora solo ella tiene acceso a esta información, pero desde marzo estará visible en el sitio web, permitiendo más interacción entre compradores y viajeros.

‘Tengo un caso de un pedido en Madrid que las personas se cayeron tan bien que se convirtieron en amigos', recuerda la emprendedora de 27 años.

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