Internet de las cosas, la cuarta revolución industrial

Estudiar, trabajar o entretenerse son algunas de las áreas que se han visto revolucionadas por la tecnología. Esto se debe a la alta capacidad con la cual se cuenta hoy día para conectar casi todo tipo de dispositivo y objeto a internet.

Mientras más productos sean capaces de adoptar la tecnología y la conectividad, mejor rendimiento tendrá en la cadena de valor, lo cual llevará a mucha empresas a replantearse sus propios esquemas de negocios, ya que mientras mayor sea la conectividad mayor será su valor.

Y es en este punto, en el de desarrollo de productos y soluciones, donde entra el concepto llamado Internet de las Cosas (IoT en sus términos en inglés).

Internet de las Cosas describe el creciente número de productos inteligentes conectados a internet. El potencial de IoT es infinito.

Según estudios recientes, se espera que para el año 2020 haya alrededor de 25 mil millones de ‘cosas' conectadas a la red, lo cual significa un impacto sobre nuestras sociedades entre cinco y diez veces más grande que el que tiene internet actualmente.

Del mismo modo, las empresas ven un futuro prometedor en el Internet de las Cosas: una encuesta de Economist Intelligence Unit señala que 96% de los ejecutivos esperan que sus empresas usen IoT en algún momento durante el 2017, considerando además que Internet de las Cosas no sólo cambiará sus modelos de negocio, sino que inspirará nuevas prácticas laborales entre sus empleados.

Las fuentes de datos disponibles permite, tanto a empresas como a personas, usar análisis preventivos, predictivos y prescriptivos.

Estos análisis transforman la forma en la cual las empresas perciben el valor de sus productos y servicios, permitiéndoles adaptarse a los constantes cambios del mercado. Estos análisis, sumados a la computación en la nube, son vitales para que, por medio de la IoT, se pueda predecir el comportamiento de los consumidores.