Supremacía chiricana

Actualizado
  • 23/02/2011 01:00
Creado
  • 23/02/2011 01:00
PANAMÁ. Luego un campeonato 2010 para el recuerdo, Chiriquí regresó a la cúspide de la pelota juvenil en este 2011 tras conquistar, a la...

PANAMÁ. Luego un campeonato 2010 para el recuerdo, Chiriquí regresó a la cúspide de la pelota juvenil en este 2011 tras conquistar, a la medianoche del pasado lunes, el noveno título de su historia y el quinto en los últimos siete años.

Ante 6 mil 244 aficionados que pasaron por taquilla, de los cuales al menos 5 mil eran chiricanos, en el estadio Rod Carew, la tropa del Valle de la Luna le puso la cereza al pastel de una temporada de ensueño con una apretada victoria de 4 carreras por 3 frente a Herrera.

Los chiricanos llegaron como favoritos al torneo, lo confirmaron en las rondas regulares, de seis y de cuatro, al liderar dos de estas tres series y en la final se sacudieron rápido a los herreranos en solo cinco juegos.

Chiriquí acumuló registros de 9-1, 7-3 y 5-3 en las tres primeras rondas, respectivamente, para una marca total de 21 victorias y 7 derrotas, mientras que en la final Herrera solo pudo robarles un triunfo y luego cayó de forma consecutiva en los siguientes cuatro enfrentamientos.

TRES OUTS ELECTRIZANTES Y LOCURA EN EL ROD CAREW

A 15 minutos para puntualizar las 12 de la medianoche, Chiriquí salió al diamante del Rod Carew a defender su ventaja en el cierre del noveno capítulo y con tres outs de fotografía, el Gigante de Cerro Patacón se convirtió en un manicomio.

El primer out fue una línea asesina que salió disparada como un misil y a la cual se llevó el primera base chiricano Mauricio Barría, con una zambullida hacia la raya de cal.

Después el patrullero derecho Rodrigo Araúz hizo gala de su versatilidad para custodiar los jardines, al lanzarse de cabeza para capturar un batazo que llevaba etiqueta de imparable.

Y para un cierre de película, salió un elevado en terreno de foul pegado a la raya que va de tercera base al home plate, el catcher Franklin Moreno y el tercer saquista Alcides Camarena salieron a buscar el batazo, parecía que el máscara la tenía, la bola le falló su guante, pero cayó abajo en la manilla del pequeñín defensor de la esquina caliente y estalló la celebración. Los miles de aficionados chiricanos lanzaron al aire sus cervezas, sodas y botellas de agua, se abrazaban, gritaban y otros lograron colarse en el terreno de juego para festejar con los peloteros.

VIGIL, CHÁVEZ Y LA ASTUCIA DE MACRÉ

El quinto partido frente a Herrera fue el escenario ideal para que Rodrigo Vigil, la bujía y capitán de Chiriquí; Nelson Chávez, primer abridor; y el técnico Alberto ‘Beto’ Macré hicieran de las suyas una vez.

Vigil, quien se convirtió en le tercer jugador en batear 100 imparables en los torneos juveniles, conectó de 5-2 y remolcó dos carreras para los chiricanos.

Por su lado, Chávez demostró su calidad de as estelar ante una inquieta ofensiva herrerana que nunca bajó la cabeza ni se dio por vencida.

Chávez se llevó la victoria, tras labor de tres carreras, siete incogibles, en siete entradas completas. El zurdo recibió el apoyo de Rigoberto Santamaría, quien se adjudicó el rescate.

En tanto, el timonel Macré volvió a ejecutar su jugada preferida, el squeeze play, en el momento del partido, donde los azuerenses ya le respiraban en la oreja.

Con la pizarra 3-2 a favor de Chiriquí, un out y Alcides Camarena corriendo en la tercera base, Macré mandó a tocar al segunda base Luis Jordan, quien puso a rodar la pelota en terreno legal por la raya de tercera, como si la hubiese lanzado con la mano. El excelente toque hizo que Camarena pasara como un balín por la registradora.

LLUEVEN LOS FESTEJOS

Como todo equipo campeón, Chiriquí no ha parado de celebrar desde el out 27 del quinto juego, primero fueron agasajados en un exclusivo restaurante, el presidente Ricardo Martinelli los recibió en el Palacio de Las Garzas y hoy tienen previsto llegar a su provincia, donde ya les preparan un apoteósico recibimiento.

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