De la fama y la fortuna a la ruina

Actualizado
  • 08/02/2012 01:00
Creado
  • 08/02/2012 01:00
PANAMÁ. En 1989, una jovencita de tan solo 18 años sorprendió a los expertos del tenis mundial al vencer a la número 1 del mundo, Steffi...

PANAMÁ. En 1989, una jovencita de tan solo 18 años sorprendió a los expertos del tenis mundial al vencer a la número 1 del mundo, Steffi Graf, en la final del torneo de Roland Garros.

A partir de ese momento, la española Arantxa Sánchez Vicario se convertiría en una de las mejores tenistas del mundo, y el éxito que cosechó la llevó a amasar una fortuna que se estima en unos 45 millones de euros (más de 59 millones de dólares).

Sánchez Vicario provenía de una familia perfecta de deportistas exitosos.

Cada uno luchaba hombro a hombro para que cualquiera de los miembros de la familia alcanzara la fama.

Pero detrás de todo ese aparente éxito, la realidad era otra. Una realidad cruda y dolorosa.

Hoy, la que en su momento fue una de las mejores deportista de España, revela que está en la ruina y vive un verdadero calvario.

Arantxa Sánchez Vicario no se habla con sus padres desde hace tiempo, ya que los acusa de ser los causantes de haberla dejado en la ruina, según revelan ahora sus memorias, Arantxa ¡Vamos!, que salieron ayer a la venta.

Según las memorias, la tenista española acusa directamente a su padre, Emilio Sánchez, quien se ocupó de administrar y gestionar sus intereses.

El padre de la tenista mensualmente le entregaba una cantidad de la que ella le daba cuenta puntual.

También acusa a su madre, Marisa Vicario.

‘Mi madre decidía sobre mi pelo, mi ropa... Cuando me compraba algo por mi cuenta, rara vez le gustaba’, revela la extenista.

La española dice que está endeudada con una finca y que sus propiedades son muy inferiores, por ejemplo, a la de su hermano Javier, que ganó menos que ella.

El año más exitoso de la jugadora española fue 1994, cuando ganó ocho torneos, entre ellos el Abierto de Francia o Roland Garros y el Abierto de EEUU.

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