Una final juvenil deslucida

Actualizado
  • 18/02/2012 01:00
Creado
  • 18/02/2012 01:00
PANAMÁ. La gran final del XLIII Torneo Nacional de Béisbol Juvenil se vio empañada, aún más, la noche del pasado jueves, cuando el sexto...

PANAMÁ. La gran final del XLIII Torneo Nacional de Béisbol Juvenil se vio empañada, aún más, la noche del pasado jueves, cuando el sexto enfrentamiento entre Panamá Metro y Chiriquí comenzó y terminó de muy mala forma.

Desde el arranque del partido en el estadio Rod Carew el ambiente era tenso, luego que la Fedebeis le diera oportunidad de jugar a los capitalinos Ibrahim Mckenzie y Carlos Martínez, quienes fueron expulsados del quinto juego el martes en David, Chiriquí.

Los del ‘Valle de la Luna’ protestaron el encuentro y mientras se escuchaban las notas del Himno Nacional, en las gradas, aficionados chiricanos ubicados por el lado de primera base gritaban: ‘Mckenzie asesino, Mckenzie delincuente’.

Así transcurrió el juego, pero en la apertura de la octava entrada un fanático metropolitano entró al campo para que Mckenzie le firmara una pelota, luego otra aficionada citadina también se metió al terreno y aunque la policía intentó llevársela, un entrenador la salvó.

Minutos después, antes que Chiriquí fuese a la defensa en el cierre del octavo, dos aficionados chiricanos ingresaron al campo y allí la Policía Nacional sí usó la fuerza, lo que desató la ira de los aficionados, que bañaron con cervezas a más de cuatro agentes, quienes rociaron gas pimienta a su antojo.

Debido a éste último incidente, el partido estuvo detenido por unos 20 minutos, hasta que se calmaron los ánimos y Chiriquí decidió salir al campo antes de que el árbitro jefe Fermín Batista declarara forfeit; sin embargo, en su última oportunidad al bate los chiricanos tocaron intencionalmente para ser puestos out.

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