De pronóstico reservado

Actualizado
  • 24/10/2012 02:00
Creado
  • 24/10/2012 02:00
SAN FRANCISCO. Se puede plantear que el último Juego de Estrellas sirvió de pequeño preámbulo para esta Serie Mundial entre los Gigantes...

SAN FRANCISCO. Se puede plantear que el último Juego de Estrellas sirvió de pequeño preámbulo para esta Serie Mundial entre los Gigantes de San Francisco y los Tigres de Detroit.

El 10 de julio en Kansas City, la Liga Nacional apaleó 8-0 a la Americana y el desempeño de tres integrantes de los Gigantes, Pablo Sandoval, Melky Cabrera y Matt Cain, fue fundamental para que el Viejo Circuito disponga de la ventaja de casa en el Clásico de Otoño que arranca hoy en San Francisco. Cain y el as de los Tigres Justin Verlander fueron los abridores hace casi cuatro meses.

Sandoval bateó un triple con las bases llenas ante Verlander, quien fue castigado con cinco carreras en la primera entrada. Cain dominó en dos episodios.

Cabrera fue consagrado como el jugador más valioso, pero fue marginado del equipo posteriormente tras ser suspendido al dar positivo por testosterona en un control antidopaje.

Otro detalle. ¿Se acuerda usted de aquel juego de pretemporada el pasado marzo en el que Miguel Cabrera empezaba a probarse como antesalista de los Tigres y recibió un pelotazo en el rostro que requirió ocho puntos de sutura tras un roletazo?

Quien bateó esa roleta fue Hunter Pence, por entonces jardinero de los Filis de Filadelfia y ahora el encargado de inspirar a sus compañeros en los Gigantes.

Detroit y San Francisco se citan por primera vez en una Serie Mundial, un duelo de franquicias históricas.

SOBREVIVIENTES

Los Tigres son un equipo que intenta ganar su primer campeonato desde 1984.

Tras remontar déficits 2-0 y 3-1 en las rondas previas de los playoffs, los Gigantes van por su segunda corona en tres años.

Con 88 victorias en la campaña regular, Detroit tuvo la marca más floja de los cinco equipos que se clasificaron a la postemporada en la Americana.

Tuvo que emplearse a fondo para ganar el título de la división Central, viniendo de atrás en pleno mes de septiembre.

Mucho ha cambiado con respecto al plantel de los Gigantes que hace dos años se proclamó campeón, el que estaba repleto de peloteros que habían sido descartados por otros.

Casi intacto está el núcleo de pitchers abridores, con Cain, Tim Lincecum y Madison Bumgarner; pero Edgar Rentería, el más valioso en el clásico del 2010 no está, al igual que Cody Ross, Juan Uribe, Mike Fontenot, Andrés Torres y Pat Burrell.

Brian Wilson no ha actuado, tras operarse el codo.

Sobreviven tres jugadores de posición. Uno de ellos es el receptor Buster Posey, favorito para llevarse el premio al más valioso de la Nacional. Los otros son Pablo Sandoval y Aubrey Huff. Barry Zito, quien abre esta noche por los Gigantes, ni siquiera estuvo en el roster del 2010, a pesar de su contrato de 126 millones de dólares, considerado como una inversión poco afortunada, aunque este año, ganó 15 juegos y tuvo una gran salida ante San Luis.

ACENTO LATINO

Será una pulseada nutrida con jugadores procedentes de República Dominicana y Venezuela, nueva de cada país. Y el panameño Roberto Kelly, coach de primera base de San Francisco. Los dominicanos son Al Alburquerque, Joaquín Benoit, Octavio Dotel, Jhonny Peralta, Ramón Santiago y José Valverde con Detroit, mientras que Joaquín Arias, Santiago Casilla y Guillermo Mota están en San Francisco. Cabrera, Avisail García, Omar Infante y Sánchez son los venezolanos en Detroit frente a Gregor Blanco, José Mijares, Héctor Sánchez, Sandoval y Marco Scutaro en los Gigantes.

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