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- 11/01/2013 01:00
- 11/01/2013 01:00
LOS ÁNGELES. Los Lakers de Los Ángeles han ganado los últimos cinco títulos en su división, y hasta hace solo un par de temporadas se le consideraba uno de los equipos más sólidos de la NBA.
Dos campañas, un par de contrataciones y un nuevo técnico después, el equipo ha mostrado una serie de fisuras impensables, con jugadores de un altísimo nivel que no encuentran cómo salir de un túnel donde la luz cada vez brilla menos.
CINCO CAÍDAS SEGUIDAS
Solo 24 horas después de afrontar una paliza ante los Houston Rockets, la tropa de Mike D’Antoni plantó cara en casa de los Spurs de San Antonio, pero no fue suficiente. Perdieron 108-105.
Fue la quinta derrota seguida para un quinteto que tras las lesiones de Dwight Howard y el español Pau Gasol no ha podido armar una estrategia capaz de hacer triunfador al equipo sin esas unidades.
LOS SACRIFICADOS
Kobe Bryant está cargando el pesado fardo ofensivo a sus espaldas, arriesgando como siempre todo para salir con la victoria, sin resultados positivos.
Metta World Peace, cuyos aportes de talento son tan intermitentes como su personalidad a veces díscola, anotó 23 puntos ante San Antonio. Si fuera consistente y mantuviera ese promedio, los Lakers no estarían en este trance.
Steve Nash no ha resuelto problemas de estrategia sobre la duela. Como World Peace, ha sido intermitente entre actuaciones buenas y otras poco afortunadas.
Ante tanta mala fortuna, D’Antoni ha tenido que sacar de lo profundo de su banca a Earl Clark, que le aportó 22 puntos ante San Antonio.
SITUACIÓN COMPROMETIDA
Los Lakers no tienen profundidad en su banca; esto no estuviera sucediendo si tuviera al menos un par de reservas capaces de compensar las notables ausencias que tienen.
Al mismo tiempo, D’Antoni no ha encontrado una fórmula para salir del atolladero. Una pobre marca de 15-20 les está dejando fuera de la postemporada, si no hace un ajuste dramático y bien, recupera a sus titulares.
Hoy, los Lakers reciben a Oklahoma, el mejor equipo de la liga. La sombra de una nueva derrota cubre el Staples Center en Los Ángeles.