‘Cloroformo’ Díaz sigue a la espera

PANAMÁ. Aunque el combate mandatorio entre el panameño Ameth Díaz y el mexicano Miguel ‘Títere’ Vázquez por el título ligero de la Federación Internacional de Boxeo (FIB) ya está siendo promocionado en el país azteca, a cuatro días del pleito el istmeño no ha recibido noticias de parte de la promotora organizadora de la contienda.

Vázquez deberá defender su corona por sexta ocasión en Tijuana, pero hasta el momento el retador no ha recibido los tiquetes aéreos para viajar a la sede del combate.

‘Faltan un par de días para la pelea y hasta el momento no hemos recibido nada de nada’, mencionó Rogelio Espiño, representante del púgil panameño.

Vázquez es representado por Zanfer Promotions, del promotor mexicano Fernando Beltrán.

La empresa, a través de su portal, anuncia el combate y se destaca un afiche promocionando la cartelera boxística que reúne un total de nueve contiendas en la Arena Tecate.

Ya existen los contratos firmados por ambas partes. La promotora encargada de la cartelera debe costear los gastos de tiquetes aéreos.

Una nota del portal destaca que el púgil azteca podría realizar su última pelea en la categoría de las 135 libras para retar al campeón mundial superligero de la OMB, el recién coronado Ruslan Provodnikov, o incluso al campeón mundial wélter, Timothy Bradley.

El choque Díaz-Vázquez II fue a subasta y ganado por Zanfer. La empresa mexicana fue la única en ofrecer una bolsa, ganando la subasta con una oferta de $50,000, de los cuales el 75% le pertenece al campeón.

‘Cloroformo’ se mantiene entrenando en Panamá bajo las órdenes de Francisco ‘Tolete’ Arroyo con el anhelo de arrebatarle la corona mundial a Vázquez.

Díaz cayó ante Vázquez en enero del año pasado por amplia decisión unánime (120-107 en dos tarjetas, 119-108 en la otra) en la tercera defensa del mexicano.

Ahora el panameño buscará con ansias el título luego de ganarse el derecho de ser el retador mandatorio tras noquear en el séptimo asalto al británico Martin Gethin en pelea eliminatoria.

Por lo general un boxeador arriba una semana antes al país sede del combate; sin embargo, el caso de Díaz resulta ajeno. El panameño confía en salir airoso pese a los inconvenientes.