La Serie del Caribe busca oxígeno para no fallecer

Las señales que han prendido las alarmas en la Confederación de Béisbol del Caribe son tan claras y evidentes, que es imposible soslayarlas.

¿Cuáles son estas señales?

Unas muy visibles y preocupantes.

Las entradas para apreciar los encuentros de la Serie del Caribe este año en la República Dominicana han caído dramáticamente, incluso, para apreciar los encuentros de los Leones del Escogido, el equipo local.

Por otro lado, en Puerto Rico y Venezuela, las ligas invernales son cada vez más difíciles de organizar.

En el caso particular de Venezuela, la crisis económica y política imperante cuestiona seriamente el futuro del torneo doméstico para e próximo año.

La sola excepción de México, país netamente beisbolero altamente influenciado por su vecindad con los Estados Unidos, escapa de la situación, con una afición efervescente, entusiasta y creyente del buen espectáculo.

ALTERNATIVAS

Una ‘Serie Latinoamericana', que reune a equipos campeones de las ligas profesionales de Veracruz en México, Colombia, Nicaragua y Panamá corre paralela a la Serie del Caribe.

Panamá, uno de los fundadores de la Confederación de Béisbol del Caribe, podría ser aceptado en los próximos años, gracias a una serie de acercamientos ocurridos desde mediados del año pasado.

Los panameños, sin embargo, no tienen una liga competitiva, pues solo se juega durante poco más de un mes; algo que produce dudas acerca de la calidad de equipo que competiría en el torneo.

Ciertamente, la Serie del Caribe lucha contra tiempos sumamente difíciles, donde las ideas para transformar un evento que luce decadente en uno que produzca dividendos y gane la atención de los aficionados es la única vía para el rescate.

Todo esto, atendiendo a la popularidad de este deporte en los países donde se juega, tratando de estimular su regreso a los estadios.

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UN TORNEO EN PROBLEMAS

La Serie del Caribe 2016 no ha respondido a las expectativas