La inmortalidad es merecida para ‘Vlad'

Actualizado
  • 26/01/2018 01:00
Creado
  • 26/01/2018 01:00
Un pelotero con inusuales cualidades que salió de la pobreza para encumbrarse a lo más alto como profesional del béisbol. Orgullo para República Dominicana, su tierra natal

Vladimir Guerrero puede ser el ejemplo vivo del ser humano que creyó en sí mismo, y logró en base a esa convicción convertirse en un hombre de gran éxito en el sector profesional donde desarrollo su carrera.

Vestido con mucha sencillez, con jeans y una camisa de rayas blancas y rojas, el pelotero dominicano esperó impaciente la llamado desde el Comité Ejecutivo del Salón de la Fama, para darle la bienvenida oficial al templo de los inmortales del béisbol de las Grandes Ligas, e invitarle formalmente a las actividades que se realizarán el 29 de julio en el histórico poblado de Cooperstown.

MERECIDO

Vladimir Guerrero es el tercer pelotero dominicano que ingresa al Salón de la Fama de las Ligas Mayores; antes que él, dos lanzadores extraordinarios como Juan Marichal y Pedro Martínez alcanzaron la gloria.

UN PELOTERO COMPLETO

Vladimir Guerrero es el tercer dominicano en el Salón de la Fama de MLB

de promedio ofensivo en las Grandes Ligas, con 449 cuadrangulares y mil 496 carreras empujadas, fueron los números que amasó Guerrero en su carrera.

Constituye una pequeña muestra de los miles de quisqueyanos que han llegado al béisbol de los Estados Unidos con la ilusión de ganar dinero y cambiar el futuro de sus familias.

Guerrero no pudo completar la escuela primaria; su familia trabajaba en los campos y Vladimir, un muchacho alto, de gran contextura y fuerza física, era el pilar central en estos menesteres.

Tenía 16 años cuando acudió a un campamento de entrenamiento que tenían los Dodgers de Los Ángeles en Santo Domingo.

Jugar sin tacos de béisbol le produjo una lesión en el tendón de la corva, así que los Dodgers, que le habían dado un contrato ‘de contingencia' por 30 días, simplemente no lo tomaron en cuenta.

Guerrero recibió luego la visita de un buscador de talento de los Expos de Montreal, que lo había estado viendo en el campo de los Dodgers.

Hizo una oferta muy concreta: firma por dos mil dólares y ‘te doy cien más a ti para que puedas moverte de inmediato'.

El muchacho comenzó así un camino en el que desarrolló el talento innato en él para golpear la pelota, de cualquier forma que pudiera.

El 21 de septiembre de 1996, en el estadio Olímpico de Montreal, Canadá, Guerrero era un novato de 21 años de edad con los Expos.

Su veloz ascenso a la Gran Carpa desde Doble-A Harrisburg, se produjo luego de haber castigado a los lanzadores contrarios, mientras surgían varias historias sobre su poco vistoso, pero poderoso ‘swing', velocidad y fuerte brazo para enviar la pelota desde el jardín derecho hasta el plato.

En su primer turno al bate en Grandes Ligas, le botó la esférica al primer envío a Mark Wohlers, el estelar cerrador de los Bravos de Atlanta. Fue el comienzo de una ruta llena de hazañas.

GRANDES NÚMEROS

Guerrero fue elegido en su segundo intento al Salón de la Fama de las Grandes Ligas, tras recibir un 92,9% (392 votos de 422).

El ex pelotero dominicano, nueve veces convocado para el Juego de Estrellas, disputó la mitad de su carrera con los desaparecidos Expos de Montreal, que luego se convirtieron en los Nacionales de Washington.

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