En el béisbol istmeño urge un cambio estructural

Actualizado
  • 22/04/2019 02:00
Creado
  • 22/04/2019 02:00
El principal problema está en que el sistema y las reglas del juego, cambiados al antojo de los representantes provinciales, han ‘colapsado'

El torneo nacional mayor contó por muchas décadas con el favor de los fanáticos, debido al marcado regionalismo que existe en esta disciplina.

Los llamados clásicos no se daban exclusivamente entre un equipo y otro, como comúnmente ocurre, sino entre varios, debido al ‘pique' entre provincias.

No obstante, las cosas han cambiado y, lo que ayer sirvió como ‘anzuelo' para la concurrencia del público, hoy no surte efecto y los partidos, en su mayoría de muy buen nivel técnico, son presenciados por una fría y ‘escuálida' fanaticada.

Hay varias razones para ello, que van desde los precios de las entradas hasta la falta de representatividad de las provincias participantes, pasando por el deficiente mantenimiento de los estadios (butacas, baños, pasillos) y lo prohibitivo que resulta presenciar un partido, ante lo costos de los aperitivos y refrigerios.

Pero, el principal problema está en que el sistema y las reglas de juego, cambiados al antojo de los representantes provinciales, han ‘colapsado' y, con ello, la figura de las ligas provinciales.

BÉISBOL RENTADO

Es cierto, la característica provincial le ha asegurado a la pelota local, principalmente en su categoría mayor, un mejor y mayor beneficio económico, a través del apoyo y patrocinio de la empresa privada.

Sin embargo, es precisamente esa característica provincial la que mantiene encajonada a la máxima categoría, porque las reglamentaciones siempre han girado en torno a no lesionar esa condición.

Es por ello que para algunos expertos es hora de que las reglamentaciones cambien y le den en propiedad el estatus del que se ha venido apoyando desde hace mucho, el del profesionalismo.

‘Sé que hay muchas opiniones al respecto y es un tema polémico (…), pero si me preguntan, creo que la pelota panameña ya debe ser profesional', aseveró el periodista y presidente de la liga profesional (Probeis), David Salayandía.

Indicó que, para ello, las ligas provinciales tendrían que cambiar su figura asociativa a clubes profesionales, lo que ‘no significa que van a desaparecer', explicó.

En tanto, el ex pelotero y comentarista Eric Espino piensa que en un futuro las ligas deben transformarse en clubes profesionales, porque el actual formato ha ‘colapsado'.

‘Pero, sin perder el regionalismo, que es lo más importante en nuestro béisbol', señaló Espino, pensamiento al que se adhiere Salayandía, al señalar que ‘es la esencia, la clave del éxito' de los torneos de pelota.

MÁS REPRESENTACIÓN

Espino jugó por veinte temporadas con las novenas de Veraguas y Panamá Oeste, por lo que está identificado con el sentimiento de los fanáticos de que sus equipos no pierdan su esencia regional.

‘Si analizas los campeonatos nacionales, tenemos ocho años de contar con un torneo juvenil exitoso y un mayor con poco público. Esto no es de ahora, sino que viene sucediendo desde hace ocho años para acá (…), la juvenil está cargando prácticamente a la categoría mayor', advirtió Espino.

En ese sentido, cree que hay una serie de reglamentos que entorpecen el funcionamiento del béisbol. ‘Lo que no debe seguirse dando es que algunas provincias entreguen peloteros titulares a otras provincias', advirtió.

Insistió en que cambiar la estructura del béisbol no es fácil, porque habría que contar con la buena voluntad de los representantes provinciales, que actualmente inciden en el aspecto técnico de los torneos.

NUEVO SISTEMA

Para ambos, plantear la posibilidad de que se cambie el estatus de la pelota mayor no es fácil, porque se estaría eliminando una serie de prerrogativas a las Ligas Provinciales y tal vez, el protagonismo del que goza la Federación de béisbol.

En esa dirección, Salayandía explicó que los clubes serían responsables de sus peloteros en todas las instancias, además de tener participación en la boletería y en la venta de comida en los estadios, entre otros aspectos.

Precisó que el deporte debe ser trabajado como un negocio, que permitiría a las provincias contar con equipos mucho más competitivos, sin perder su identidad.

‘Si analizas los campeonatos nacionales, tenemos ocho años de tener un torneo juvenil exitoso y un mayor con poco público. Cambiar no es fácil',

ERIC ESPINO

COMENTARISTA DE BÉISBOL

Al respecto, señaló que se protegería a por lo menos diez peloteros de la provincia y sería obligatorio incluir un mínimo de tres jugadores juveniles, los cuales tendrían que cumplir con una cantidad de episodios lanzados, en el caso de los serpentineros, y de apariciones al bate, en el de los peloteros de cuadro.

‘El resto, que participe en la libre oferta y demanda…, (y) sin perder el regionalismo, tú puedes hacer que los equipos sean competitivos', matizó. El torneo duraría dos meses y medio, aproximadamente, sin salario mínimo, y un menor número de equipos de los que actualmente participan.

Por su parte, Espino está convencido de que las ligas, al cambiar su figura, podrían hacerle frente a una serie de gastos que hoy no pueden, porque estarían en la disponibilidad de contar con instrumentos financieros, como son los bonos y las afiliaciones, que les garantizaría una entrada económica.

También es partidario de asegurarle cupos a los peloteros juveniles y de que el Gobierno participe como patrocinador, lo que podría incidir en la disminución de los precios de entrada a los estadios.

‘Buscaría que el Gobierno Central fuera patrocinador del campeonato, porque le estaría brindando distracción y deporte, llevando a los fanáticos a los estadios y al pelotero, en vez de estar de ocioso, lo estaría llevando al campo de pelota', apuntó.

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