El polo, un deporte de élite que deja huellas en Panamá

Este deporte lleno de pasión y adrenalina y que solo aparece en revistas del jet set internacional, lleva desarrollándose en Panamá unos 28 años.

Todo comenzó en 1993 cuando los hermanos Jorge, Juan Pablo y Arturo Serrano Bianchi –quienes llegaron a Panamá por el asilo político que les concedió Guillermo Endara Gallimani, presidente de Panamá, a su padre Jorge Antonio Serrano Elías, en aquel entonces presidente de Guatemala– dieron el primer paso para hacer de esta disciplina al galope un deporte del más alto nivel.

“Este era uno de los deportes que practicábamos en Guatemala y al llegar a Panamá nos dimos cuenta de que la disciplina no se ejecutaba... fue una sorpresa, porque habiendo tanto deporte ecuestre como las carreras de caballo, la afición por el lazo, principalmente en el interior del país, no existía el polo”, comentó a La Estrella de Panamá, Arturo Serrano.

Añadió que tanta era la pasión por este deporte, que decidieron buscar un sitio para practicarlo.

“Conseguimos un terreno en las faldas de Cerro Azul y lo fuimos adaptando como un campo de juego. Gracias a un amigo que nos envió los primeros caballos que teníamos en Guatemala, empezamos a realizar la actividad con una pelota chica (que no tenía nada que ver con la de polo), mientras se construía la cancha. Tres años después nace lo que hoy todos conocen como la Hacienda Country Club, la única en el istmo”, contó Serrano.

Fue en 1994 cuando empezó todo este movimiento ecuestre y en 1996 inauguraron la cancha de juego. “El polo es uno de los deportes que más adrenalina pueden producir y es un verdadero trabajo físico que desempeña quien lo realiza. Más allá de ser un deporte, es un estilo de vida”, mencionó.

En Panamá actualmente se utilizan caballos pura sangre y cuarto de milla que son equinos muy atléticos, es decir, que galopan.

De momento, Serrano afirmó que han hecho el intento de formarse como asociación, pero aún no cuentan con la cantidad de personas, ya que solo hay entre 10 y 12 jugadores activos en el país y por lo pronto se manejan solo como club.

A su vez, añadió que se trata de un deporte que ha avanzado mucho, sin embargo requiere de organización y pasión.

Reconoció que quizás uno de los factores que limita la participación de más personas es la inversión y tiempo para atender a los caballos durante todo el año para usarlos solo en temporada. “Un caballo requiere de buena alimentación y cuidado veterinario, es como mantener a un grupo de hijos”, expresó sonriente.

Actualmente en Panamá se juegan seis tiempos llamados chukkas o chukkers, donde el practicante cambia de caballo en cada tiempo y la acción dura aproximadamente dos horas. No es por nada que al polo lo reconocen como un deporte de élite y de los reyes.

De acuerdo con Serrano, se ha intentado promocionar la disciplina con actividades de temporada que van desde finales de diciembre hasta principio de mayo cada año, para aprovechar la época seca, y el torneo Panamá Polo Open es uno de ellos. “Con este torneo hemos expuesto a Panamá al mundo del polo y quisiéramos poder crecer más y poder invitar a más gente a que conozca de la actividad y de lo que estamos haciendo en el país”, acotó.

Aseguró que actualmente en la hacienda cuentan con una cancha de indoor polo (polo bajo techo) con arena, y se juega tres contra tres.

El impulsor de la práctica también agregó que en 2008 se abrió la Escuela de Polo donde se dictan clases de montura y se hacen cabalgatas.

Según Serrano, es primordial que los futuros polistas sepan montar a caballo. “Primero, los entrenan para que aprendan a montar a caballo, y cuando ya están listos, pasan a la segunda fase que es la parte técnica del deporte.

Comentó que la edad ideal para comenzar a practicar este deporte es a los nueve años. En Panamá solo se juega la categoría masculina, aún no hay damas interesadas.

Otro aspecto que no se puede dejar de mencionar es que el polo contribuye en la generación de empleos que van desde el transporte de los animales, contrato de veterinarios, cuidadores de los equinos y es un deporte que atrae el turismo y hasta posiblemente inversionistas, ya que cuando se realizan los torneos muchas personas del mundo vienen a verlo y a disfrutar de él.

En Centroamérica esta disciplina se practica en: Guatemala, Costa Rica, El Salvador y Nicaragua.

El origen de la práctica del polo como deporte se desconoce. Sin embargo, se piensa que esta actividad ecuestre se originó en Persia, alrededor del siglo VI a.C., ya que los soldados de caballería entrenaban a los jinetes practicando polo. Pero con el paso del tiempo el deporte se ha modernizado y actualmente es jugado de manera competitiva por selecciones en los cinco continentes.