Maddon y Bannister, ganadores sólidos

Con perspectivas distintas, pero que obtuvieron el objetivo trazado, Joe Maddon y Jeff Bannister fueron galardonados como los mejores directores de las Grandes Ligas este año.

El primero dejó un trabajo estable con los Rays de Tampa para asociarse a los Cachorros de Chicago, a fin de trabajar en un proyecto a mediano plazo, que en su primer año ofreció sorprendentes resultados.

MADDON EN LA NACIONAL

Considerado un mentor ideal para peloteros jóvenes con gran talento, Joe Maddon aceptó un contrato multianual con Chicago, un equipo en proceso de reestructuración, lleno de talento producido en sus fincas y un par de adiciones importantes.

Maddon asumió el reto, con plena conciencia de que podría no haber dado resultado; sin embargo, como es su forma de trabajar, consiguió que la organización contratara a un lanzador con experiencia (Jon Lester) para encabezar una rotación con otros experimentados como Jason Hammel y teniendo a jóvenes como Kyle Hendrick y Jake Arrieta detrás de ellos.

Los cambios resultaron, siendo Arrieta la piedra angular de la rotación, con 22 triunfos y sólida efectividad, que lo pueden haber catapultado al premio Cy Young, que se debió conocer anoche.

El veterano estratega añadió a esto el ingrediente ofensivo, con un puñado de novatos encabezado por Kris Bryant, secundado por Addison Russell, Kyle Schwarber y apoyados con un hombre de experiencia como Anthony Rizzo.

La combinación juventud/experiencia, sinónimo del trabajo de Maddon, ofreció al equipo 97 victorias este año, en la división más dura de las Grandes Ligas: la Central de la Liga Nacional, sacando del camino tanto a los Piratas de Pittsburgh en el juego por el comodín, y a los Cardenales de San Luis, el equipo con la mejor marca de todo el béisbol este año.

BANNISTER, LA SORPRESA

En la Liga Americana, se esperaba que A.J. Hinch, el mánager de los Astros de Houston, se llevara los honores.

Sin embargo, los votantes se decidieron por Jeff Bannister, mentor de los Rangers de Texas, a los que llevó a ganar la División Oeste de la Liga Americana en su primera temporada al frente del club.

Aunque Hinch sacó a los Astros de tres campañas seguidas con 100 o más derrotas para llevarlos a la postemporada, el esfuerzo no fue suficiente a juicio de los votantes, que le dieron a Bannister el beneficio tras llevar de vuelta a Texas a los primeros planos.

Bajo su mando, el equipo pasó de ser el último en la división a ganarla, consiguiendo 21 victorias más que en la pasada campaña.

A pesar de no contar con el as japonés Yu Darvish esta temporada, Bannister obtuvo gran respuesta del mexicano Yovani Gallardo, del diestro Colby Lewis y recuperando al final de la campaña al zurdo Derek Holland.

La adición en canje de un hombre de gran experiencia como Cole Hamels impulsó al equipo, que contó además con el respaldo ofensivo de un renacido Prince Fielder, en un retorno espectacular.

Maddon y Bannister consolidaron su trabajo por vertientes diferentes, estableciendo sus criterios y haciéndolos valederos en equipos armados de una forma distinta, pero que al final consiguieron más allá del objetivo con el que iniciaron la temporada de este año.

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