El animador de las Copas del Mundo

Tres Mundiales ganados; 17 apariciones en 19 Copas del Mundo; 11 veces terminó entre los cuatro mejores del mundo. A pesar de que no es la selección que más veces ha levantado la Copa del Mundo, Alemania es el eterno favorito en cada cita mundialista.

Las únicas veces que la selección teutona no participó en un Mundial fue en las ediciones de 1930 en Uruguay y 1950 en Brasil.

Las razones son extremadamente políticas, ya que en la primera el gasto del viaje a Sudamércia era muy caro y Europa venía de sufrir un duro golpe en su economía, y para la edición en Brasil las recientes heridas de una mortífera Segunda Guerra Mundial, recién comenzaban a sanar.

Quitando esas dos veces, los alemanes han estado en todos los Mundiales, ya sea bajo la bandera roja de la Alemania Nazi en las ediciones del ‘34 y ‘38 o como la Alemania Federal hasta el ‘90 o incluso con la Alemania Democrática en la misma competición en el Mundial del ‘74.

Cualquiera sea el contexto, las razones mediáticas y políticas, futbolísticamente Alemania impuso un estilo, una marca registrada, un sello, con lo que se ha ganado el respeto con el paso de los años.

Teniendo en cuenta que la Alemania Federal ganó el primer Mundial que jugó, en 1954, no es casualidad que hoy sea una de las más grandes e históricas en el fútbol.

La segunda consagración alemana fue en 1974, en su tierra, donde recibió la primera Copa del Mundo que la FIFA sigue entregando hasta el sol de hoy. Su víctima de turno, fue la temible ‘Naranja Mecánica’ de Johan Cruyff en un partidazo.

La tercera y última Copa del Mundo llegó en Italia ‘90, donde Lothar Matthäus y Jurgen Klinsmann fueron decisivos y el alma del grupo de una selección siempre favorita.