El Camp Nou se rinde ante la magia de Xavi Hernández

Actualizado
  • 23/05/2015 17:33
Creado
  • 23/05/2015 17:33
El club cuidó hasta el último detalle para que el de Xavi pudiera ser un homenaje a la altura

Un Camp Nou rendido vivió la antepenúltima lección de Xavi Hernández como jugador azulgrana, que ante el Deportivo de la Coruña (2-2) se despidió, a lo grande, alzando ante su afición su octava y última Liga con el club de su vida.

Con el título de Liga decidido, el Camp Nou se engalanó para vivir una tarde de homenajes.

Las 93,743 almas honraron a los campeones de Liga, vitorearon a Thomas Vermaelen en su debut con la zamarra azulgrana, como tampoco se olvidaron de Leo Messi ni Luis Enrique.

Parte de su energía, sin embargo, la reservaron para despedir a Xavi, el jugador que más partidos oficiales ha disputado con el Barcelona, que este sábado disputó su último partido liguero con la zamarra del club de su vida antes de emprender una nueva etapa en el Al-Saad de Catar, tras el término de la presente temporada.

El partido 765 de Xavi con el Barcelona no fue uno más. No estaba en juego ningún título.

Su equipo, plagado de suplentes, tampoco precisaba de su inteligente visión para tumbar a un tímido Deportivo de la Coruña. La de este sábado era una tarde para que su afición gozara de la última clase magistral del cerebro del Barcelona de los últimos diecisiete años.

El club cuidó hasta el último detalle para que el de Xavi pudiera ser un homenaje a la altura del que hace una semana vivió la leyenda del Liverpool Steven Gerrard en Anfield Road. En los prolegómenos del partido se desplegó un inmenso tifo en el lateral del Camp Nou con un dibujo del centrocampista junto al mensaje "#6RÀCIESCAVI, 17 temporadas (1998-2015)", que también se leyó en la camiseta que sus compañeros se enfundaron para disputar el partido.

En el césped, también estaban presentes tres de sus sobrinos que, vestidos de azulgrana, desearon suerte a su tío antes de gozar de la vigésimo primera titularidad de la temporada. Fue un duelo desigual, con un Deportivo encerrado y sin pegada en el primer tiempo, temeroso de la pegada de su rival que, sin embargo, jugó al ritmo que marcaba Xavi.

En un Barça cada vez más vertical, el 'seis' azulgrana mandó con el balón, ordenando a sus compañeros que, sin abusar, le buscaron cerca del área en alguna que otra ocasión para que pudiera ver portería. El primero en probarlo fue Messi, pero su asistencia fue demasiado corta. El argentino pidió disculpas al capitán, que respondió con otro gesto de complicidad hacia su compañero.

Entre los gritos de "Campeones, campeones", las alabanzas a Messi y Luis Enrique, y los aplausos al reaparecido Vermaelen, el Camp Nou no se olvidaba del protagonista de la tarde que, además de recibir una ovación casi cada vez que mimaba el balón, su nombre fue coreado en los dos saques de esquina que sirvió. También estalló el templo azulgrana, antes del descanso, cuando el volante probó suerte con un disparo desde la frontal que, por muy poco, no encontró portería. Empató el Deportivo y Xavi se fue sin anotar, pero la ovación que se llevó en el minuto 85 fue mucho mejor que conseguir un 'hat trick'.

Una sustitución con mensaje: salió Iniesta, su inseparable pareja hasta hace pocos meses en la medular. Xavi se sacó el brazalete de capitán, se dirigió hasta el círculo central y, con los ojos algo vidriosos, envío besos a mansalva a una afición que aplaudía sin parar mientras coreaba por enésima ocasión su nombre.

No sería, sin embargo, el último homenaje. Tras la conclusión del partido el presidente de la Federación Española de Fútbol, Ángel María Villar, le entregó el trofeo de Liga para que sus brazos levantaran el primero de los 23 títulos que ha conquistado en las diecisiete temporadas en el primer equipo.

Lo Nuevo
comments powered by Disqus