Fepafut, otro trono que se decide en mayo

Actualizado
  • 16/04/2019 02:00
Creado
  • 16/04/2019 02:00
El fútbol para algunos puede parecer poca cosa, pero su capacidad de convocatoria y de ilusionar lo convierten en un espacio que concede poder a quien lo presida.

Cinco días después de la elección presidencial, cuando el país esté aún inmerso en el caudal de noticias que producirá el hecho y estén a la orden del día las especulaciones sobre quienes acompañaran al presidente electo en su gestión, la Fepafut escogerá también a su nuevo jerarca aunque sin mucho ruido (10 de mayo).

Desde su fundación hace 81 años, 21 dirigentes han regido la máxima entidad deportiva del fútbol nacional. En el recorrido de su línea del tiempo nos encontramos con que uno de sus primeros mandatarios fue años posteriores presidente interino de la República de Panamá, y un candidato independiente del actual torneo electoral intentó infructuosamente presidirla. Hacemos un breve repaso por algunos momentos puntuales.

LA PRIMERA PIEDRA

1925 se creó en la ciudad capital la Liga Nacional de Football, la cual vino a remplazar a la Isthmian Football League (1920-1923), y en 1933 se fundó, en Colón, la Liga Atlántica. En 1937 el presidente de la Liga Atlántica, José Dominador Bazán padre, propuso a Gaspar Eloy Suárez, su par de la Liga Nacional capitalina, la celebración de una asamblea con la intención de formar una federación nacional de fútbol para obtener el reconocimiento internacional de la FIFA. Dos hechos lo impulsaban: el primero, una invitación internacional a los Juegos del IV Centenario de la Fundación de la Ciudad de Cali, Colombia y, el segundo, que Panamá había sido escogida como la sede de los IV Juegos Centroamericanos y del Caribe de 1938, y al estar el fútbol en el programa de competencia era conveniente estar afiliado a la FIFA para evitar que por no tener el reconocimiento no se celebrase.

El periodista investigativo Carlos Martínez, quien ha colaborado con el presente trabajo, describe el momento: ‘Ambas ligas se reunieron en las instalaciones del Club Miramar, que de club social pasó a ser un colegio católico primario y, tras su cierre en 1951 y posterior abandono, sus terrenos serían ocupados por el que es hoy el Hotel Miramar Intercontinental, en Bella Vista. El 29 de agosto de 1937, se dio como un hecho, la fundación de la Federación Nacional de Football Association de Panamá, nombre inicial de la actual Fepafut, siendo su primer presidente el reconocido empresario y político José Antonio Molino, de la Liga Atlántica'. Desde 1996 se adopta el nombre de Fepafut (Federación Panameña de Fútbol).

Obtenida la afiliación a la FIFA, su participación oficial deportiva se dio en 1938. La sede de la federación estaba en la ciudad de Colón. José Dominador Bazán, padre, sería presidente de la federación durante dos periodos:1939-1943 y 1947-1948. Igualmente fue de forma interina, durante 10 días, Presidente de la República en 1962.

LAS LIGAS DISTRITORIAL Y PROVINCIAL

Construyendo la casa

SEDE FIJA

En sus inicios la Fepafut no tuvo una sede fija. Sus reuniones se realizaban en salones alquilados u hoteles. Las primeras oficinas propias las tiene en el Estadio Revolución, en 1987; luego se movieron por diferentes lugares: Avenida Cuba, Chanis, Estadio Rod Carew, nuevamente al renombrado Estadio Rommel Fernández Gutiérrez (Estadio Revolución). En el año 2012, mediante la financiación de Proyecto Gol II de la FIFA, inaugura su propia edificación dentro de la Ciudad Deportiva Irving Saladino.

La Liga Nacional y la Liga Atlántica desaparecerían y su poder se ejercería desde las ligas distritorial y provincial, particularmente de Panamá y Colón. En 1945 la provincia de Chiriquí entra al escenario del fútbol. En 1948 se suma la Liga de La Chorrera, luego las ligas de Veraguas, Herrera, Coclé, Los Santos y Bocas del Toro, estas dos últimas lo harían entre 1970 y 1972.

En 1976, se establece la división administrativa deportiva de la provincia de Panamá, con las ligas provinciales de Panamá Oeste (La Chorrera, Arraiján, Capira y San Carlos), y de Panamá Este (Panamá, San Miguelito, Chepo, Pacora o Chilibre). En 1987, se afilia la comarca indígena de San Blas o Guna Yala, aunque su participación es corta; en los 90, lo hacen la liga de Darién y la liga de Chiriquí Occidente, y hacia el año 2010, la Liga Distritorial de San Miguelito se convierte en liga provincial, concediéndole voz y a voto en la Asamblea General de la Fepafut.

TIEMPOS DE CISMA

En 1980, se presenta una dualidad de federaciones: una reconocida por FIFA dirigida por Carlos Alberto ‘Pepe' Vásquez, padre, y otra avalada por el Instituto Nacional de Deportes, la cual encabeza Agustín Díaz Cogley. La situación provoca una suspensión por tres años, hasta que el retiro de los dos contendientes y la convocatoria a una nueva elección, la cual lleva a la presidencia a Everardo Bértoli (1983-1985).

De 1985 a 1987, Fernando Samaniego se hace con las riendas de la Federación. Logra ser reelegido para un segundo período (1987-1990), pero se produce un nuevo cisma con los dirigentes provinciales de Panamá Este y Colón, quienes se oponen. En 1988, el puesto será ocupado por el empresario de origen español Ángel Valero, con la mediación de la FIFA. Valero dará su respaldo a la iniciativa privada denominada Anaprof (Asociación Nacional Pro Fútbol), la cual pondrá en marcha la primera liga tendiente a profesionalizar el fútbol nacional.

En 1995 con Fernando Samaniego en su quinto período, se presenta una enorme crisis en el fútbol nacional con dos federaciones: Apafut de Fernando Samaniego, reconocida por FIFA, y Fedefut apoyada y reconocida por el INDE; y dos ligas no aficionadas (Anaprof y Linfuna). La Anaprof camina por separado realizando exitosamente la temporada 1995-96, respaldada por la televisora Telemetro, y la final San Francisco-Plaza Amador registra un lleno inédito para un torneo local, mientras Linfuna (creada por Fernando Samaniego) fracasa incluyendo la eliminación prematura de sus equipos en los torneos internacionales. Se produce una nueva intervención de los organismos internacionales, las ligas se fusionan y se nombra una Comisión Normalizadora presidida por Juan Manuel Urriola(1996-1997).

En 1998, el horizonte se vuelve a nublar debido a la disputa por la presidencia entre el abogado y ex presidente de Linfuna, Ariel Alvarado y el entonces diputado y ahora candidato presidencial independiente, Marco Ameglio, quien gana pero es impugnado luego por supuestas irregularidades en la designación de los miembros de su nómina. La Uncaf, Concacaf y FIFA intervendrían con una suspensión de toda actividad internacional, hasta 1999, cuando se levantan las sanciones y se nombra nuevamente a Urriola como presidente de una segunda Comisión Normalizadora hasta el año 2000, cuando toma el relevo Ariel Alvarado. Ameglio desiste en sus aspiraciones de dirigir los destinos del fútbol panameño.

Alvarado se quedó en la Fepafut, primero como titular de la Comisión Normalizadora y luego elegido como presidente (2000-2010). Su mandato sería salpicado por el mayor escándalo de sobornos en el fútbol mundial conocido como el FifaGate, que lo señalaría entre los implicados de la Concacaf. El 22 de noviembre de 2017, La Estrella de Panamá en su versión digital titularía: Juez declara prescrita la investigación contra Ariel Alvarado. Y resume: ‘El Juzgado Decimoctavo de lo Penal, a cargo de Baloísa Marquínez, admitió un recurso de la defensa del exdirigente del fútbol que pidió la prescripción del proceso penal por corrupción'.

TIEMPOS DE BONANZA

QUIENES VOTAN

Votan las 12 ligas provinciales, la liga profesional (LPF) que tiene 10 votos de los equipos de la máxima división y un representante de la Liga de Ascenso (LNA), según los estatutos 2008. Aunque no votaran esta vez el Tauro, ni la LNA, debido: ‘A que no efectuaron sus respectivas elecciones en el tiempo estipulado'. El fútbol femenino tuvo derecho a voto con la liga Anafufe, tras su disolución en 2014 no vota.

El empresario Pedro Chaluja sería elegido presidente para el periodo 2010-2014 y reelegido para un segundo y último mandato (2014-2019). Una reforma a las leyes deportivas nacionales estableció que un presidente de federación o asociación deportiva solo puede ser reelegido una vez. Su administración quedará marcada por el hecho relevante que se alcanzó por primera ocasión la clasificación de la Selección Masculina de Panamá a un Mundial (Rusia 2018). Ello posicionó a Panamá en el ámbito del fútbol valorizándolo como actor de trascendencia tanto en el área de la Concacaf como en el mercado internacional. Es el perfil más alto alcanzado, el cual debe haberse reflejado en la venta de derechos de transmisión por televisión, uso de imagen, cotización como rival para partidos amistosos, apreciación de los jugadores panameños, proyección de la imagen y el nombre del país, etc. Y estará en alza hasta la próxima eliminatoria, en la cual fluctuará de acuerdo a si se avanza o se queda temprano en la clasificación.

La elección de su sucesor pareciera un solo formalismo al conocerse hasta ahora una sola nomina postulante, salvo que en los próximos nueve días (25 de abril) sobre el ruedo aparezca un inesperado contrincante. Si miramos página a página en el álbum del tiempo las limitaciones con las que creció nuestro fútbol, quienes asuman deberían estar claros que toman un auto en marcha con prestaciones que ninguna otra Federación antecesora ofrecía a quien le relevaba. Sin lugar a dudas hay mucho por hacer y enderezar, lo deberían hacer mejor porque hay una sena abierta.

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