Cartas a Diego El Atleti se prepara para asaltar la cima

O cho nuevos jugadores. Algunos ajustes estratégicos. El fichaje más caro de su historia. Una pretemporada invicta. Siete goles anotados al archirrival en un partido de pretemporada. ¿Será suficiente para llegar a lo más alto? ¿Será esta la temporada del Atlético de Madrid?

Aún falta un par de semanas para que arranque la nueva temporada de la liga española, y ya algunos observan desde lejos y con miradas preocupadas al Atlético de Madrid. Lo observan con ojos analíticos. Y un poquito de miedo. La pretemporada del Atlético va sobre ruedas, avanzando de manera arrolladora e invicta, ligando notables actuaciones de algunos de sus símbolos, entrelazados con los partidos iniciales de sus nuevas adquisiciones, que suman nada menos que ocho. El Atlético se desprendió de un núcleo relevante de sus estrellas (Griezman, Godín, Rodri y Lucas Hernández) pero no le costó mucho encontrar reemplazos de enorme calidad.

El primero, el muy joven portugués João Félix, una apuesta que sonaba muy arriesgada (la juventud del jugador, los 218 millones que costó su ficha, la necesidad de adaptación a una liga más exigente, etc.). Pero hasta el momento, João Félix ha resultado ser una explosiva sorpresa; dueño de un genuino, estallante talento, muy buen pasador, definidor letal y, al parecer, genuino garante del ataque colchonero en la temporada que viene y muchas más por venir.

También llegó Marcos Llorente (proveniente del Real Madrid), centrocampista que alternará con Koke y Saúl, baluartes del mediocampo de Simeone. Además llegaron Trippier, Felipe, Hermoso y Lodi, llegaron para afianzar la defensa, preocupación primordial de Simeone. No cabe la menor duda que el corazón de la defensa estará sostenido por tres probados veteranos: el portero Oblak y los dos centrales: Jiménez y Savic. Las mayores novedades estarán en los flancos, con los recién llegados Trippier (Inglaterra) y Lodi (Brasil).

El reto que enfrentará la nueva defensa del Atlético es inmenso. Simeone lleva siete temporadas a la cabeza del Atlético, y en seis de ellas finalizó como el equipo menos goleado de la liga. En cuatro temporadas, Oblak obtuvo el Premio Zamora, como portero con menor cantidad de goles de la liga, y su antecesor, Courtois, lo consiguió las dos temporadas anteriores.

En la pretemporada, los centrales funcionaron con la cruda eficacia de siempre y los nuevos laterales aportaron vivacidad, entrega y suficiente profundidad como para regar de optimismo la parcela colchonera.

Pero no nos engañemos: el diseño de juego es casi el mismo de siempre, basado en la intensidad, la capacidad defensiva y la verticalidad en ataque. Sin embargo, la pretemporada nos deja con la impresión de que el Cholo Simeone, está buscando algunas variables, ciertos matices que sin salirse del sistema habitual, le permitan sutiles variaciones para manejar mejor los partidos. Parece que su idea primordial en esta pretemporada es aumentar la posesión del balón en circunstancias que lo ameriten. Es decir, sumar un poquito de pausa al vértigo habitual, casi desenfrenado, de sus equipos.

A la exitosa incorporación de los recién llegados, debemos sumar la insospechada revitalización de algunos veteranos que parecieron empozados durante la temporada anterior. En esta pretemporada, tanto Diego Costa como Vitolo, se mostraron como verdaderas alternativas en el ataque colchonero, ambos aportando en juego y eficacia. Pero sobre todo en actitud y ganas de hacerle frente al reto. Y como si esto fuera poco, han comenzado a surgir algunos talentos de cantera que el Cholo utilizó con éxito, alternando con figuras mucho más experimentadas durante la pretemporada.

Los resultados han estado a la vista. Durante el partido de pretemporada contra las estrellas de la MLS, se vio un equipo remozado, pleno de energía, con un ataque revitalizado y libre de anquilosamientos, vertical, pero fluido. Y contra el Real Madrid, ni se diga. El Atlético salió de la gatera con sangre, eficacia y alegría en los ojos; y terminó clavándole siete goles al equipo de Zidane.

Y ya sabemos era un amistoso, pero uno con sabor especial. En síntesis, este Atleti promete más que cualquiera de los últimos años. Se siente bien estructurado, pero no inflexible. Tiene el poder de la veteranía, acompañada de una más que suficiente dosis de atrevimiento y juventud. Ha perdido estrellas relevantes, pero ha ganado algunas inesperadas. Ha reforzado posiciones que en tiempos recientes se percibían entorpecidas.

Es muy pronto para anunciar candidaturas o proclamar favoritismos. Pero no cabe duda de que estamos ante un Atlético de Madrid prometedor, muy prometedor.