Esto es Europa

Actualizado
  • 11/09/2019 02:00
Creado
  • 11/09/2019 02:00
Existe un aroma prometedor en relación con la Eurocopa de 2020.

Durante el pasado fin de semana se jugó una nueva fecha de las eliminatorias para la Eurocopa 2020. Los grandes torpedos parecen lanzados irremediablemente hacia sus objetivos. Inglaterra, España, Italia y Francia parecen con un pie dentro.

Entre tantísimos partidos, destacó el clásico del norte de Europa entre Alemania y Holanda, que enfrentaba a dos de las inevitables favoritas (aunque Holanda viene de un grave período de esterilidad y Alemania se busca con desesperación). Además, revisamos brevemente la trayectoria de una selección cuya situación geopolítica excede largamente lo peculiar y lo insólito.

Existe un aroma prometedor en relación con la Eurocopa de 2020. No podría definirlo con precisión, aunque sospecho que está relacionado con el nivel de algunos de los equipos que vienen etiquetados como favoritos y que confirman sus respectivas candidaturas con actuaciones rigurosas o impactantes en estas eliminatorias. Podríamos empezar con la España de Robert Moreno (quien reemplazó a un Luis Enrique deshecho por los incalculables horrores de una tragedia familiar).

El nivel es alto y prometedor, aunque aún la Roja parpadea defensivamente en exceso. Pero le sobra materia prima para llegar como candidata adonde sea que le toque jugar en la fase final de la Eurocopa (recuerda que en esta versión los enfrentamientos se darán a lo largo de una docena de países). Otro, tendría que ser Francia, por juego, talento y pedigrí reciente. Lo curioso es que en su grupo clasificatorio Francia empata con otros dos equipos (Islandia Y Turquía) en puntos, aunque los supera en diferencia de goles. Pero no te engañes. Francia tiene todo lo que hace falta para llegar a fase final, y entonces convertirse en amenaza. No tengo la misma fe en Bélgica, aunque ha ganado todos los paridos de la eliminatoria, pero la razón es porque Francia es una mayor reserva de talentos que sus vecinos belgas. Italia también va rumbo a fase final, al igual que Inglaterra, dueña de una fase clasificatoria muy prometedora. ¿Y Portugal? El vigente campeón comenzó en la hamaca, empatando sus dos primeros partidos en casa.

Aunque en el tercero consiguió despertarse y le ganó cómodamente a Serbia a domicilio.

Insisto en los presentimientos, pero algo me dice que la fase final nos va a mostrar un elevado nivel de juego y de intensidad. Y creo que en esa fase estarán también dos equipos que protagonizaron el duelo más interesante de esta fecha eliminatoria. Jugaron Alemania y Holanda en suelo alemán. En marzo ya se habían enfrentado en Amsterdam con victoria alemana. No vayas a creer que fue un partido legendario. Tuvo rachas de mal juego y sensibles errores estratégicos. Pero hay algo en este plantel holandés que invita a creer.

Sin duda es la generación holandesa más talentosa en mucho tiempo, encabezada por el singularísimo conductor Frenkie De Jong. Además, Holanda tiene un par de centrales (Van Dijk, De Ligt) uno veterano, el otro jovencísimo que auguran una muralla naranja que durará muchos años. Alemania ha bajado desde el mundial de Brasil, eso lo sabemos todos. Pero nunca los puedes descartar. Y menos si repasas brevemente su lista de jugadores, sobre todo los jóvenes. Al final ganó Holanda y nos mostró a una Alemania que busca la identidad de su juego y aún no encuentra la luz. Mientras Holanda demostró en este partido que talento hay de sobra. Solo hace falta un poquito más de rigor y un poco menos complacencia.

Y ahora, bienvenidos a Kosovo

En el grupo clasificatorio para esta Eurocopa que comanda con autoridad la selección de Inglaterra puedes observar a un conjunto peleando los primeros lugares. Quizás no lo reconozcas, aunque no deberías sentirte disminuido o solo.

De hecho existen 93 países en el mundo que tampoco lo reconocen formalmente. Se trata de la selección de Kosovo, que hace poquísimos años ni siquiera participaba de este torneo, pues carecía no solo de selección futbolística, tampoco poseía entidad política. Por decirlo en bruto, el país, formalmente, no existía.

Te explico. La República de Kosovo es un estado habitado por unos 1.8 millones de personas, con una superficie de 10,908 kilómetros cuadrados y reconocida parcialmente en el mundo desde hace apenas 11 años.

La independencia se declaró unilateralmente con apoyo norteamericano y de la mayoría de países que constituyen la Unión Europea.

Actualmente Kosovo es reconocido como Estado soberano por 100 de los 193 miembros de Naciones Unidas. La comunidad internacional se encuentra dividida entre los países que han reconocido oficialmente la independencia de Kosovo, los que se niegan a reconocerla y los que han declarado su neutralidad o su expectativa ante una posible evolución de los acontecimientos, gracias a algún acuerdo político.

¿Y el fútbol? Apenas existe formalmente desde hace tres años. Hoy, Kosovo dispone de 180 jugadores con sangre kosovar diseminados por distintos países europeos, y muy dispuestos a defender sus colores. Esta insólita aparición kosovar en el panorama europeo de fútbol se debe en gran medida al original presidente de la federación de fútbol de Kosovo.

Se llamaba Fadil Vokrri y murió en 2018. Su trabajo fue visionario. Se dedicaba a buscar jugadores en territorios europeos que fueran producto de la diáspora generada por la guerra de finales de los noventa. Entonces, los serbios realizaron una terrible limpieza étnica en Kosovo que lanzó fuera de sus casas y de su país a casi el 90% de la población kosovar. Ahora, Kosovo podría llegar a una Eurocopa en uno de los más insólitos y delirantes cambios de eventos que uno podría imaginar.

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