Las guerras internas del Barça

Actualizado
  • 06/02/2020 06:00
Creado
  • 06/02/2020 06:00
Créeme, preferiría estar hablando de fútbol, en lugar de derramar tinta sobre el enésimo conflicto interior del F.C. Barcelona. Pero resulta muy difícil evitar estos temas, justamente por la grandeza deportiva del Barça y por la multitudinaria legión de fieles hinchas que lo siguen en cada rincón del mundo

Este martes, la mala suerte pareció desatarse y relampaguear sobre el cielo del F.C. Barcelona. Justo cuando el equipo necesita con urgencia concentrarse en su desempeño y resultados futbolísticos, estalló un absurdo conflicto entre Messi, ídolo absoluto de los blaugrana, y Eric Abidal, secretario técnico y exjugador del club. El conflicto es una viva demostración de las constantes asperezas entre jugadores y dirigencia, así como del pobre manejo que los dirigentes vienen demostrando desde hace ya buen tiempo.

Y como si esto fuera poco, y cuando parecía próximo a reaparecer, Ousmane Dembelé volvió a lesionarse. El lunes parecía que se trataba de una lesión menor, un roce mínimo e inofensivo. El martes comprendimos que el delantero francés se perderá el resto de la temporada.

¿Quieres más? Recién cerrado el mercado de invierno, el Barça no logró incorporar al centro delantero que tanto necesita, desde que Suárez se lesionó. El club demostró una pobre capacidad negociadora, sobre todo si consideramos que dos de sus mayores atractivos son contar con un plantel exuberante y poseer unas cuentas de banco ricas y abundantes.

Otra torpeza en el mercado de invierno fue dejar ir a la Roma (a préstamo) al joven delantero Carles Pérez, debilitando aún más la línea frontal del equipo, a cambio de un puñado de millones.

Pero la crisis más reciente tiene nombre propio.

Todo lo comenzó Abidal.

Este mismo martes trascendió que el secretario técnico, en una entrevista con Sport, hizo declaraciones en las que sugería que Ernesto Valverde había sido despedido, debido a que los jugadores no estaban contentos con él y por eso no se esforzaban lo suficiente. Abidal añadió que la directiva negociaba un nuevo contrato con Messi, guiados por las sanas intenciones de hacer muy feliz al astro argentino. Dudo mucho que lo estén logrando. El mismo día que trascendieron las declaraciones de Abidal, Messi elaboró una acre respuesta en sus redes sociales. “Sinceramente no me gusta hacer estas cosas, pero cada uno tiene que ser responsable de sus tareas y hacerse cargo de sus decisiones. Los jugadores, de lo que pasa en la cancha, y además somos los primeros en reconocer cuando no estuvimos bien. Los responsables del área deportiva también deben asumir sus responsabilidades y sobre todo hacerse cargo de las decisiones que toman. Cuando se habla de jugadores habría que dar nombres porque si no se está ensuciando a todos y alimentando cosas que se dicen y no son ciertas”.

Sin duda, las palabras de Messi ponen nerviosos a los miembros de la junta directiva. Pensemos que todo el proyecto blaugrana gira en torno al genial jugador. Su contrato se vence en 2021, pero mantiene una cláusula que le permite dejar el club este verano, sin compensación alguna para el club barcelonista.

La temperatura se eleva excesivamente. La tensión es muy visible, al igual que la profunda fractura entre dirigentes y jugadores. Durante esta crisis, Bartomeu estaba en Bruselas, pero debido a la urgencia del tema, solicitó reunirse con Abidal enseguida que el presidente retorne de su viaje.

Otro embarre del secretario técnico fueron sus comentarios sobre Xavi, negando de manera rotunda los contactos que mantuvo la directiva para ofrecerle la dirección técnica del club. “No le hicimos ninguna oferta a Xavi; si la tiene, que la enseñe. No tiene tanta experiencia”. Sus palabras son un leve y mentiroso desquite contra la leyenda blaugrana, por su rechazo a reemplazar a Valverde en la dirección técnica, y encima hacerlo público.

Un factor interesante es la proximidad de elecciones en el Barça. Están programadas para el 2021 y Bartomeu no se puede presentar. Seguirá su línea el vicepresidente Emili Rousaud. Y por ahora, el único rival que ha expresado su intención de aspirar a la presidencia y competir con Rousaud, es Víctor Font, candidato respaldado justamente por Xavi.

El pulso electoral está condicionado por el futuro a corto plazo de Messi. El capitán, que en junio puede romper unilateralmente el contrato firmado hasta 2021, también es motivo de comentario, precisamente por parte de Abidal. “Estamos negociando y nuestra idea es hacer un contrato más largo que el de una renovación anual”, afirmó en las declaraciones a los medios deportivos de Cataluña. Abidal se ofrecía de alguna manera como interlocutor válido después de la reunión que mantuvo el domingo con el presidente Bartomeu. Había quien apostaba por la destitución del secretario técnico, siguiendo la línea de despidos que acabó con Pep Segura, Robert Fernández y Andoni Zubizarreta.

En resumen, el ambiente interno del Barça está muy tenso. Los jugadores se muestran muy distanciados de la junta directiva y no confían en la errática política deportiva. Todo esto, cuando arrancamos la segunda mitad de la temporada y el Barça se mantiene vivo y muy activo en todos los frentes deportivos. Estas situaciones son muy peligrosas para las aspiraciones blaugranas a seguir sumando títulos. Es momento de encontrar elementos de unión. El más evidente es la búsqueda del éxito deportivo, en lugar de extraviarse en un laberinto de infinitas necedades y roces que solo pueden conducir al fracaso. Aún hay tiempo de enmendar el rumbo. La prioridad es solo una. Se llama fútbol.

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