Ocho días antes de su reapertura la catedral de Notre Dame de París desveló su nuevo “resplandor” al mundo durante una visita del presidente francés, Emmanuel...
- 29/06/2014 02:00
- 29/06/2014 02:00
El fútbol fue justo en la primera fecha de los octavos de final del Mundial. Colombia y Brasil avanzaron a cuartos de final en circunstancias diferentes, pero no podían faltar al VIP de los 8 mejores de la cita interplanetaria.
En el primer partido un nuevo fantasma apareció en las mentes de los brasileños: ‘El Mineiraoazo’. Chile estuvo cerca de eliminarlos en su casa, pero el perfume del pentacampeón se pegó hasta en los palos.
El travesaño de Julio César debería ser una estatua y pertenecer al rico museo del fútbol brasileño. Primero fue el horizontal a los 120 minutos, y luego se tiró a la izquierda en los penales para llenar de drama dicha novela.
Ante tal partido me preguntó: ¿Será que hay un deporte que puede tener más dramatismo que el fútbol? ¿Será que todavía hay rebeldes que no aceptan que Brasil 2014 es el mejor mundial de la historia? ¡Mamita, querida!
Por otro lado, Colombia está disfrutando de su ‘Maradona’. Se llama James Rodríguez y ayer se encargó de hacer respetar el ‘juego bonito’ por encima del rugby uruguayo. ¿Rugby? Eso es lo que exhibe Uruguay.
Amedrentando, golpeando y con fuerza bruta no podían derrotar a los cafeteros. Queda demostrando que sin el ‘Tiburón’ Suárez, los uruguayos no le hacen un gol ni a Akinfeev. Este es el fin de varios huesos viejos.
Pekerman aprovechó y se subió al bus de la oportunidad que se detuvo en la parada de la Selección Colombia. Dios jamás se olvida de los sufridos y nuestros hermanos se merecen la alegría. ¡Felicidades!