Ocho días antes de su reapertura la catedral de Notre Dame de París desveló su nuevo “resplandor” al mundo durante una visita del presidente francés, Emmanuel...
- 20/03/2019 01:00
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P areciera que fue ayer cuando el nuevo año llegó, y sin embargo con él llovieron algunas sorpresas en el balompié tal y como sucedió en Champions, en ciertas ligas europeas, el mercado invernal y, como era de esperarse, también la primera fecha FIFA del calendario.
Y como la tradición manda se han paralizado los torneos locales para dar espacio al desarrollo de las orquestas nacionales, un ejercicio que además de ser lúdico sigue siendo lucrativo. Claro que depende mucho la lupa con la que se mire el juego pero hay que ser lo bastante claros como para no perdernos en el módico fanatismo.
Uno de los platillos más esperados que se preparan es el que tendrá lugar en la ciudad de Oporto, donde se medirán los combinados de Brasil y Panamá, un gran reto para los dirigidos por Dely Valdés, mismo que enfrentará un nuevo episodio al frente del equipo panameño con la mira bien puesta en la Copa Oro.
Por otro lado los sudamericanos buscarán sacarle provecho a esa alegría experimentada que sugieren sus convocados y con la sangre joven que, más allá de llegar con el sabio caminar, acude como el enérgico mar que atesta sobre la costa siempre firme.
Otro de los duelos que llamará la atención de los aficionados será el que disputen los cuadros de Argentina y Venezuela, equipos que tendrán acción en la Copa América, la justa donde se empezarán a probar las nuevas reglas del fútbol que la FIFA ha propuesto para este deporte.
Los últimos dos partidos oficiales en que se vieron las caras han sido cotejos que culminaron en paridad de condiciones en el marcador: un empate a dos en las eliminatorias del 2016 y una igualdad de tantos en el mismo certamen pero ahora del 2017. Los partidos se disputan y, aunque la balanza siempre pueda estar inclinada de un lado, es mejor esperar a que los propios pesos caigan.
La tercer oferta deportiva que gozará de múltiples reflectores es la del encuentro que sostendrán las selecciones de México y Chile. Sobre todo por el antecedente de la Copa América Centenario donde los aztecas salieron del césped con siete goles en la frente, un capítulo que siempre será recordado en el libro negro de los mexicanos.
El turno de revancha ‘tricolor' estará a cargo de Gerardo Martino, el nuevo timonel que guiará el proyecto de los anhelos obstinados, una cacería empecinada que intentará conseguir los cuartos de final en el próximo mundial.
Y bueno, es así como el respiro de la reflexión hace su llegada, con el cambio de camiseta del espectador pero la misma intención de ver su entretenimiento predilecto, con el ritual de siempre y con el afecto eterno. Un goce planeado que navega en estos amistosos con encanto.