El Festival de Debutantes se realizó el 5 de julio en el Club Unión de Panamá. Es organizado por las Damas Guadalupanas y se realiza cada año para recaudar...
- 02/07/2020 00:00

Todavía no se ha disipado el humo de las bengalas en los extenuantes (y muy irresponsables) festejos callejeros de los fervorosos hinchas del Liverpool, y ya los combates se reanudaron en todas las canchas de Inglaterra. La FA Cup tiene a sus cuatro semifinalistas (Manchester City, Chelsea, Manchester United y Arsenal), mientras la Premier League enfrenta una recta final apasionante.
Considerando el título del Liverpool y el casi seguro subcampeonato del Manchester City, pasamos a analizar al resto del pelotón.
Todavía los Foxes se aferran al tercer lugar con uñas y dientes, pero todo parece indicar que sus perseguidores van a darles alcance más pronto que tarde. A lo largo de los diez últimos partidos, Leicester ha visto achicarse las distancias con sus acosadores, mientras perdían una considerable ventaja. Enfrentamientos pendientes contra el Arsenal, el Tottenham y el Manchester United, podrían significar un desplome final que seguramente los sacará de las posibilidades de Champions League, dejándolos con el consuelo de la Europa League.
El equipo de Lampard luce revitalizado, agresivo y con buen juego. Su forma actual y la relativa facilidad de sus partidos pendientes les garantizan posiciones de Champions. Su partido final, contra el Wolverhampton, podría tener la significación de una final para ambos.
A lo largo de los últimos 10 partidos, solo el Liverpool tiene más puntos que los Wolves. Su forma defensiva es impecable y su goleador Raúl Jimenez está en un momento de plenitud. Este sábado enfrentan al Arsenal, en una verdadera prueba de fuego para las aspiraciones de ambos equipos.
Invictos en los últimos 14 partidos (abarcando todas las competiciones) el cuadro de Ole Gunnar Solskjaer es una genuina amenaza para los que lo anteceden en la tabla. Si exceptuamos su partido final contra el Leicester, los Red Devils tienen una serie de enfrentamientos bastante asequibles, y sin duda retarán al Chelsea y Leicester por el tercer lugar. Además, el retorno de Marcus Rashford y Paul Pogba significa una poderosa inyección de talento para el United. La lucha contra Chelsea, Wolverhampton y Leicester continuará hasta el último minuto.
Por lo abigarrado de las posiciones, tanto Arsenal como Tottenham y Sheffield United tienen opciones muy limitadas y casi reducidas a la Europa League.
De los tres, el Arsenal tiene el calendario más comprometido (incluyendo un enfrentamiento directo el 12 de julio contra el Tottenham, en el derby del norte de Londres). Sheffield United, por su parte, está en franco declive. El Tottenham de Mourinho ha sido un equipo irregular a lo largo de la temporada. Por estas razones, las posibilidades de estos tres equipos son, cuando menos, un terreno minado de incertidumbres.
¿Quién dijo que en el fútbol moderno los sentimientos han desaparecido?
Arjen Robben se había retirado de la actividad futbolística en julio de 2019, luego de realizar una ruta espléndida con clubes como el PSV, Chelsea, Real Madrid o Bayern Munich, acumulando una veintena de títulos. Pero su camino se había iniciado a los 12 años en el modesto Groningen holandés. Hoy, enterado de los graves padecimientos económicos del club blanquiverde, Robben decidió abandonar su plácido retiro, volverse a poner las botas y salir en ayuda de su club de toda la vida. No está seguro de cómo responderá su cuerpo veterano a este reto novedoso. Robben tiene 36 años y un tiempo de inactividad considerable.
“Después de tanto tiempo, regreso a casa”, exclamó Robben en sus redes. Es una misión para el electrizante delantero holandés, y su compromiso está atrayendo a otros amantes del club a realizar apoyos de índole diversa. En su retorno, además de altruismo (Robben no cobrará ni un centavo) sobrevuela cierto espíritu infantil, el deseo simple, pero profundo, de volver a vestir los colores de los primeros entusiasmos; de los sueños inaugurales en el camino de todo futbolista.
Robben no es el primero en abandonar su retiro para retornar a la cancha y al balón. No hace mucho Paul Scholes se había retirado de su Manchester United, luego de 20 años de brillo y numerosos títulos. Apenas seis meses después de su alejamiento, el legendario sir Alex Ferguson solicitó el retorno de Scholes, en medio de una verdadera plaga de lesiones que asolaba a los Red Devils. Fiel a la causa, Scholes aceptó el reto y continuó jugando 33 partidos más, antes de volver a retirarse en 2013, llevándose, de paso, otro título de Premier League.
El genial Johan Cruyff había terminado su carrera con el Barça en 1978, pero pronto retornó a la actividad. Sin embargo, sus razones no fueron altruistas sino económicas. Luego de unas desastrosas inversiones, Cruyff cruzó el océano para incorporarse a Los Ángeles Aztecs, de la liga estadounidense a cambio de una modesta fortuna que le permitiría equilibrar sus finanzas.
Otra estrella que encontró el camino de regreso fue el brillante zurdo Rivaldo. Tenía más de 40 años, cuando decidió retirarse en 2014. Pero un año más tarde volvió a jugar con el Mogi Mirim de la segunda división brasileña. Increíblemente jugó al lado de su hijo de 20 años y en un partido, ambos, padre e hijo anotaron en dupleta.
Marc Overmars, otro holandés, también electrizante, se retiró en 2004 debido a una severa lesión en la rodilla. Cuatro años más tarde fue invitado a participar en un amistoso celebrando la carrera de Jaap Stam. Overmars jugó con tanta calidad, que recibió varias ofertas para volver a los campos de juego. Al principio no parecía muy convencido, pero finalmente optó por una decisión muy emotiva y se reunió con su club de la infancia, el modesto Go Ahead Eagles. Lamentablemente, la rodilla de Overmars no aguantó mucho, y apenas luego de un puñado de partidos, tuvo que retirarse nuevamente. Esta vez, de manera definitiva.
Como lo comentaba en una columna reciente, el Barça parece estar de baratillo. La urgente necesidad de cuadrar las finanzas, al momento de finalizar la temporada, se hizo evidente en los últimos días. El canje con la Juve entre los mediocampistas Arthur y Pjanic es una gran evidencia. Se trata de un trueque con motivaciones puramente financieras. El Barça vende a Arthur por 72 millones y adquiere a Pjanic por 60 millones. Es decir, que independientemente de los beneficios o pérdidas deportivas, a nivel de caja registradora, el Barcelona se queda con 12 millones. Si bien Arthur y Pjanic son jugadores con ciertas características similares, mantienen una sensible diferencia: la edad. Mientras Arthur cuenta con apenas 23 años y un futuro con muy buenas perspectivas, Pjanic ya cumplió los 30, por lo que sus años de plenitud van quedando atrás. Son 7 años de potenciales recorridos, a cambio de 12 millones. Parece tratarse de una medida que huele a desesperación. Como la venta de Marc Cucurella, que está actualmente a préstamo en el Getafe. El propio Getafe ejerció la opción de compra y se llevará al defensa de 21 años por 10 millones de euros.
Otro defensa que se va del Barça, aunque por voluntad propia, es el jovencísimo y muy talentoso Marc Jurado. Tiene apenas 16 años y llegó a La Masia hace ya 9 años, cuando apenas contaba con 7.
Su venta no va a dejar una gran cantidad de dinero, pero Jurado teme firmar un próximo contrato para en poco tiempo convertirse en moneda de cambio y ser vendido a cualquier destino por unos cuantos euros, como ha ocurrido con muchos de sus compañeros de cantera. Por eso, está forzando su salida, presumiblemente en dirección al Manchester United, que pagará una compensación moderada, de apenas un par de millones de euros.